«Hemos celebrado 3.260 eventos que han tenido un impacto de 1.800 millones de euros»
El Bilbao Exhibition Centre (BEC) ha cumplido este mes de marzo su 20 aniversario convertido en un referente no solo ferial, sino también en la organización de espectáculos culturales y convenciones. Su director, Xabier Basañez, valora muy positivamente este recorrido.
A 20 años de su inauguración, ¿qué representa para Bilbo y Bizkaia tener un espacio de la magnitud del BEC?
El BEC forma parte del proceso de transformación que ha vivido el Bilbao metropolitano, Bizkaia y Euskadi. Veníamos de una antigua Feria de Muestras de Bilbao que se quedaba obsoleta, y creamos una infraestructura acorde a los nuevos tiempos, para albergar los eventos del siglo XXI. Además, había un mundo cada vez más cambiante, por ejemplo, en materia de conciertos y espectáculos.
Ese impacto se puede apreciar cada año en los datos económicos que generamos. De igual forma, no se podría mantener en Euskadi una feria como la Feria Bienal Internacional de Máquina-Herramienta, tan importante para la industria vasca. A nivel lúdico y cultural, no hubiésemos tenido grandes conciertos de artistas internacionales, que hasta hace unos años solían ofrecer conciertos solo en Madrid y Barcelona. El BEC es un proyecto vanguardista que sigue estando en auge y que todavía tiene mucho recorrido.
Tirando del símil futbolístico, hace unos años mencionaba que Ifema y Fira eran recintos de Champions. ¿Ha alcanzado el BEC ya a estos recintos?
Por detrás de Ifema y Fira, que están un poco por encima del resto, lo seguiría situando en los puestos altos de la clasificación. Además, es importante destacar que tomamos parte de la AFE, la Asociación de Ferias Españolas, de la que también soy presidente, y de la APCE, la Asociación de Palacios y Congresos. A nivel europeo, algunas de nuestras ferias están reconocidas a nivel internacional por parte del ICEX, lo que nos da un sello de calidad para que los expositores acudan a nuestras ferias con mayor garantía de éxito.
En calidad de presidente de la Asociación de Ferias Españolas, ¿qué importancia diría que ha tenido el BEC en el impulso del sector?
El BEC ha contribuido en el desarrollo de sectores industriales estratégicos para Euskadi, gracias a la existencia de las correspondientes ferias en estos sectores. Eso ha tenido una gran importancia en el desarrollo de la actividad ferial. Desde Bilbao siempre hemos estado apoyando al sector, como demuestra el hecho de que tomara parte en la creación de la Asociación de Ferias Españolas hace 60 años.
El BEC no solo es un espacio ferial, sino que también actúa como punto de referencia para la población vizcaina y vasca con numerosos eventos.
Todos tenemos marcados en nuestro calendario el Parque Infantil de Navidad (PIN), por el que han pasado generaciones y generaciones de niños, o salones dedicados al ocio, como puede ser Expovacaciones, dedicada al turismo, o Tendencias Creativas, la feria Retro Clásica Bilbao… Tenemos una amplia oferta contando, además, con el tema musical y de espectáculos en el Bizkaia Arena.
¿Cómo ha cambiado el BEC el panorama cultural y musical vasco?
Gracias a la creación del BEC, existe otra plaza en el Estado, otro polo de atracción para todo tipo de actividad, también el ocio. El Bizkaia Arena ha abierto la puerta a grandes artistas internacionales y, en cierta medida, también ha apoyado a grupos vascos que han desfilado por aquí los últimos años, como las giras de despedida de Berri Txarrak, La Polla Records, Hertzainak, el ZEID Fest… Gracias al BEC tienen la oportunidad de actuar aquí.
A su vez, el BEC ha representado un cambio en la forma en que consumimos la cultura, pasando de las salas pequeñas a macroconciertos, permitiendo una mayor afluencia de público a eventos que antes eran más limitados.
Tiene que ver con un cambio de paradigma tras la pandemia, en el cual el ocio y la cultura pasan a valorarse más, y la gente está dispuesta a pagar más para ir a conciertos, así como viajar, ir a comer fuera… El año pasado, de 26 eventos, hicimos 17 ‘sold out’. También cabe mencionar que el Bizkaia Arena tiene capacidad para 15.000 o 20.000 personas, pero que hace unos años creamos la Sala Cubec para albergar conciertos de menor tamaño, hasta 5.000 personas, de manera que podemos abarcar todo tipo de conciertos.
El BEC ha sido escenario habitual de eventos deportivos, e incluso ha sido en más de una ocasión como pabellón de baloncesto, incluso en el Mundial de 2014. ¿Está previsto recuperar esta faceta próximamente?
Seguimos trabajando para traer este tipo de eventos, aunque son más complejos porque dependemos de la colaboración con las instituciones. Es decir, no son como un concierto organizado por un promotor privado y que calcula vender un número determinado de entradas para ver si va a ser rentable. En el caso del deporte, suelen estar involucradas las instituciones: ayuntamientos, la Diputación de Bizkaia o incluso el Gobierno Vasco, como en el caso del Tour. Depende de que existan eventos que se muevan o por los que las ciudades puedan presentar sus candidaturas, como los casos del baloncesto. Si bien se ha intentado con otros deportes, como el tenis, pádel o voley, finalmente no han salido.
El edificio del BEC cuenta con 1.800 placas solares que suministran el 18% de su consumo. ¿Cuál ha sido la evolución energética del recinto en el camino hacia la sostenibilidad y el autoconsumo?
La sostenibilidad es algo que llevamos en el ADN desde siempre, como demuestra que sea uno de nuestros ocho objetivos estratégicos. En el ámbito medioambiental, tenemos un Plan de Sostenibilidad para los próximos años que atañe a la energía, la gestión de residuos, la movilidad, la digitalización, la responsabilidad social corporativa…
Recientemente, hemos cambiado todo el alumbrado del BEC, que puedo asegurar que son muchas bombillas, y hemos instalado electrolineras para los usuarios del parking. Además, ya en 2005, instalamos en el tejado la mayor planta solar en cubierta de Euskadi y que ahora vamos a ampliar. Concretamente, el 53% de la energía consumida en BEC proviene de fuentes renovables y la ampliación de la planta solar fotovoltaica es una pieza clave de este apartado.
A nivel económico, ¿cómo ha cambiado la situación del BEC respecto al periodo 2008-2015?
El arranque del BEC, entre 2004 y 2009, se produce en un momento de crisis económica, aunque cuando más nos afecta a nosotros es entre 2010 y 2013. A partir de 2014, observamos un crecimiento de la actividad y una mejora de los resultados económicos, que esperábamos culminar en el bienio 2019-2020. Sin embargo, la pandemia nos hizo retroceder varias casillas, y el resultado positivo que se esperaba para 2020 se prevé ahora para 2025 o 2026, cuando estaríamos hablando de la consolidación de la actividad económica.
Para finalizar, ¿cómo valora el trabajo realizado en estos 20 años?
El resultado de la operación es hiperpositivo. Si tiramos la vista atrás, vemos que hemos celebrado cerca de 3.260 eventos de muchos sectores y ámbitos profesionales, y eso nos llena de satisfacción. En total, han pasado por el BEC 19 millones de visitantes en ferias, congresos y espectáculos. Eso ha generado un impacto económico para Euskadi de más de 1.800 millones de euros. Es la forma de devolver la inversión que realizaron las instituciones que apostaron por arrancar este proyecto en 2001.