NAIZ

Israel rechaza la oferta de Hamas y debate con EEUU el asalto a Rafah

Israel ha respondido con un «rechazo global» a la última propuesta de Hamas para una tregua en Gaza, según el movimiento islamista palestino. El Gobierno israelí muestra más interés en el asalto terrestre a Rafah que en el alto el fuego, y trata de consensuar la operación con su aliado, EEUU.

 Un chico herido en un ataque en Deir al-Balah, en el hospital Al Aqsa.
Un chico herido en un ataque en Deir al-Balah, en el hospital Al Aqsa. (AFP)

Israel ha dado una respuesta «en general negativa» a la propuesta de Hamas para una tregua en Gaza, según informó  un responsable del movimiento islamista palestino, Osama Hamdane. Los mediadores de las conversaciones que se están llevando a cabo en Qatar transmitieron el martes por la noche a la parte palestina la posición de Israel.

«En general es negativa y no responde a las aspiraciones de nuestro pueblo», afirmó Hamdane desde Beirut, sin detallar las objeciones. A su juicio, Israel da incluso «un paso atrás con respecto a las posiciones que había transmitido previamente a los mediadores.

Hamas cree que este enroque israelí obstaculiza las negociaciones y «puede tal vez llevarlas a un punto muerto».

Hamas envió la semana pasada a Estados Unidos, Qatar y Egipto, que participan en las conversaciones, una nueva propuesta para una tregua de seis semanas, durante la cual 42 cautivos –mujeres, niños, ancianos y enfermos– serían liberados a cambio de entre 20 y 50 prisioneros palestinos por cada uno de ellos.

El canje incluiría a cinco mujeres soldado por 50 presos que cumplen largas condenas.

Las tropas israelíes se retirarían en esa etapa de dos carreteras principales de Gaza y permitirían que los desplazados vuelvan al norte.

En la segunda fase, las partes declararían un alto el fuego permanente y Hamas liberaría a todos los rehenes vivos restantes a cambio de más prisioneros; mientras que en la tercera fase, los palestinos entregarían los cuerpos de cautivos muertos a cambio de que Israel levante el bloqueo de Gaza y permita la reconstrucción.

La propuesta fue transmitida a Israel, tras lo que un alto cargo israelí expresó el martes pesimismo sobre la posibilidad de una tregua en la que no parece interesado en absoluto.

Este estancamiento de las negociaciones centra la nueva gira por la región del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, que se inició ayer en Arabia Saudí, y que llegará mañana a Israel.

Palestinos tratan de ayudar tras un bombardeo de viviendas en Rafah. (AFP)

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se niega en redondo a hablar de un alto el fuego permanente ni siquiera en una segunda fase, ni de la retirada de las tropas israelíes. De hecho, su objetivo declarado es «concluir» la ofensiva que está destruyendo la Franja y exterminando a su población con el asalto a la ciudad de Rafah. El plan de Netanyahu parece descartar una liberación pactada de los israelíes cautivos e incluso analistas israelíes apuntan hace semanas a que los preferiría como «mártires» por sus propios intereses.

De esta forma, el fin de semana el primer ministro israelí dio luz verde al plan militar para la ofensiva terrestre contra Rafah, donde se hacinan 1,5 millones de desplazados.

«La agresión debe parar de atacar a aquellos que tratan de repartir ayuda y renunciar a su plan de invadir Rafah», demandó el representante de Hamas en Líbano, encargado también de las relaciones internacionales del grupo.

En los últimos días, Israel ha bombardeado intensamente Rafah, en ataques dirigidos a los responsables que se encargaban del reparto de ayuda alimentaria, pero a los que Israel acusa de «derivar recursos a su ala militar». Matar a policías y coordinadores de la ayuda está aumentando el caos en una situación de hambruna y desesperación, agravada además con los ataques a los propios palestinos que esperan el reparto de los alimentos.

Aunque Netanyahu insistió ayer en su objetivo de invadir Rafah, pese a las reticencias de EEUU, aclaró que los preparativos «tomarán tiempo».

«En su día le dije al presidente Biden que Hamas no podía ser derrotado sin que las Fuerzas de Defensa de Israel entren en la Franja de Gaza para eliminar al resto de los batallones de Hamas», afirmó.

En un videomensaje, explicó su conversación con el presidente estadounidense, Joe Biden, con el que admite «diferencias» pero coincide en «eliminar a Hamas»,
Aclara que ya ha dado luz verde al plan militar para la ofensiva dentro de Rafah, y que pronto aprobará el plan para expulsar a los civiles de las que va a declarar «zonas de combate».

Consensuar estrategias

Además, tras agradecer a Biden su constante apoyo durante los seis meses de destrucción de Gaza, acepta escuchar sus propuestas sobre el asalto a Rafah, después de que EEUU le sugiriera que puede alcanzar sus objetivos «de otra forma».

Para ello, ha enviado una delegación gubernamental a Washington que tratará de consensuar estrategias. Dos de sus más cercanos aliados, el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; y el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, participan en ella. A su vez, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, se reunirá con su homólogo, Lloyd Austin, para coordinar cuestiones de seguridad, la ofensiva de Gaza y el aumento del apoyo militar estadounidense.

«Mientras nos preparamos para entrar en Rafah, lo que tomará algo de tiempo, seguimos operando con todas nuestras fuerza en Jan Yunis y en los campos de refugiados del centro, además de en la eliminación y captura de altos funcionarios de Hamas como lo hicimos en el hospital Shifa, donde eliminamos a cientos de terroristas», explicó, en referencia al asalto al centro hospitalario de la ciudad de Gaza que convirtió en un campo de batalla con decenas de muertos y detenidos.

La amenaza sobre Rafah ha motivado críticas desde otros aliados estrechos de Israel, que hasta ahora no han planteado grandes objeciones a una ofensiva que ya ha matado a unas 40.000 personas, de las que se han recuperado 31.923 cuerpos, casi la mitad niños.

Así, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, advirtió que una invasión de Rafah será «un punto de inflexión» y «un desastre humanitario»  que traerá «consecuencias políticas», incluidas sanciones, desde Países Bajos.

También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, alertó de los riesgos y dijo que es necesario evitarla «a toda costa». Ambos son dos de los principales apoyos de Israel en la Unión Europea, cuyos líderes intentarán mostrar en la cumbre que comienza hoy una postura menos comprensiva que la que han tenido hasta ahora.

 

 

Israel diezma a los coordinadores de la ayuda

 

El Ejército de Israel confirmó la muerte de cuatro funcionarios del Gobierno de Gaza a los que acusa de «ayudar al ala militar» de Hamas. Se suman a al menos otros cinco agentes de seguridad y funcionarios muertos en la última semana. Se trata de coordinadores de las operaciones comunitarias y el orden social, que desde el inicio de la invasión israelí también coordinan la entrada de ayuda. Uno de ellos, Nidal Aleed, jefe de toda la Oficina de Emergencias de Rafah, se encargó del recuento de heridos durante las protestas de la Gran Marcha del Retorno, entre 2018 y 2019, y ahora ayudaba también en la coordinación de ayuda humanitaria en la Franja. «El objetivo de la ocupación detrás de los asesinatos y masacres contra investigadores y trabajadores en el ámbito de la ayuda humanitaria es afianzar la política del hambre», denunció el Gobierno de Gaza. «También apunta a un intento de sembrar el caos, el desorden de seguridad y el vacío administrativo en la Franja de Gaza», añadió.

Estos ataques se añaden a los que el Ejército israelí perpetra directamente contra los palestinos que esperan los convoyes de ayuda en una situación de extrema necesidad y de una hambruna extendiéndose a gran velocidad entre la población.

Así, el bombardeo en el que mató a Amjad Hathat, el jefe del área occidental del Comité de Emergencia en la Ciudad de Gaza, tuvo como objetivo camiones de ayuda cerca de la rotonda de Kuwait, en el que murieron al menos otras 23 personas, y donde ha llevado a cabo otras masacres similares.

El lunes en el hospital Al Shifa –tomado y asediado por tercer día consecutivo– mató también al jefe de operaciones del Ministerio del Interior, Faiq Mabhouch. Los soldados israelíes aseguraron haber matado al menos 90 personas, a las que identifican como «combatientes». Detuvieron a 600 palestinos y han expulsado a muchos pacientes pese a su delicado estado de salud.


Indignante
El portavoz del Unicef, James Elder, tildó de «indignante» la cantidad de comida, agua, y medicinas bloqueada en el paso de Rafah, cuando «hay niños muertos por desnutrición y deshidratación», y recalcó que la única forma de salvar vidas es a través de los pasos terrestres».

Unrwa
La Unrwa, acusada por Israel de connivencia con Hamas, dispone de suficientes mecanismos y procedimientos «para garantizar el cumplimiento del principio humanitario de neutralidad»,  aunque «presenta áreas críticas que deben ser mejoradas», según un informe preliminar.

Canadá
El Gobierno canadiense, uno de los más estrechos aliados de Israel, aseguró que dejará de enviar armas a Israel, tras una resolución del Parlamento no vinculante que también pidió un alto el fuego inmediato. Ottawa dijo temer represalias del Gobierno israelí por la moción.

Jenin
Un dron israelí mató a tres miembros de la Yihad Islámica en Jenin. El dron lanzó dos misiles e incendió el vehículo en el que circulaban. Dos de los cuerpos quedaron carbonizados. Medios palestinos apuntaron a que combatían en la Brigada de Jenin.