Iñaki Altuna
NAIZeko zuzendaria / director de NAIZ

El desequilibrio territorial jeltzale: baja en voto en Gipuzkoa pese a subir la participación

Dos datos descuadran territorialmente al PNV: solo gana en Bizkaia, cuando hace cuatro años lo hizo en los tres territorios, y en Gipuzkoa baja no solo en porcentaje, sino también en número de votos, pese a haber subido notablemente la participación.

Resultados de los partidos en el territorio de Gipuzkoa.
Resultados de los partidos en el territorio de Gipuzkoa. (NAIZ)

La noche electoral cumplió el tópico de que (casi) todas las fuerzas políticas triunfan, sin que hubiese (casi) ningún perdedor. Quizá esta vez pudiera ser que esa caricatura de la reacción de los partidos ante el resultado de las urnas se acerque bastante a la realidad, al menos entre las principales formaciones.

El PNV tenía el miedo metido en el cuerpo y logró ganar en votos y que EH Bildu no le superase en actas de parlamentario, lo que llevó a Ortuzar a utilizar la pintoresca fórmula de que habían «ganado empatando» en escaños. Mientras, las listas encabezadas por Otxandiano lograron los mejores resultados jamás cosechados por la izquierda soberanista.

Andueza, con dos escaños más, tiene una buena carta de presentación interna –para confirmar su liderazgo en el partido– y externa –de cara a negociar el nuevo Ejecutivo de Lakua–, además de propiciar una pequeña alegría al acosado Gobierno de Pedro Sánchez, después del desastre gallego y antes de las elecciones catalanas.

Incluso el PP y Vox han sacado pecho al obtener más respaldo electoral, aunque siempre dentro de sus menguadas expectativas y lejos del peso que tuvo la derecha española en tierra vasca décadas atrás.

Casi 12 puntos más de participación

Entre tanto parabién, sin embargo, conviene leer la letra pequeña, aplicando especialmente la variable de la participación, casi 12 puntos por encima de la de hace cuatro años. Eso son muchos votos más a repartir.

Solo la izquierda confederal baja en votos y en porcentaje, pero también el PNV lo hace en el tanto por ciento, al pasar del 38,7 de 2020 al 34,87 de este 21A. El resto sube en ambos conceptos, de forma espectacular EH Bildu.

Para encontrar unos resultados jeltzales aún peores en cuanto a número y porcentaje de sufragios habría que retrotraerse a 1998, la primera legislatura de Juan José Ibarretxe, que padeció la irrupción de Euskal Herritarrok, la persistencia de EA aún con cierto vigor y el empuje de unos partidos de obediencia estatal verdaderamente robustos (250.000 y 220.000 votos obtuvieron, respectivamente, el PP y el PSE en aquella cita electoral).

Efectivamente, los dirigentes jelkides tendrán que hacer un análisis más detallado de la letra pequeña de estas elecciones. Un análisis en el que seguro llamará la atención la diferencia existente entre territorios. Un dato resulta altamente significativo: pese a haber una mayor participación, en el herrialde de Gipuzkoa el PNV no solo ha bajado en porcentaje, sino que también lo ha hecho en voto total, al perder unos dos mil sufragios. La subida de votos es pequeña en Araba y más notable en Bizkaia (22.000; de ellos cerca de 9.000, en Bilbo), aunque bajan en porcentaje en todos los casos.

Un segundo dato que no puede ser soslayado es que EH Bildu ha ganado por primera vez en unas elecciones autonómicas en dos de los tres territorios, en Araba y Gipuzkoa, y que el PNV solo lo ha hecho en Bizkaia.

Al parecer, el sprint final para intentar contener la progresión de EH Bildu, con la utilización también del comodín de ETA, ha funcionado sobre todo en Bizkaia, donde en el caso jeltzale el anacrónico término de ‘feudo’ sigue siendo aún pertinente, aunque también ahí, cabe matizar, el soberanismo de izquierda ha crecido mucho más en número de votos. Tampoco se puede hablar de todo el territorio, pues más localidades que nunca se han decantado por EH Bildu en estos comicios. En casi medio centenar de municipios de los 113 existentes la formación soberanista ha sido las más votada.

Destaca el peso de Bilbo. Como señala hoy en redes sociales el analista Jon Ansa, solo en la capital vizcaina el PNV aventaja a EH Bildu en 27.766 votos, y en toda la CAV, en 28.819. La lectura parece bastante clara.

Pudiera decirse que el desequilibrio territorial –inherente al proyecto político jeltzale, que circunscribir su cosmovisión política sobre todo a tres de los siete territorios vascos– se ha agudizado un tanto dentro de su marco de referencia, la Comunidad Autónoma Vasca.