Segunda excavación infructuosa en busca de ‘Naparra’ tras siete años de dilaciones

Siete años después de la primera excavación para tratar de recuperar los restos de ‘Naparra’, desaparecido hace casi 44 años, las autoridades francesas hicieron un segundo intento en la zona de Las Landas entre los días 22 y 24 de abril y el resultado fue igualmente negativo.

A la derecha, Eneko Etxeberria, hermano de ‘Naparra’, presencia las labores de excavación.
A la derecha, Eneko Etxeberria, hermano de ‘Naparra’, presencia las labores de excavación. (NAIZ)

El paradero de los restos del militante de los Comandos Autónomos Anticapitalistas José Miguel Etxeberria, ‘Naparra’, desaparecido en junio de 1980, sigue siendo una incógnita. Siete años después del primer intento, las autoridades francesas realizaron entre los pasados días 22 y 24 de abril una segunda excavación en una arboleda ubicada entre las localidades landesas de Brocas y Labrit, cuyo resultado fue también negativo.

Así lo han dado a conocer, en una rueda de prensa en Iruñea, Eneko Etxeberria, hermano de ‘Naparra’, y el historiador Iñaki Egaña, junto a la fundación Egiari Zor.

El origen de estas actuaciones está en un informe pericial elaborado en agosto de 2016 por el forense Paco Etxeberria en base al testimonio de un supuesto exagente del CESID, donde se identificaban dos posibles lugares de enterramiento, que fueron señalados como ‘A’ y ‘B’. Ese trabajo resultó determinante para que el juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno reabriera el caso, que había sido sobreseído en 2004, y emitiera una primera comisión rogatoria.

Tras siete meses de investigación, las autoridades francesas llevaron a cabo el 4 de abril de 2017 una primera excavación que se limitó exclusivamente a la zona ‘B’. Han tenido que pasar seis largos años desde que el juez Moreno dictara una segunda comisión rogatoria para que se buscara en el sitio ‘A’, y el resultado fue también negativo.

Las labores de búsqueda se desarrollaron en una zona entre las localidades landesas de Labrit y Brocas. (NAIZ)

La búsqueda, según han detallado, comenzó a las 9.00 del pasado 22 de abril y se prolongó hasta las 18.00 del día 24. Fue realizada por una unidad del Ejército francés bajo la dirección de la Gendarmería francesa y se emplearon diversos medios tecnológicos de rastro y detección, además de una pala excavadora. Las labores fueron supervisadas in situ por Eneko Etxeberria, en representación de la familia, por Paco Etxeberria y también estuvo allí Iñigo Iruin, abogado de la familia.

1.200 metros cuadrados

Excavaron una zona de alrededor de 1.200 metros cuadrados y se peinó con detectores una superficie aún mayor. «Como consecuencia de los lógicos cambios producidos en el bosque en el largo tiempo transcurrido desde la desaparición de José Miguel Etxeberria, es difícil precisar el lugar exacto donde se pudieran encontrar los restos, ya que las indicaciones y referencias de que se disponían no han servido para concretarlo», han apuntado en la comparecencia.

Las autoridades dieron por concluido el trabajo a las 18.00 del día 24, y así se lo comunicó a la familia el coronel de la Gendarmería responsable del operativo, que también les dijo que redactarían un informe detallando todo el trabajo realizado y que sería puesto en conocimiento de la Audiencia Nacional española.

«Esta es la situación en la que nos encontramos a día de hoy», ha indicado el hermano de ‘Naparra’, que ha añadido que no pueden todavía realizar una valoración de las «posibles derivadas que pudieran darse en un futuro próximo, pues estas escapan de nuestras manos».

«La decisión que adopte el Juzgado de Instrucción –ha destacado– condicionará indudablemente las actuaciones futuras que se puedan realizar por nuestra parte para conseguir lo que perseguimos desde hace tanto tiempo: recuperar y traer a casa los restos de José Miguel, así como conocer la verdad de lo ocurrido y el acceso a la justicia de la que somos acreedores de pleno derecho».

Ley de Secretos Oficiales

«En estos días en el Estado español se ha abierto el debate en torno a la regeneración democrática que quedó pendiente en la Transición del 78, reclamamos de una vez por todas la derogación de la franquista Ley de Secretos Oficiales de 1968 y su sustitución por una que esté acorde a los estándares internacionales oficiales sin ningún tipo de ambages», ha añadido Etxeberria.

Finalmente, la familia ha querido manifestar su «más sincero agradecimiento a todas las personas que durante todos estos años nos han mostrado su incondicional apoyo y colaboración». Etxeberria citado expresamente a la labor que desde 2014 ha realizado todo el equipo que conforma el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU: «El seguimiento que han realizado y siguen haciendo en la actualidad es merecedor de nuestro aplauso».

 

«44 años pesan y no tengo por qué dejarle esta mochila a mi hijo»

Eneko Etxeberria, en el centro de la imagen, en la comparecencia en Iruñea. (Iñigo URIZ | FOKU)

Eneko Etxeberria ha explicado que, tras la primera intentona de 2017, lo más duro fue volver a casa y tener que contarle a su madre, Celes Álvarez, que no habían encontrado a José Miguel. Su padre, Patxi Etxeberria, falleció en 2006, y por tanto, no pudo ni tan siquiera saber de aquella excavación. Tampoco vio cómo la ONU admitió a ‘Naparra’ como víctima de desaparición forzada.

Pero esta ocasión ha sido distinta. «Ama se nos murió en noviembre de 2018 y aita en 2006, por lo que esta vez no había opción de darles malas noticias», ha contado Etxeberria, que por esa parte ha vivido este episodio con una mayor tranquilidad.

También es cierto, si bien siempre hay lugar para la esperanza, no eran muy optimistas sobre la opción de que pudieran recuperar los restos de José Miguel.

En este sentido, no ha querido dejar pasar la opción para volver a hacer un llamamiento público a quien pueda tener cualquier tipo de información sobre este caso –«Habrá gente por ahí que sepa»–. «44 años pesan y lo que siempre estoy diciendo: no tengo por qué dejarle esta mochila a mi hijo. Ya es hora de que vayan saliendo todos estos casos, no solo el nuestro».

«Jodidillos estamos, pero sobre todo porque ya va siendo hora. Son unos huesos ¿eh? Son unos huesos, pero harían mucho», ha concluido.