En el marco del 8M, una movilización de LAB ha exigido en Iruñea el desarrollo de un sistema público comunitario de cuidados, poniendo en evidencia que es responsabilidad de las instituciones mediante el lanzamiento de pelotas moradas ante el Gobierno y el Parlamento de Nafarroa.
Un centenar de personas se han congregado ante la sede del Ejecutivo navarro en la avenida de Carlos III tras una pancarta en la que se podía leer el lema ‘Pribatizazioaren arrean, zaintza sistema publiko komunitarioa! Reconocimiento y reparto de los cuidados’ y que portaban pañuelos morados con motivo de la celebración del 8M.
A continuación se ha iniciado bajo la lluvia una manifestación que ha ascendido por la avenida para doblar a la derecha a la altura del Monumento al Encierro y enlazar con la avenida de San Ignacio. Durante la marcha se han escuchado consignas como «Gora borroka feminista», «Somos trabajadoras, no vuestras esclavas», «Mismo trabajo, mismo salario», «Nuestra miseria, vuestra avaricia» o «Aquí trabajamos, aquí decidimos», entre otras.
Al llegar a la altura de los jardines de la Diputación, la manifestación se ha detenido para mostrar de manera elocuente que la necesidad de publificar los cuidados corresponde al Gobierno de Nafarroa. Y lo han hecho las participantes lanzando al interior de los jardines pelotas moradas en las que figuraban lemas como ‘Zaintza Publiko komunitarioa’, todo ello enmarcado con unos botes que desprendían un denso humo morado.
A continuación, la marcha ha avanzado por el paseo Sarasate hasta situarse ante el Parlamento de Nafarroa, donde se ha repetido la escena, aunque con dos grandes balones de playa pintados de morado.
Las participantes han ocupado uno de los carriles de la carretera que discurre ante la sede del Legislativo, mientras la Policía Foral montaba un cordón para impedir que se acercaran más. Esta vez no hubo intento de asalto al Legislativo, frente a lo ocurrido la jornada anterior, con el conato protagonizado por algunos agricultores.
Por el carril que quedaba libre, circulaban principalmente autobuses públicos, con algunas conductoras haciendo sonar la bocina cuando las villavesas pasaba a la altura de las concentradas.
Colapso del sistema
En ese mismo lugar, pero en la acera, se ha leído un comunicado en euskara y castellano en el que se ha recordado la jornada de huelga feminista general celebrada el pasado 30 de noviembre en la que se reivindicó «que para garantizar el derecho colectivo al cuidado, hay que desarrollar el sistema público comunitario de cuidados».
Una necesidad acuciante en vista de que «el colapso del sistema de cuidados es cada vez más evidente», con una «privatización brutal, consecuencia de la privatización y el negocio que se promueve por parte de las instituciones».
Se ha denunciado que, «frente a los consensos sociales», las instituciones «lejos de asumir la responsabilidad y cambiar el modelo, siguen profundizando en el mismo».
En este sentido, han puesto de relieve que, por parte del Gobierno de Nafarroa, «no existe un compromiso firme para la publificación de los servicios privatizados». Así, «pese a que hayamos pedido una mesa de negociación, nos derivan al INAI, huyendo de las responsabilidades que tienen».
Y aunque se ha firmado un Pacto por los Cuidados de Nafarroa, «es evidente que no hay voluntad ni recursos», de tal manera que «los partidos en el gobierno siguen promoviendo la precarización de los servicios y las condiciones de las trabajadoras de cuidados», lo que se evidencia en que «no hayamos conseguido firmar el primer convenio de las residencias de mayores en Nafarroa».
Por lo tanto, queda patente que «hacen oídos sordos al proceso liderado por el Movimiento Feminista, pero nosotras les decimos claramente que la pelota está en su tejado. ¡Que se hagan cargo de lo que les corresponde!».
En vista de que «la situación es insostenible, reivindicamos claramente que necesitamos medidas y presupuestos reales». En concreto, plantean que hay que «desarrollar el sistema público comunitario de cuidados», porque «el cuidado no puede ser un negocio y debe garantizar unas condiciones de vida y trabajo dignas. La mejora de ratios es una urgencia».
También se propone «reducir la jornada laboral y plantear más medidas de conciliación», y «dignificar las condiciones de las trabajadoras de cuidados», además del reconocimiento «social, político y económico de la deuda patriarcal».
Y han concluido señalando que «frente a los pactos que tienen como objetivo la desactivación social, seguiremos construyendo alianzas con el Movimiento Feminista y con todos los agentes que suscribimos el acuerdo social para poner las vidas de todas en el centro».
Aranburu critica el pacto propuesto por Lakua
Junto a la realizada en Iruñea, LAB también ha llevado a cabo movilizaciones con el mismo eje central sobre los cuidados en Baiona y Gasteiz. En la celebrada en la capital de Araba, ha participado la coordinadora general del sindicato, Garbiñe Aranburu, quien ha criticado que el PNV, «que durante años ha privatizado los cuidados y los ha convertido en negocio, ha puesto en marcha una campaña de marketing» en el contexto de las elecciones del 21 de abril.
Aranburu ha calificado el Pacto por los Cuidados propuesto en la CAV por Lakua como «una apuesta clara por estabilizar el actual modelo de cuidados. Este Gobierno nos dice que está comprometido con la igualdad de oportunidades, pero sabe que con estas medidas eso no va a pasar».
Ahondando en la crítica, ha añadido que «la propuesta del PNV no supone un nuevo modelo, ni medida alguna para garantizar nuestro derecho a recibir cuidados dignos. El cuidado seguirá siendo una fuente de negocio, ya que no hay ninguna intención de acabar con la privatización y configurar un sistema público comunitario de cuidados, ni medidas que dignifiquen los salarios y las condiciones laborales de las trabajadoras del ámbito de los cuidados o que redistribuyan corresponsablemente las tareas de cuidado».
La coordinadora general de LAB ha denunciado que el objetivo de este pacto es «desactivar el ciclo de lucha de las mujeres que trabajan en el ámbito de los cuidados» y ha recordado que «no se puede acabar con las discriminaciones sin transformar los cuidados».
Ha concluido reclamando «otro tipo de políticas públicas y cambios políticos», y precisando que «el modelo del PNV, al que apoya el PSE, está agotado». El cambio «es factible y lo vemos cada vez más cerca», por lo que ha animado a «seguir impulsándolo».