Pese a estar constituidos en ambos casos por representantes de PNV y PSE, Ayuntamiento de Donostia y Diputación de Gipuzkoa han entrado en disputa por una cuestión aparentemente técnica y menor: si los autobuses Lurraldebus, dependientes de la institución foral y que conectan Donostia con el resto del herrialde, deben parar dentro de la estación o en una parada exterior, como ocurre ahora.

La polémica se inició el martes, cuando la diputada de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio, Azahara Domínguez (PSE), denunció en un comunicado lo que entiende como «expulsión» de estos autocares del Paseo García Lorca (vía de salida de la ciudad a través de la estación de Renfe o del Norte).

Domínguez afirmó que el Ayuntamiento es la «institución competente» en la gestión de las paradas de autobús dentro de la ciudad y ha remarcado que «en ningún momento se ha ofrecido alternativa alguna», pese a haberlo solicitado «reiteradamente».

La diputada foral considera que la estación de autobuses «no es una alternativa real» porque los vehículos de Lurraldebus «no pueden realizar el giro dentro de la terminal y el volumen de los mismos supondría bloquear la propia estación».

Domínguez añadió que, «según el borrador del Plan de Movilidad Sostenible», el Ayuntamiento «quiere sacar a Lurraldebus de la capital» y llevarlo «a las afueras de la capital, concretamente a las zonas de Benta Berri/Igara y Herrera». Y lo tildó de «discriminatorio», además de apuntar que «no es la primera vez que el Ayuntamiento intenta expulsar de la ciudad el servicio de autobús interurbano».

Consistorio: «Fantasmas del pasado»

La respuesta del Ayuntamiento que lidera Eneko Goia ha llegado este miércoles, a través de la homóloga municipal de Azahara Domínguez, la consejera de Movilidad y Transporte Sostenible, Olatz Yarka. Se ha declarado «sorprendida» por esa acusación y ha afirmado que la diputada «falta a la verdad».

Yarza apunta que tras quejas de los vecinos del citado Paseo García Lorca, desde el Ayuntamiento se ha hecho análisis de la situación y que se ha concluido que «en ese punto se dan situaciones que generan conflictos, tanto con las personas residentes como para la seguridad vial de la zona», por lo que «se han propuesto diversas alternativas a la Diputación».

La concejala añade que ello nada tiene que ver con el Plan de Movilidad, por lo que «se están trayendo a colación fantasmas del pasado que no se justifican con la realidad actual».

Entre medio, la portavoz de Diputación, Irune Berasaluze, del PNV, ha intentado quitar hierro al asunto apostando por el diálogo entre ambas instituciones: «Lo que hay que hacer es trabajar para buscar una solución».