Daniel Galvalizi

Rueda es investido en la Xunta y el BNG lo acusa de instaurar «el día de la marmota»

El líder del PP de Galiza, que tiene mayoría absoluta, se convierte en el sexto presidente electo tras comicios. La líder de la oposición, Ana Pontón, con el grupo nacionalista más numeroso de la historia, ha propuesta «acuerdos de país» frente al «continuismo» del heredero de Feijóo.

Rueda, aplaudido por su bancada tras ser investido.
Rueda, aplaudido por su bancada tras ser investido. (Alvaro Ballesteros | Europa Press)

Casi dos meses después tras las elecciones del 18 de febrero, finalmente la Xunta de Galiza tiene nuevo presidente y es Alfonso Rueda, el pontevedrés que supo ser la mano derecha de Alberto Núñez Feijóo y este jueves se ha convertido en el sexto líder de Ejecutivo gallego desde el fin de la dictadura.

Rueda es de hecho el presidente en funciones porque había sido investido en mayo de 2022, cuando, según la opinión de muchos dirigentes incluso de la oposición gallega, era el verdadero cráneo detrás de la gestión del día a día de Feijóo. El presidente del Partido Popular decidió que fuera él quien lo sucediera al frente de la Xunta. Ahora, tras sortear la campaña electoral en la que lideró la papeleta por primera vez, puede decirse que la mayoría absoluta que ostenta es propia.

A Rueda se le definió como el cráneo tras la gestión del día a día de Feijóo; ahora puede decir que la mayoría absoluta que ostenta es propia

 

La investidura no ha estado exenta de polémica. De hecho, la líder del Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón, había expresado quejas días pasados por la demora de los tiempos para votar a la nueva autoridad e incluso había deslizado que el PP había decidido el retraso sólo para que Rueda pudiera asistir a la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el sábado pasado, algo negado por los conservadores.

Finalmente, el martes comenzó la sesión de investidura con el discurso de Rueda en el Pazo de Hórreos (como se llama al palacio del Parlamento de Galiza, ubicado en Santiago de Compostela) y, tras un día de receso, se ha retomado este jueves. La expectación no estaba puesta en el resultado porque los 40 escaños del PP (dos menos que en la legislatura anterior) alcanzaban para ungir a su líder al frente de la Xunta.

Una de las novedades es que el hemiciclo cobijará al grupo parlamentario soberanista más grande de la historia: el Bloque Nacionalista Galego tendrá 25 escaños tras su mejor resultado electoral el pasado 18F. El PSOE ha retrocedido a nueve diputados, siendo la principal víctima del voto útil que «aspiró» Pontón y la expectativa de cambio en la correlación de fuerzas.

El Parlamento de Santiago vuelve a tener cuatro partidos con la irrupción del populista Democracia Ourensana, que obtuvo un escaño. La novedad esta semana fue que ha confirmado que se abstendría, y finalmente así ha ocurrido, en la votación de investidura. Por tanto, Rueda solo ha obtenido esta tarde los votos negativos de BNG y PSOE.

Acuerdos sin futuro

Rueda ha ofrecido a las formaciones de izquierda un «pacto por la industria y la energía» y con su tono ha hecho recordar al Feijóo de su fallida investidura en septiembre pasado en las Cortes Generales: suave, sin gritos pero lanzando pullas y exhibiendo las contradicciones de sus oponentes.

«Siguen sin entender el resultado electoral y ya pasaron dos meses», ha ironizado, además de quejarse de que Pontón se negó a llamarlo «presidente legítimo». Al líder del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, le ha agradecido su tono aunque opinó con sarcasmo que «ha acabado aquí un poco arrastrado», pidiéndole que admita que su partido y Pedro Sánchez en la campaña lo dejaron «un poco tirado».

En su discurso Rueda ha dicho que la lengua gallega tendrá un nuevo impulso en esta legislatura, así como que dará más facilidades para el acceso a la vivienda, y ha dejado entrever que buscará el pulso con el Gobierno de Sánchez, al anunciar la creación de una dirección de Asuntos Constitucionales para «coordinar la defensa de legislación gallega ante el Estado». También ha dicho que habrá cambios en la Conselleria de Emprego, que ahora tenderá las competencias de Emigración, para darle fuerza al programa Estratexia Retorna, con la que la Xunta quiere intentar el regreso de unos 30.000 gallegos del extranjero.

La líder del Bloque ha propuesto «un gran pacto de país» en sanidad, vivienda, energía y regeneración democrática

 

Pontón y Gómez Besteiro han acogido con frialdad la idea de pactos ofrecida por Rueda. La líder del Bloque sí que ha propuesto «un gran pacto de país» en cuatro temas que consideró clave: sanidad, vivienda, energía y regeneración democrática. «No desprecie nuestra mano tendida, escuche a la ciudadanía que no piensa como ustedes y por una vez haga acuerdos a favor de Galiza», ha recalcado.

La dirigente oriunda de Sarria (Lugo) ha avanzado que su formación promoverá una oposición constructiva que actuará «como gobierno alternativo; a cada crítica se aportará una solución». Además ha valorado el discurso de Rueda como un compendio de «promesas enlatadas» en una ponencia que tilda de «profundamente preocupante» por no tener «ninguna idea nueva”», por lo que la ha calificado de «el día de la marmota».

«Para formar parte de la cofradía de la perpetua crispación que le impone Feijóo desde Madrid, no cuente con nosotros», ha advertido Pontón a Rueda.

Finalemente este jueves, minutos después de las 18, Rueda ha sido investido por la cámara y ahora el presidente del Parlamento lo comunicará a Felipe VI y a Sánche. El sábado será la toma de posesión y se espera que el próximo lunes se haga la primera foto de familia con los nuevos conselleiros.