La Diputación de Bizkaia aprueba un plan de residuos que rechaza oposición y ecologistas

La Diputación de Bizkaia aprueba un plan de gestión de residuos que rechaza oposición y ecologistas. Uno de los objetivos que se fija el Gobierno de Elixabete Etxanobe es incinerar el 20,9% para 2030, aunque los críticos echan en falta que se concreten más plazos y objetivos.

Nuevo Consejo de Gobierno de la Diputación de Bizkaia tras la incorporación de Carlos Alzaga en sustitución de Imanol Pradales.
Nuevo Consejo de Gobierno de la Diputación de Bizkaia tras la incorporación de Carlos Alzaga en sustitución de Imanol Pradales. (Bizkaiko Foru Aldundia)

La Diputación de Bizkaia ha aprobado el Plan Integral de Prevención y Gestión de Residuos de Competencia Local (PIPGRB 2030), que va a remitir a las Juntas Generales para su tramitación y aprobación, paso previo a su entrada en vigor, que sienta las bases del tratamiento de los residuos en lo que queda de década. Aunque la portavoz foral, Leixuri Arrizabalaga, ha asegurado este jueves en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que el documento «ha recibido el visto bueno de todos los grupos políticos que conforman el Consejo para la Sostenibilidad de Bizkaia», ese aval no existe ya que los grupos de la oposición y colectivos ecologistas han sido muy críticos con él.

El Plan Integral de Prevención y Gestión de Residuos de Competencia Local (PIPGRB 2030), sucesor del Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia (PIGRUB), marca como objetivos prioritarios la reducción de la generación de residuos en un 15% y la recuperación de 4,9 de cada 5 kilos de residuos generados (de ellos, 4 kilos se reintroducirán en la cadena productiva y otros 0,9 kilos se aprovecharán para la generación de energía renovable).

Lo que pretende el plan es que Bizkaia valorice materialmente el 76,61% de sus residuos (reutilizar y/o reciclar el 70,97% y compostar un 5,64%), incinere un 20,90% y elimine definitiva una vez ya tratados esos residuos un 2,49%.

Proceso participativo cuestionado

La aprobación por parte de la Diputación se produce dos años después de que el Gobierno foral iniciase el proceso para la elaboración del plan, en el que se recogieron las aportaciones de diferentes agentes, desde ayuntamientos y mancomunidades a grupos ecologistas. El mismo proceso fue puesto en cuestión por el modo en que los responsables forales entienden la participación y porque muchas de las propuestas de quienes demandan un cambio radical en el tratamiento de los residuos no fueron tenidas en cuenta.

En líneas generales, lamentaban que la Diputación no fuera más concreta a la hora de fijar plazos y objetivos, todo ello supeditado a abastecer de residuos para incinerar a Zabalgarbi. En 2020, al hacer balance del PIGRUB, la plataforma Zerom Zabor Bizkaia sostuvo que la futura gestión de residuos debía pivotar sobre la reducción, reutilización y reciclaje, a partir de la recogida separada de los mismos, haciendo especial hincapié en el biorresiduo, «aproximadamente el 40% en peso de los residuos del hogar».

Todo ello se produjo en el Consejo para la Sostenibilidad de Bizkaia de la pasada legislatura, antes de las elecciones forales que derivaron en la formación de un nuevo Gobierno foral presidido por Elixabete Etxanobe. Un primer cambio fue el relevo en julio de 2023 de la entonces responsable de Sostenibilidad y Medio Natural, Amaia Antxustegi –en la actualidad de Acción Social–, por la también jeltzale Arantza Atutxa. Después de más de ocho meses, a pesar de los requerimientos de la oposición, la Diputación aún no ha constituido el nuevo Consejo ni ha avanzado cuándo lo va a hacer.

El documento aprobado por la Diputación inicia ahora su camino en las Juntas Generales, donde los votos de PNV y PSE aseguran que salga adelante.

Más objetivos

Otros de los objetivos que se fijan en el PIPGRB 2030 son la reducción de un 20% con respecto a 2019 en la generación de residuos de envases ligeros, mejorar la tasa de preparación para la reutilización en un 20% y asegurar la cobertura del 100% de la recogida selectiva de los residuos peligrosos del hogar, de textiles, de aceites de cocina, de voluminosos y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y recogida separada de biorresiduos en los municipios.

Además, se propone reducir el porcentaje de los residuos que son incinerados en Zabalgarbi a menos de un 20% y establecer la tasa de vertido de residuos municipales (tratados y sin tratar) en un 2,49%. Otra meta es integrar la información y las ideas innovadoras de la ciudadanía y los agentes económicos en un entorno digitalizado y colaborativo, «que permita la generación de herramientas y palancas para la mejora continua del sistema de gestión de residuos».

También se apuesta por disponer de un sistema integrado de la gestión de los residuos en todo el territorio y asegurar su sostenibilidad económica y medioambiental en colaboración con los ayuntamientos y mancomunidades.