56 personas fueron identificadas este jueves de un antiguo instituto de Martutene, en Donostia. La operación, en la que participaron agentes de la Guardia Municipal, de la Policía española y de la Ertzaintza, se saldó con 29 migrantes detenidos.
Según informó la agencia Efe, fueron trasladados a dependencias de la Policía española para «cumplimentar trámites relacionados con el servicio de extranjería».
Herritarron Harrera Sarea ha advertido este viernes de que «la Policía Local y la Ertzaintza no deberían intervenir en materia de extranjería, reservada a la Policía nacional. Pero está visto que en esta materia todos quieren arrimar el hombro».
En un comunicado, ha recordado que hace unos días Lakua «vendía como un gran avance la asunción de competencias en materia de inmigración». «Se suponía que era para facilitar las cosas a esas miles de personas venidas a nuestra tierra en busca de un futuro mejor y que se encuentran con una legislación negadora de derechos y una sociedad con miradas prejuiciadas y prácticas discriminatorias. Pues no. A la hora de detener y expulsar a quien no tenga su situación regularizada, no hay diferencias, todo es colaboración. Lo están sufriendo en sus carnes las 29 personas detenidas en el edificio de Martutene», ha apuntado.
Harrera Sarea ha cargado contra aquellos medios que «hablan de redadas, como si estuviéramos ante hechos delictivos. Se extrañan del alto número de personas residentes en ese edificio. ¿No saben que son varios cientos las personas que no tienen dónde dormir en nuestra ciudad? Esto también se evitaría si se dispusiera de alojamientos como el de La Sirena que venimos reclamando desde Harrera Sarea».
«Esta realidad echa por tierra los discursos institucionales que hablan de acoger a todas las personas que vienen de fuera. Ante ello, reclamamos la puesta en libertad de todas las personas detenidas y dejar sin efecto las órdenes de expulsión. Y, nuevamente, reclamamos que se habiliten plazas de acogida para las personas en situación de calle y que se ven obligadas a buscar cobijo en edificios abandonados, como el de Martutene, cargando con el estigma de okupas», ha aseverado, incidiendo en que «cada día es más urgente atender a reivindicaciones como la de abrir La Sirena».