El Ayuntamiento de Iruñea ha aprobado este miércoles con los votos a favor de EH Bildu, PSN-PSOE, Geroa Bai y Contigo-Zurekin y en contra de UPN y PP su presupuesto para el año 2024, tres años después de las últimas cuentas.

Se trata de unos presupuestos que ascienden a 265 millones de euros, un 32 % más que el año anterior y el presupuesto de mayor cuantía desde 2007, para el que el PSN ha incluido enmiendas por valor de 3,7 millones.

La votación viene precedida por la moción de censura que el pasado 28 de diciembre arrebató a Cristina Ibarrola (UPN) la vara de mando, que ha cambiado por completo la dinámica de pactos en la ciudad. El voto del PSN fue determinante para reponer en el cargo a Joseba Asiron (EH Bildu) y ha tenido continuidad con este apoyo a sus presupuestos, al contrario de lo que ocurrió en la legislatura 2015-19.

Son los primeros presupuestos desde que, en la pasada legislatura, con Enrique Maya de Navarra Sumacomo máximo mandatario de la ciudad, únicamente lograran salir adelante las cuentas municipales para el año 2021, entonces también con el apoyo del PSN. Luego este grupo se desmarcó.

La concejala delegada de Recursos Humanos, Hacienda y Contratación Responsable, Garbiñe Bueno (EH Bildu), ha celebrado que «por fin, Pamplona tendrá presupuestos».

«La ciudad ha estado bloqueada porque quienes la han gobernado no han tenido capacidad de llegar a acuerdos», ha expresado, pero, ha agregado, «ha acabado la época de la arrogancia y la nula capacidad de dialogo».

Bueno ha calificado las cuentas como «progresistas, valientes e innovadoras, que sacan a la ciudad de la parálisis», gracias al «trabajo en común, la transparencia y la fidelidad respecto a la ciudad».

«Damos un paso hacia un nuevo modelo de convivencia, porque hemos demostrado que es posible que fuerzas políticas con sensibilidades distintas se pongan de acuerdo. Se puede hacer y lo hemos hecho», ha apuntado la edil abertzale.

«Traición» frente a «orgullo»

Por su parte, María Echávarri, de UPN, ha asegurado que les «sobran los motivos» para oponerse a estos, que «son malos para Pamplona, carentes de un proyecto propio y consecuencia de la traición y entrega de la ciudad a EH Bildu».

La concejala regionalista ha acusado a los socialistas de entregar un «cheque en blanco» a la formación abertzale: «Son los presupuestos del blanqueamiento a EH Bildu».

«Menudo papelón y qué poco rigor, no se han enterado de nada», le ha respondido la portavoz del PSN, Marina Curiel, que le ha espetado a Echávarri ser poco creativa en el discurso: «Casi me lo sé de memoria».

Curiel ha apuntado que están «muy orgullosos de haber participado en el presupuesto», después de la «ineficaz gestión de UPN, que sentenció a Pamplona a años de cuentas prorrogadas», y ha expresado que »los acuerdos son la base de la convivencia democrática».

Para Carlos García Adanero (PP), «es evidente que estos presupuestos certifican que el Partido Socialista se ha entregado totalmente a EH Bildu y ha renunciado a todos sus posibles principios».

«Para apuntalar a quienes llaman gudaris y héroes a los asesinos de ETA que no cuenten con nosotros, para eso ya está el Partido Socialista», a quien «les ha dejado unas migajas», ha comentado.

Mikel Armendáriz (Geroa Bai) ha reivindicado que «hoy es un buen día para Pamplona, para que la ciudadanía se sienta satisfecha viendo que sus gobernantes cumplen», y ha animado al PSN a apostar «por esta fórmula de éxito en todos los ayuntamientos que sea posible».

También ha tendido la mano a UPN y PP «para que hagan una oposición propositiva, más allá de fiscalizar la acción de gobierno, dejando atrás el desengaño y la pataleta».

Txema Mauleón (Contigo-Zurekin) se ha mostrado satisfecho por aprobar «un presupuesto ambicioso que vuelve a fijar un rumbo para Pamplona, una ciudad sin exclusiones que gobierne para todos y todas».

«La ciudadanía nos demanda salir de la crispación y llegar a acuerdos», ha dicho, al igual que ha considerado que «hoy Pamplona es más justa, próspera, libre y sostenible».