Cita con unos comicios que definirán el rumbo de la UE
La Unión Europea culmina hoy unas elecciones marcadas por la abstención y ensombrecida por un apoyo creciente a los partidos de extrema derecha. Un total de 370 millones de ciudadanos y ciudadanas están llamadas a votar en una jornada que definirá la cúpula de las instituciones europeas y su rumbo.
Tras iniciarse el viernes los comicios en Países Bajos, Irlanda y la República Checa, ayer se sumaron Italia, Letonia, Malta y Eslovaquia. El resto de la UE, con un total de 370 millones de personas llamadas a acudir a las urnas, lo hará hoy en unas elecciones europeas marcadas por una alta abstención que puede catapultar a la extrema derecha y condicionar la gran coalición entre conservadores, socialdemócratas y liberales.
Además del auge ultra, existen temas prioritarios que han dominado la campaña, como la situación en Ucrania y el posible rearme europeo, el genocidio perpetrado por Israel en Gaza, las relaciones geopolíticas con China y EEUU, la política migratoria o el Pacto Verde Europeo. Todas esas cuestiones dependerán de la futura composición del Parlamento Europeo, único órgano de la Unión Europea (UE) que se elige mediante elección directa y la institución que, junto con el Consejo de la UE –formado por los Estados –, se encarga de dar forma y aprobar la legislación del club comunitario.
La distancia percibida respecto a la Eurocámara y la falta de una identidad europea clara contrasta con la creciente interdependencia entre la legislación estatal y la europea. Por ejemplo, el 53% de las leyes en el Estado español provienen de reglamentos y directivas acordadas en Europa. Durante la actual legislatura se han adoptado normativas variadas, desde la ley del cargador universal hasta temas más cruciales como la regulación de la inteligencia artificial, medidas climáticas y la reforma del mercado eléctrico.
El número de eurodiputados por cada país no es exactamente proporcional a su población, sino que los países más pequeños tienen más de los que les tocaría por el sistema de proporcionalidad regresiva. En cualquier caso, ningún país puede tener menos de 6 (los que tienen Malta, Luxemburgo y Chipre) ni más de 96 eurodiputados, los que tiene Alemania. Por detrás, el Estado francés tiene 81 e Italia se sitúa en tercer lugar, con 76 eurodiputados, mientras que el Estado español ocupa el cuarto puesto con 61 asientos.
En total, 720 eurodiputados divididos en siete grupos políticos: el Partido Popular Europeo; la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas; Renovar Europa, en el que están el PNV y Ciudadanos; los Verdes/ALE, con ERC y el BNG; La Izquierda, con Unidas Podemos y EH Bildu; y los dos partidos de la extrema derecha: los Conservadores y Reformistas (ECR), en el que se enmarca Vox, e Identidad y Democracia (ID). También hay algunos eurodiputados que no pertenecen a ningún grupo político y que forman parte de los “no inscritos”, como ha sido el caso de Junts per Catalunya y Carles Puigdemont durante la última legislatura.
El pronóstico del Consejo Europeo sobre Relaciones Exteriores (ECFR) sugiere un cambio significativo hacia la derecha en los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo. Los partidos conservadores y socialdemócratas continúan perdiendo terreno, mientras que las formaciones de extrema derecha ganan fuerza al imponerse en hasta nueve Estados miembros. De acuerdo a las encuestas, el grupo liberal de Renovar Europa (Renew) se enfrenta a un pronóstico desalentador de pérdida de votantes en toda Europa. El Estado francés, que solía ser el bastión de Renew bajo la presidencia de Emmanuel Macron, ahora parece ser el terreno donde podría sufrir una derrota significativa frente al Rassemblement National de Marine Le Pen.
Las elecciones europeas se caracterizan por una baja participación, excepto cuando han coincidido con otras elecciones, y la mitad de los votantes podrían optar por la abstención frente a una extrema derecha que suele movilizar a sus electores en estos comicios. De acuerdo con las proyecciones, los partidos ultraderechistas obtendrán la victoria en ocho países (aparte del Estado francés, en Austria, Bélgica, República Checa, Hungría, Italia, Polonia y Eslovaquia), y ocuparán el segundo o tercer lugar en otros nueve (Bulgaria, Estonia, Finlandia, Alemania, Letonia, Portugal, Rumanía, Suecia y Estado español). En Países Bajos, las encuestas también auguraban una victoria para el ultraderechista Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders, pero los sondeos a pie de urna apuntaban el viernes que la lista de verdes y socialdemócratas, GL-PvdA, habría ganado con 8 de los 31 asientos asignados al país.
Pactos de Von der Leyen
Según ‘Politico’, el PPE mantendría la primera posición obtenida en el año 2019, seguido por los socialdemócratas. El principal efecto de las elecciones debería ser el nombramiento de un líder conservador para la Comisión Europea (CE), pero aquí es donde comenzarán las negociaciones. La renovación de la Gran Coalición entre el PPE, Renovar Europa y el S&D podría estar en peligro si no logran alcanzar los 361 votos necesarios para la mayoría absoluta. Aunque probablemente los números den, no existe la disciplina de voto en la Eurocámara y en 2019 Ursula Von der Leyen salió elegida con solo nueve votos por encima de la mayoría necesaria.
En este sentido, la candidata del PPE a renovar el cargo ha trazado su línea roja sobre «los amigos de Putin» y el «estado de derecho», y ha tendido la mano a Giorgia Meloni por si necesita sus votos o desea impulsar leyes conservadoras. La primera ministra italiana es agasajada por la derecha, pero también por otros partidos de extrema derecha. Su grupo, ECR, ya maniobra para un posible supergrupo junto a integrantes de ID, como la formación de Le Pen, en aras de condicionar las decisiones de la futura CE y Eurocámara.
No obstante, el nombramiento de un presidente de la CE basado simplemente en los resultados de las elecciones europeas no es realista. Es el Consejo Europeo el que tiene peso en esta decisión, y el Estado francés, Alemania y Estado español tienen gobiernos liberales y socialdemócratas, por lo que podrían bloquear una Comisión y el nombramiento de altos cargos demasiado escorados hacia la extrema derecha. Entre el 27 y 28 de junio, los estados miembros se reunirán en Bruselas, de donde saldrá un candidato y, más tarde, el 16 de julio, se celebrará el primer pleno del nuevo Parlamento.
Además, el presidente del Consejo Europeo, el liberal Charles Michel, quien ha sido muy crítico con Von der Leyen, lidera el proceso de reparto de altos cargos, incluida la decisión de los líderes de la UE sobre un posible segundo mandato de la exministra alemana. Michel ha pasado semanas recorriendo Europa para consultar con primeros ministros y presidentes, muchos de los cuales han criticado a Von der Leyen por exceder sus competencias, filtrar decisiones a la prensa y alinearse con Benjamin Netanyahu después del 7 de octubre y no respetar la postura habitual de la UE en términos de apoyo al derecho internacional humanitario, entre otros asuntos. En este contexto, Mario Draghi ya se perfila como posible sustituto de Von der Leyen, y Giorgia Meloni podría apoyar su candidatura. A partir de mañana, se empezarán a definir los equilibrios políticos de la nueva legislatura europea.