Las disputas marítimas elevan la tensión entre Manila y Pekín
Un barco de la Guardia Costera china agredió en marzo en el mar de China Meridional a un barco filipino con cañones de agua, elevando la tensión entre ambos países. Filipinas pide apoyo a EEUU, y Washington y Tokio anuncian un patrullaje trinacional que podría elevar aún más la tensión con Pekín.
El notable incremento de las tensiones entre China y Filipinas en el mar de China Meridional ha llegado a un punto máximo. Aunque desde hace meses se producen pequeños enfrentamientos y escaramuzas entre embarcaciones de ambos países, la situación llegó a un punto crítico hace unos días cuando un barco de la Guardia Costera china agredió a un navío filipino con cañones de agua, lesionando a la tripulación que iba bordo.
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., anunció «consecuencias» como respuesta a la agresión de la Guardia Costera de China, mientras que Pekín acusó a la excolonia española de traición y de incumplir su promesa de remolcar un viejo buque de guerra encallado intencionalmente en un banco de arena en disputa, promesa que Manila niega haber hecho.
El punto de fricción es el BRP Sierra Madre, un buque de desembarco de la Segunda Guerra Mundial que Filipinas encalló deliberadamente en 1999 en el disputado banco de arena Ayungin (o Ren'ai Jiao, en chino), un arrecife sumergido en las islas Spratly, y que ahora sirve como puesto de vigilancia. El Ejército filipino mantiene un destacamento permanente de alrededor de dos docenas de marines en el Sierra Madre, donde realizan rotaciones en breves períodos de tiempo.
China mantiene disputas marítimas desde hace muchos años con Filipinas. En 2016, Pekín se negó a reconocer la resolución del Tribunal de la Convención sobre el Derecho del Mar de la ONU que falló en gran medida a favor de Manila. A pesar de este veredicto de obligado cumplimiento, China acordó, supuestamente, con el entonces presidente filipino de tendencia prochina, Rodrigo Duterte, la retirada del barco en un informal «pacto de caballeros» alcanzado con Pekín, que también mantenía el statu quo en el arenal.
Actualmente, Marcos Jr. enfrenta la oposición de Duterte, quien ha pedido la independencia de su región natal de Mindanao, a pesar de que su hija ocupa el cargo de vicepresidenta. Ésa podría ser una de las razones por las que Pekín está ejerciendo presión en la zona con el objetivo de debilitar a Marcos.
MANIOBRAS TRINACIONALES
EEUU, junto con sus aliados Japón y Filipinas, se está preparado para iniciar patrullajes conjuntos en esta región del Indopacífico en respuesta a lo que los prooccidentales denuncian como movimientos agresivos y expansivos de China que conforman sus «tácticas de zona gris». Según informaciones publicadas por medios estadounidenses, la organización de «maniobras trinacionales» forma parte de un «paquete de iniciativas» que los presidentes de estos tres países tenían previsto anunciar en su primera cumbre celebrada ayer con la mirada puesta en contrarrestar la hegemonía china en el Indopacífico.
Estos medios también señalan que los tres jefes de estado, Joe Biden (EEUU), Fumio Kishida (Japón) y Ferdinand Marcos Jr. (Filipinas), firmarán un acuerdo de cooperación trilateral similar al acuerdo ya existente entre Washington, Tokio y Seúl. Desde el año pasado, ha habido varios choques en alta mar que han suscitado preocupación sobre la posibilidad de un enfrentamiento más grave que podría colocar a China y EEUU en una escalada bélica. Washington ha advertido frecuentemente a Pekín que si las fuerzas, embarcaciones o aeronaves filipinas son objeto de un ataque armado tendrá que defender a Filipinas, su socio más antiguo en Asia.
Manila y Washington han llevado a cabo varias patrullas conjuntas desde noviembre de 2023, pero esta será la primera vez que la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón participe en dicho ejercicio. Según el diario japonés “Asahi Shimbun”, se espera que los ejercicios comiencen lo antes posible, aunque por ahora no hay ninguna confirmación oficial.
REUNIÓN AL MÁS ALTO NIVEL
Precisamente la pasada semana, los presidentes de EEUU y China, Joe Biden y Xi Jinping, mantuvieron una conversación telefónica al más alto nivel de casi dos horas en la que trataron sobre las tensiones en el mar de China Meridional, la posible prohibición de TikTok en EEUU y si las sanciones estadounidenses contra China equivaldrían a una reducción de riesgos o un desacoplamiento.
Esta primera conversación directa entre ambos desde la cumbre de noviembre en California fue calificada como un «intercambio sincero y profundo» sobre asuntos de interés común por la cadena estatal china CCTV. La Casa Blanca, por su parte, aseguró que la conversación se centró tanto en las posibilidades de «cooperación» como en las «diferencias».