La Fiscalía acusa a la macrogranja de Valle de Odieta en Caparroso de un delito contra el medio ambiente por un vertido ilegal en 2021, según informa ‘Diario de Navarra’. Esta actuación provocó la muerte de fauna en una balsa de Martzilla, en un entorno protegido.
Las diligencias judiciales se iniciaron por una denuncia de la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas en el Juzgado de Instrucción número 1 de Tafalla por un episodio de contaminación que supuestamente se produjo como consecuencia de regar con digestatos resultantes del proceso de biometanización las parcelas agrícolas cercanas a la explotación de Valle de Odieta en Caparroso.
El juez vio indicios de delito y ahora, concluida la investigación, la Fiscalía pide para dos encargados de controlar los vertidos cuatro años y medio de prisión, 4.800 euros de multa y nueve meses de inhabilitación para trabajos relacionados con la ganadería. Además, solicita una multa de 75.000 euros para la empresa. El juicio por estos hechos se celebrará próximamente en Iruñea.
Riego con digestato
El escrito de acusación recoge que Valle de Odieta riega con digestato campos que tiene para suministrar forraje a la macrogranja y añade que esta práctica «debe de hacerse con precaución», ya que contiene nitratos, fósforos y metales pesados que «pueden afectar de forma grave a la calidad de las aguas y a la fauna y vegetación afectadas por el riego». El digestato es un material que se genera a partir de los purines y heces de las vacas de la macrogranja.
La Fiscalía añade que Valle de Odieta modificó el sistema de riego autorizado por el Gobierno navarro y que sin disponer de autorización administrativa «sustituyó los camiones cisternas por pivotes y aspersores móviles para el riego de las parcelas que siembra».
Entre las parcelas que Valle de Odieta regó con este sistema se encuentra un terreno de Martzilla que tiene una acequia que desemboca en la balsa del Sotillo, que es un espacio protegido. El escrito de acusación señala que en 2021 la empresa regó esta parcela «sin adoptar las medidas de precaución adecuadas», por lo que «provocó un exceso de riego que ocasionó un encharcamiento». Este exceso de agua con digestato llegó hasta la balsa del Sotillo, matando a la fauna del entorno.