Osasuna no ha hecho merecimientos para traerse nada positivo de Montilivi, donde ha dejado sensaciones bastante pobres, especialmente en ataque, ya que apenas ha generado peligro.

Lo más cerca que ha estado del gol ha sido un intento de Moncayola por alojar el cuero en la escuadra que hubiera supuesto el empate a uno. El conjunto rojillo tampoco ha aparecido en esas segundas partes en las que sube su rendimiento.

La escuadra navarra ha regresado a la disposición táctica de los tres centrales para intentar cerrar los pases interiores del juego combinativo de su rival, pero la fórmula no ha podido impedir los dos goles locales.

En los primeros compases, un activo Budimir ha estado en un tris de controlar un buen balón dentro del área y una mala salida con la pelota de Herrera a punto le ha costado un disgusto, pero el remate final de Dovbik ha sido en claro fuera de juego.

No ha iniciado en posición antirreglamentaria Portu al filo del cuarto de hora, cuando ha conseguido filtrarse de manera sibilina entre Mojica y un recuperado Herrando para recibir una asistencia precisa de Tsygankov y anotar de tiro cruzado.

Confiado en guarecerse atrás, Osasuna ha permitido demasiado toque en tres cuartos a su adversario y lo ha acabado pagando con un gol que ha permitido a los anfitriones hacerse con el control del envite.

A los de Arrasate les ha costado ajustar la presión en la salida local con el esférico y la escuadra catalana ha llevado la iniciativa hasta que, mediada la primera parte, el bloque navarro ha comenzado a cogerle el tino al envite.

Y generando alguna ocasión peligrosa, como un disparo raso de Mojica pegado al palo, pero, sobre todo, el citado envío de Moncayola que no ha encontrado la escuadra por muy poco (m.38).

Inexistente reacción

Tras el paso por vestuarios, se esperaba al Osasuna que suele subir el ritmo en la segunda parte, sobre todo al ver cómo ha presionado bastante más arriba en los primeros minutos de ese periodo.

Una actitud intentando robar en campo ajeno a la búsqueda del equilibrio en el marcador, pero no ha llegado ni lo uno ni lo otro. El Girona, con unos zagueros que saben salir con la pelota muy bien jugada, no se ha permitido error alguno.

Y eso ha desgastado el plan previsto en el descanso, hasta tal punto que el bloque rojillo ha estado a merced de lo que han querido hacer los anfitriones, quienes han sido los únicos que han generado ocasiones claras hasta que han terminado por cerrar el choque en el tramo final.

Dovbik ya ha tenido la opción de hacerlo en el 48, pero le ha pegado muy mal a la pelota y Blind ha estado a punto de conseguirlo, de no haber mediado la rápida intervención de Herrando para interceptar su remate.

Lo poco que ha llegado Osasuna por los costados no ha fraguado en nada. Escasos han sido los centros que tanto Areso como Mojica han logrado poner con precisión en el área gerundense y, en esos casos, la zaga catalana ha estado muy atenta para cortocircuitarlos.

Mientras tanto, el Girona ha seguido llevando mucho peligro, hasta el punto de que se ha necesitado de todos los reflejos de Herrera para evitar el 2-0 en un remate de cabeza casi a bocajarro de Dovbyk tras un corner.

Stuani ha protagonizado la siguiente en el 82, cuando creyendo estar en posición incorrecta –no ha sido así– y solo ante el meta rojillo la ha echado por encima del larguero.

No ha tardado mucho en llegar la sentencia. Una pared entre Stuani e Iván Martín, que el bilbotarra se la ha devuelto de espuela, ha finalizado con el toque de puntera del brasileño al que solo ha podido acompañar la mirada de Herrera. Resultado justo a la postre por lo visto en el césped.

Arrasate admite que faltó «presencia»

Jagoba Arrasate ha reconocido que al equipo le faltó «presencia» en el área rival, pero ha destacado de los suyos el «gran trabajo» realizado, aunque al final, «no ha podido ser».

Ha apuntado que su equipo trató de plantarle cara a un Girona, que lo ha considerado conjunto de Liga de Campeones, «intratable en casa» y que dispone de un ritmo de juego «muy, muy alto, difícil de sujetar».

Sí que, por contra, ha señalado que no le ha gustado el último cuarto de hora, en el que el partido ha quedado abierto, algo que ha indicado que era más propicio para el juego de los anfitriones.

En ese intervalo del encuentro, «el Girona ha estado mejor porque tiene gente desequilibrante que ha hecho la diferencia» y ha calificado de «precioso» el duelo del próximo sábado frente al Real Madrid en El Sadar.

FICHA DEL PARTIDO:

Girona: Gazzaniga, Eric, David López, Blind, Miguel, Aleix García, Portu (Solís, m.80), Iván Martín (Justin, m.91), Tsygankov (Yan Couto, m.63), Sávio (Pablo Torre, m.91) y Dovbyk (Stuani, m.80).

Osasuna: Herrera, Areso (Pablo Ibáñez, m.88), Unai García, Catena, Herrando, Mojica, Lucas Torró (Moi Gómez, m.70), Moncayola, Aimar, Rubén García (Raúl, m.70) y Budimir (Arnaiz, m.88).

Árbitro: Busquets Ferrer (colegio balear). Ha amonestado a Iván Martín (m.35), Herrando (m.45), Eric García (m.58), Portu (m.68), Areso (m.72) y Moi Gómez (m.94).

Goles: 1-0, m13: Portu. 2-0, m.86: Sávio.

Incidencias: 11.598 espectadores en las gradas de Montilivi, con presencia de decenas de aficionados rojillos.