El proyecto de parque eólico que promueve la empresa Euskal Haize SL en los municipios de Sopuerta y Artzentales presenta, según la plataforma Enkarterri Bizirik, «graves irregularidades» en materia de urbanismo, medio ambiente y patrimonio cultural. Esa conclusión viene avalada además por diversos informes de la Diputación de Bizkaia que inciden en el impacto negativo que tendría esa infraestructura energética sobre el medio natural.
A la espera de que el Ejecutivo de Lakua resuelva si concede permiso o no para la instalación de ocho aerogeneradores con una potencia de 49 megavatios en los cordales de los montes de Mello y Alen, Enkarterri Bizirik ha detectado «graves irregularidades» que ponen en entredicho su viabilidad.
Así, se advierte que la implantación de este parque eólico incumple las Normas Subsidiarias de Sopuerta, incidiendo en que carece de soporte territorial y urbanístico, al no estar amparado por el Plan Territorial Sectorial Eólico vigente, por lo que su desarrollo requiere de un Plan Especial en suelo no urbanizable específico.
Los opositores añaden que los promotores no han solicitado un informe vinculante de la administración forestal, algo que es preceptivo al situarse la mayor parte de las instalaciones en Montes de Utilidad Pública. Apuntan a que el Plan Territorial Sectorial Forestal obliga a disponer de ese documento.
Se indica que el parque, que afecta a 34,2 hectáreas de ocho áreas de especial interés paisajístico, incumple las objetivos de calidad y determinaciones asociadas a tal caracterización. El Plan Territorial Parcial recoge el área con valor natural y cultural de las cumbres de Ventoso-Betaio-Alen y monte Mello como Áreas de Especial Interés Paisajístico del área funcional de Balmaseda-Zalla.
Asimismo, en las determinaciones del paisaje se incluye la preservación de la morfología originaria del territorio en las zonas de Alen y Las Muñecas. «El proyecto planteado dista de mantener la morfología originaria del cordal Alen-Las Muñecas-Mello, por lo que quedaría en entredicho el adecuado cumplimiento de las determinaciones del paisaje del área funcional», sostienen desde Enkarterri Bizirik.
Otro aspecto que sobresale es el del impacto sobre especies protegidas, como es el caso del alimoche, que vería desaparecer lugares de reproducción y pone en riesgo su estado de conservación, contraviniendo el Plan Conjunto de Gestión de Aves Necrófagas.
«La ubicación propuesta para los aerogeneradores dentro del perímetro de 10 kilómetros en torno a tres áreas críticas para el alimoche y dentro de la IBA 422 generaría una grave afección sobre la especie, pudiendo concluirse que el estado de conservación de la especie pueda empeorar por una disminución de su área de distribución natural derivada del abandono de lugares de nidificación y la pérdida de territorios», se expone.
Los aerogeneradores, además, pueden provocar la colisión y electrocución en líneas eléctricas de alta tensión de avifauna en el entorno de la cima del Alen.
Informes forales
Esas alarmas no solo parten del movimiento ciudadano y ecologista, ya que técnicos forales han emitido también varios informes en los últimos meses que concluyen que el peligro para el alimoche es real y que la instalación de los aerogeneradores es «inasumible» en el hábitat de esta especie necrófaga que está en peligro de desaparición en Bizkaia. Es más, advierten de la dimensión del daño que puede causar la infraestructura, no solo al alimoche sino a otras aves como el milano real y buitre leonado, o colonias de murciélagos «con algún grado de protección y amenaza».
Desde el punto de vista de la preservación del patrimonio cultural, Enkarterri Bizirik señala que el parque, así como su infraestructura de evacuación, afecta a 50 yacimientos arqueológicos, 53 elementos arquitectónicos y 12 bienes culturales existentes, algunos de ellos con categoría de Conjunto Monumental. Citan, como ejemplo, que la estación megalítica de Alen-Arribaltzaga quedaría encajada entre dos aerogeneradores.
Desde la plataforma mencionan que la Ley de Patrimonio Cultural prohíbe la instalación de elementos que originen contaminación visual o acústica sobre los bienes culturales, lo que entienden que el proyecto de Euskal Haize SL incumple.
También denuncian los opositores que el parque de Sopuerta-Artzentales afectaría gravemente a recursos turísticos, como senderismo de montaña en la zona de Mello, Ventoso, Betaio y Alen, vías verdes ciclables o áreas recreativas.