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La superanciana catalana María Branyas, la persona más longeva del mundo, cumple 117 años

La catalana Maria Branyas, considerada la persona más longeva del mundo tras la muerte en enero de 2023 de la monja francesa Lucile Random, de 118 años, ha cumplido este lunes 117 años en Olot. Su familia enlaza con Nafarroa porque su padre fue periodista en Iruñea.

El president Aragonés i el conseller Carles Campuzano, junto a Branyas en su 116 aniversario, hace hoy un año.
El president Aragonés i el conseller Carles Campuzano, junto a Branyas en su 116 aniversario, hace hoy un año. (JORDI BEDMAR | EUROPA PRESS)

Maria Branyas, la superanciana catalana que está considerada como la persona más longeva del mundo, ha cumplido este lunes 117 años de edad en la residencia Santa Maria del Tura de Olot (Girona), donde vive desde hace años. A pesar de que ya no atiende a medios de comunicación, su familia ha lanzado un mensaje a través de su perfil en la red social X.

«Buenos días, mundo. Hoy cumplo 117 años. Hasta aquí he llegado», se ha congratulado su perfil de X. El mensaje, escrito en catalán, viene acompañado de una cita del misionero Pere Casaldàliga: «La vejez es una especie de sacramento. Pierdes oído, pero sientes más, porque escuchas la vida, no los ruidos… Ante la luz de la muerte, la vida adquiere un peso específico, más definitivo».

Branyas ha recibido felicitaciones públicas, entre ellas del president de la Generalitat, Pere Aragonès, a través de X: «¡Felicidades Maria! En Olot vive la persona más anciana del mundo y hoy cumple 117 años. Un privilegio tenerla con nosotros».

María sabe que es la persona de mayor edad del planeta, «pero le da igual, dice que no es ningún mérito suyo», asegura Rosa Moret, la menor de sus tres hijos. Rosa explica que desde este verano su madre ha sufrido un bajón «bastante grande», aunque deja claro que «no le duele nada ni padece ninguna enfermedad», simplemente la edad ha hecho que en los últimos años haya perdido visión, oído y últimamente también memoria.

María, que ya tampoco puede caminar sola, pasa la mayor parte de los días sentada en una butaca de su habitación donde recibe visitas de sus dos hijas –su hijo, que ahora hubiera cumplido 92 años, murió– y de otros pocos familiares.

«Las visitas la trastornan, ella necesita tranquilidad», explica Rosa, que detalla que con su hermana María Teresa se han dividido las visitas y a ella le tocó este domingo.

De San Francisco a Catalunya

Nacida en San Francisco (Estados Unidos) el 4 de marzo de 1907, Branyas regresó a Catalunya con su familia de pequeña, en 1915, y ha vivido dos pandemias (gripe española y covid–19), la Guerra de 1936, la posguerra y el franquismo.

Desde los 92 años, esta catalana reside en la residencia de Olot y ha batido uno a uno todos los récords; desde 2023, es la persona más longeva en vida del mundo.

Tal como se conoció el pasado año, cuando Branyas se convirtió en la mujer más longeva del mundo, esta «superanciana catalana» (como indica su cuenta de X) es hija de Josep Branyas, periodista de la revista ‘Mercurio’ nacido en Iruñea.

Hace escasos días, Branyas recordaba en X una anécdota que sobre sus padres y la lengua catalana:

Un caso digno de estudio

Presenta problemas de movilidad –va en silla de ruedas– y auditivos, pero no ha sufrido enfermedades graves –hasta superó la covid–, lo que le convierte en un caso digno de estudio. Por ello, el investigador Manel Esteller, eminencia en el campo de la genética y director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, recogió hace unos meses muestras de la superanciana para estudiar por qué su genoma es tan resiliente ante las enfermedades.

Su caso excepcional puede servir a los científicos para entender mejor los mecanismos de envejecimiento del cuerpo, que están asociados a enfermedades como el cáncer o la demencia, para que este conocimiento pueda utilizarse en futuros fármacos.

Según la Asociación Gerontology Research Group (GRG) que se encarga de verificar qué personas son supercentenarias, es decir, que han cumplido los 110 años, mediante los certificados de nacimiento y de matrimonio, once personas, todas mujeres, han vivido más que María Branyas, pero ya han fallecido todas.

El récord de longevidad lo ostenta la francesa Jeanne Calment, fallecida en 1997, que vivió exactamente 122 años y 164 días; le siguen la japonesa Kane Tanaka, que vivió 119 años y 107 días, la norteamericana Sara Knauss, con 119 años y 97 días de vida y con 118 años y 340 días la también francesa Lucile Randon.