Lo anunció la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Nerea Kortajarena, ayer por la mañana en una entrevista en Euskadi Irratia. La Mesa Política de la formación decidió el lunes presentar la candidatura de Pello Otxandiano al pleno de investidura del próximo 20 de junio. Busca mostrar que hay una alternativa al mantenimiento del statu quo que representa la coalición PNV-PSE y su líder Imanol Pradales, que estos días están cerrando su pacto.
Otxandiano no tiene posibilidades de ser elegido, puesto que se enfrenta a una mayoría absoluta, pero Kortajarena explicó que EH Bildu quiere provocar en ese pleno el «debate» que no ha tenido lugar después de las elecciones, porque la mayoría PNV-PSE está buscando desplegar la investidura «como un mero trámite». «Estas formas de hacer tienen que cambiar», aseguró.
Después de la entrevista, una nota de EH Bildu desarrolló lo expuesto por Nerea Kortajarena. Detalló que «en estas siete semanas, el candidato a lehendakari de EH Bildu, Pello Otxandiano, siguiendo su propuesta de Gobiernos con propósito y colaborativos, extendió la mano para, además de compartir análisis político del escenario posterior al 21 de abril, para buscar los puntos de encuentro y ahondar en ellos, priorizando siempre el bienestar de los y las ciudadanas. Lo único que se ha recibido como respuesta en estas siete semanas es el postergar esos encuentros alegando «falta de tiempo» por parte del candidato jeltzale Imanol Pradales.
La nota incidía en que «ante la falta de seriedad, el incumplimiento de la palabra dada en la campaña electoral, la política de continuidad que están llevando a cabo y la construcción de unos acuerdos y Gobiernos excluyentes, y teniendo en cuenta que EH Bildu y PNV tienen el mismo número de escaños, la Mesa Política de EH Bildu ha llegado a la clara conclusión de que en esta situación no es una opción no presentar al candidato que represente un proyecto de país y alternativo al statu quo». EH Bildu añadió que «la Mesa Política entiende que la pauta de actuación de PNV y PSE evidencia su necesidad: convocaron una sesión de investidura de lehendakari como un mero trámite, sin presentar proyecto alguno ni fondo político que lo orientará. EH Bildu no va caer en la irresponsabilidad de convertir el mandato popular evidenciado en las urnas en un mero trámite cosmético, sino que va a impulsar un debate sobre el estado de la situación en Gipuzkoa, Araba y Bizkaia».
Pacto de PNV y PSE
Entre tanto, PNV y PSE avanzan en los pasos para cerrar su pacto de Gobierno que llevará a Imanol Pradales a Ajuria Enea. Pasadas las nueve de la noche del lunes, ambos partidos remitieron un correo electrónico a los medios en los que anunciaban que habían «alcanzado un preacuerdo programático para constituir un Gobierno Vasco de coalición sobre las ‘Bases para el Acuerdo para avanzar en bienestar, progreso, autogobierno y la transformación’».
Se trataba de un documento genérico de once folios que, según han comunicado desde estas formaciones, se completará y concretará en un programa más amplio que los principales dirigentes de PNV y PSE suscribirán la víspera del pleno de investidura.
En 2020, el preacuerdo de cinco folios se dio a conocer el 27 de agosto. Después, el 1 de setiembre se firmó un programa de 91 páginas titulado ‘Acuerdo para la reactivación económica y el empleo desde la defensa de los servicios públicos y las políticas sociales, sobre la base de más y mejor autogobierno». Lo rubricaron en el Parlamento el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, con el entonces lehendakari y candidato, Iñigo Urkullu, ejerciendo como testigo. Se dieron dos circunstancias excepcionales. Por causa de la pandemia, no hubo contacto entre los protagonistas del acto. Y no se sabe muy bien por qué, el documento no se hizo público, a la espera de que lo desarrollara Urkullu al día siguiente durante el pleno de investidura.
El preacuerdo alcanzado en esta ocasión por PNV y PSE debe ser refrendado por los partidos. En el caso de los jeltzales, tendrán que convocar una asamblea general –que habrá que ver como discurre dada la situación interna del partido tras los últimos resultados electorales– mientras que el PSE lo someterá a una consulta entre los próximos días 13 y 15 por vía telemática y 17 de forma presencial.
«Nuevo» pacto estatutario
En diversos medios se ha destacado que el preacuerdo de bases incluye el compromiso de alcanzar «un nuevo pacto estatutario». Este comportamiento periodístico tiene difícil explicación, puesto que el acuerdo de los cinco folios de 2020 ya recogía textualmente su intención de «lograr un nuevo pacto estatutario para una nueva generación».
En este contexto, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, declaró ayer en Radio Euskadi que este nuevo estatuto podría aprobarse «bastante antes de finales de 2025, como ya se recogía en el pacto de investidura firmado por el PNV con el PSOE. Además, dijo que cree que, si se alcanza un acuerdo amplio en la CAV, no habrá problema para el visto bueno en Madrid con los partidos que apoyan al Gobierno de Pedro Sánchez.
Según Ortuzar, «hay consensos suficientemente sólidos y de amplísima base para poder plasmarlos ya en un texto. ¿Dónde tenemos el asunto? Como siempre, en los temas simbólicos, en cómo se llama Euskadi, si es una nación; si es una nación, qué derechos políticos le corresponden; en caso de conflicto, quién arbitra las discrepancias entre Madrid y Euskadi para que el juicio sea justo».
Por su parte, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, destacó que el preacuerdo con el PNV es «muy relevante», porque engloba la reforma estatutaria «dentro de la legalidad vigente», (también se recogía en 2020) con la «gran noticia de que cerramos la puerta a aventuras que la inmensa mayoría no desea».
Apuntó que «gran parte» del trabajo, «el 90%», ya está hecho desde hace dos legislaturas con las bases acordadas en la Ponencia de Autogobierno. «Si ahora no tenemos un nuevo Estatuto es porque los independentistas y nacionalistas lo echaron al traste con su obsesión independentista y no reconocer la pluralidad», aseguró.