Daniel   Galvalizi
Periodista
Entrevista
Guillermo Fernández Vázquez
Investigador, autor de ‘Qué hacer con la extrema derecha en Europa’

«En Bruselas habrá una fusión de la ultraderecha que influirá en el PPE»

El investigador y especialista en extrema derecha europea Guillermo Fernández Vázquez señala que los conservadores tendrán esta legislatura «la tentación de, si no les hacen caso los socialdemócratas, pactar con los ultras. Y eso derechizará toda la política» en la UE, considera.

Guillermo Fernández Vázquez, investigador y experto en extrema derecha europea.
Guillermo Fernández Vázquez, investigador y experto en extrema derecha europea. (Europa Press)

El ascenso de la extrema derecha en la UE ha quedado consagrado en los comicios del domingo pasado. Especialmente por haber alcanzado la posición de fuerza más votada en Francia e Italia y el segundo lugar en Alemania. Los grupos Conservadores y Reformiastas (CR) e Identidad y Democracia (ID), que aglutinan a casi todos los ultras, van camino a una «reconfiguración» para crear un grupo más numeroso y potente en la Eurocámara, sin los alemanes ni los cercanos a Rusia. Así lo pronostica el profesor e investigador de la Universidad Carlos III Guillermo Fernández Vázquez.

Autor de ‘Qué hacer con la extrema derecha en Europa’ (Ed Lengua de Trapo, 2019), el académico explica en entrevista con NAIZ las diferencias y procesos internos de un espectro social hasta no hace mucho marginal y que hoy tiene más influencia que nunca desde la Segunda Guerra Mundial.

¿Creció tanto la ultraderecha o en realidad lo que nos impacta es que fue la más votada en Francia e Italia?

Porcentualmente sí ha crecido, ahora tiene el 25% de los escaños del Parlamento Europeo y en la legislatura anterior tenía el 19%, pero creo objetivamente que su crecimiento no es homogéneo, no es lineal. Mucha gente piensa que su subida es exponencial y se parece a una burbuja que crece y explota. Hay países como Italia, Francia, Bélgica, Hungría, Eslovenia y Austria donde la ultraderecha ya es primera fuerza desde antes y en otros es algo novedoso. Por ejemplo, en Francia el partido de Marine Le Pen ya ganó las europeas de 2014 y las de 2019, es verdad que con muchos matices porque en 2014 gana por poco margen y ahora casi dobla a la segunda fuerza. Lo de Francia es muy grave porque la gente se fija en Le Pen pero hay otra candidatura de extrema derecha que es la del partido de Marion Maréchal, sobrina de Le Pen, que tuvo 5%, y entre las dos suman más del 35% y es una barbaridad. Maréchal es más radical y más burguesa.

Según se observa en los resultados, hay una extrema derecha que ha caído y otra que ha crecido, ¿Mejora la filoeuropea de CR y caen los eurófobos de ID?

A ver… ID no cae tanto porque Le Pen está ahi y, recordemos, es el segundo partido europeo que más escaños ha obtenido después de la CDU alemana, es una locura. Y compensa así un poco la pérdida de los escaños de Salvini, que tuvo muy buenos resultados en 2019 y ahora malos. Yo no lo plantearía así porque además estos grupos no van a continuar de esa manera, están en proceso de recomposición y reconfiguración. No habrá un ID y un CR y muchos de los partidos que están separados se van a juntar sin que eso signifique que piensen en todo igual.

Por ejemplo, el lepenismo y Vox no están en el mismo grupo pero probablemente acaben estándolo, sin que eso signifique que toda la extrema derecha coincida. Habrá una fusión de buena parte de ellos en un grupo potente en el que excluirán a algunos que consideran ‘apestados’, como por ejemplo los de Alternativa por Alemania (AfD).

La segunda cuestión es que este nuevo grupo que se creará tendrá un carácter más atlantista y ‘presentable’, no será el CR pero en el estilo y las formas se le parecerá. Con el liderazgo de Meloni, con los polacos, con Vox y el Chega. El asunto ahí es que ese grupo potente puede tener bastante capacidad de influencia sobre la política europea y muy en particular sobre el PPE.

Hay evidentes diferencias económicas entre ellos, sin embargo...

Sí, en algunas cosas van a votar distinto. Efectivamente hay diferencias de enfoque económico. El más estatista es el de Le Pen y en cambio Vox y Fratelli d’Italia son de los menos estatistas. Pero no es la política económica el motivo por el que no se ponen de acuerdo en juntarse. Tiene mucho mas que ver con cuestiones geopolíticas, por ejemplo el mayor o menor nivel de pro-rusismo o atlantismo. Por eso fue relevante que Le Pen haya venido al acto de Vox. Esa presencia en Madrid se interpreta como que algo se está moviendo y también que ella está lavando sus pecados rusófilos, ahora quiere ser considerada atlantista, quiere que se le quite el estigma.

Le Pen, en el acto de Vox en Madrid a finales de mayo. (A. Pérez Meca | Europa Press)


Además de la economía, hay contradicciones profundas entre ellos con respecto a Bruselas. Por ejemplo, Vox está en el grupo de CR pero tuvo una campaña de discurso euroescéptico

Sí, hay muchas diferencias, aunque ahora menos. En el apogeo de euroescepticismo de hace algunos años, de los partidos que proponían referendos para salir, los partidos de ID y el grupo anterior que se llamaba Europa de las Naciones y la Libertad, donde estaba Salvini y la ultraderecha de Flandes, etcétera, esos eran muy euroescépticos, decían que Bruselas era una cárcel... Sin embargo en CR decían de ellos mismos que eran euro-críticos, un ‘somos euroescépticos pero menos’.

Eso tiene que ver con la génesis de ese grupo. El CR proviene de la unión de partidos que crean los Tories británicos cuando se salen del PPE, es una escisión del PPE. Los Tories por ser cada vez más eurocríticos se salen del PPE y montan grupo propio con otros disidentes, como los polacos. Por eso son atlánticos. por eso siempre fue muy fuerte la unión de las derechas polaca y británica y por eso nunca se los dejó tan fuera de la gobernabilidad europea, era gente considerada respetable, no como Le Pen y Salvini, que jamás se postulaban a presidir ninguna comisión en Bruselas, porque no tenían nada que hacer, estaban excluidos, en cierta forma como los de The Left.

¿Puede darse el hito entonces de esta gran unión de partidos radicales de derecha y aliarse con el PPE?

Sí, creo que es el plan que tienen y es peligroso. La suma de eso con un PPE cada vez mas abierto a la geometría variable... tienes a la ultraderecha no cogobernando pero siendo influyente.

¿Es pecar de optimismo creer que participar más del poder los moderará?

Creo que no, el ejemplo es Meloni. La gente dice se ha moderado porque no habla de ‘Italianexit’ pero Meloni sigue teniendo una política migratoria que es de derecha radical, una política cultural que por ejemplo excluye de los medios públicos a gente de izquierda, una política económica bastante radical y en todo lo que es política de familia y derechos LGBTi tiene una postura bastante más radical que la centroderecha o incluso el berlusconismo.

«No creo que participar en el poder modere a la ultraderecha. El ejemplo es Meloni. Pero hay un efecto óptico al sentarse donde estaba la derecha moderada. Está en su lugar, pero sus ideas son distintas»

 

No hay motivos para ser optimista. Claro, no puedes hacer cualquier cosa, pero creo que hay un efecto óptico. En Italia está pasando que a Meloni se la llama centroderecha porque como en Italia siempre había grandes coaliciones se llamaban así, pero cuando el centroderecha era Berlusconi ya era complicado llamarlo así y cuando la líder del espacio es Meloni... ¡hombre, es que no es centroderecha eso! El efecto óptico es que como se sienta en el sillón en el que se sentaba la derecha moderada, parece que se ha moderado. Está en su lugar pero sus ideas son distintas a la de sus predecesores.

Mencionaba antes a los alemanes como ‘apestados’. ¿Son los peores?

Bueno, no quieren estar con ellos por varias cosas. La mas importante es que de entre la extrema derecha son los más pro-rusos y eso ahora es lo que mas los condena. Pero luego ademas es que suelen tener roces con los otros partidos, son conflictivos. No los quieren en el ID.

¿El innegable recuerdo del nazismo y la Segunda Guerra Mundial quizás influye en ello?

Sí, el factor de ser alemanes puede jugarles en contra también. Uno de los detonantes de la ruptura de Le Pen con AfD son las declaraciones de su líder sobre las SS, que justamente es un tema muy delicado en Francia porque durante años el padre de Marine Le Pen hacía bromas con las cámaras de gas y las SS y eso manchó mucho al lepenismo. Cuando Marine escucha eso, sobreactúa. Tuvo especial miedo de las consecuencias, no quería que se volvieran a recordar las cosas que hacía su padre y se vuelva a diabolizar al partido.

Sí, que sean alemanes creo que da especial temor al resto. Le cuento una anécdota: yo conocí a un dirigente que era asistente parlamentario del partido de Le Pen y lo acaban echando porque alguien publica una foto de él vestido de judío, con todo el imaginario antisemita. Y ese hombre acaba trabajando después como asistente parlamentario de AfD.

Los ultras del Fidesz, el partido de Orban, parecen llevarse bien con todos

Sí, lo más raro de la ultraderecha europea es el caso de Orban. Es primer ministro de un país pequeño y siendo de los más pro-rusos consigue hacer malabarismos para estar bien con Rusia, Estados Unidos y los europeos. Es un personaje que verdaderamente ejerce de engarce entre todos los partidos de extrema derecha. va a eventos del Partido Republicano en Estados Unidos, manda vídeos a lo de Vox, fue a Buenos Aires a la asunción de Milei...

El presidente húngaro, con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. (Attila Kisbenedek | AFP)


Mirando el panorama en el Estado español, ¿qué opinión le merece lo de Alvise Pérez?

Me parece importante entender que, aunque parece una escisión de la extrema derecha y que plantearía complicaciones en unas generales, lo que ha hecho es ensanchar el espacio. Presumiblemente hay gente que ha votado por él que no hubiera votado por Vox. Si sumas a Alvise hay 9 escaños de ultraderecha y en ninguna proyección a Vox se le daba 9. Eso significa que ha ensanchado ese campo, atrayendo a abstencionistas o gente que no suele votar. Lo veo más parecido a ese nuevo tipo de extrema derecha como Milei y Bukele que a las históricas como Vox.

«Alvise Pérez ha ensanchado el espacio. En ninguna proyección a Vox se le daban nueve escaños. Es preocupante porque tiene mucha potencialidad»

Es muy preocupante porque tiene mucha potencialidad, esta retórica que da forma a conectar con una especie de cabreo y esperanzas de hombres blancos de clase media o baja. Aunque es un fenómeno muy reciente y distinto también. porque Milei por ejemplo alterna discurso de académico economista y por momentos se pone  provocador y dice barbaridades. Alvise no tiene eso.

¿Qué le espera a Europa en la próxima legislatura?

Creo que lo más probable es que Ursula von der Layen siga presidiendo la Comisión y haya una mayoría entre socialdemócratas, el PPE y liberales. Será la mayoría para muchas de las leyes pero creo que el PPE, sobre algunas cuestiones como por ejemplo migratorias, o medio ambiente, o cuestiones relacionadas con las raíces cristianas de Europa, va a apoyarse en el grupo recompuesto de la ultraderecha que ellos vean respetable. Al PPE le hace temblar que el sector primario, que solía votarles, ahora vote más a los ultras o partidos creados ad hoc, como el de los holandeses campesinos.

El PPE tendrá siempre la tentación de que si no le hacen demasiado caso los socialdemócratas y liberales, si no se derechizan todo lo que quieren, ellos pactarán con sus otros amigos y el resultado será la derechización de la política europea. Tanto por activa como por pasiva podrán decir ‘hazme caso o voy con el otro’.