El candidato a lehendakari del PNV, Imanol Pradales, ha defendido ante el Parlamento de Gasteiz que es «hora de ser valientes» y «dar el paso» hacia un nuevo pacto estatutario, si bien lo ha limitado al «consenso más amplio posible», lo que facilita vetos de otras fuerzas.

«Ha llegado el momento de consensuar un gran pacto político por el futuro de Euskadi que supere la dimensión, ambición y alcances del logrado en 1979», ha aseverado tras defender una «relación bilateral con el Estado que incluya el reconocimiento de nuestra realidad nacional, la singularidad de nuestro autogobierno, así como un sistema que garantías para el cumplimiento efectivo de lo acordado».

Pradales se ha referido al autogobierno de la CAV en la recta final de un discurso continuista con las políticas impulsadas durante los últimos doce años por el Gobierno de Iñigo Urkullu.

De hecho, el candidato jeltzale ha hecho suyo el lema de Urkullu «las personas en el centro», y no ha dudado en alabar el trabajo realizado por el Ejecutivo autonómico. «El liderazgo, el trabajo y el compromiso ofrecido y demostrado son encomiables. Muchas gracias, de corazón», ha señalado, y ha incidido que «Euskadi es un país sin igual, diría que es maravilloso». No ha habido autocrítica respecto a la labor pasada, sino más bien al contrario.

Un «gran Pacto Vasco sobe el Sistema de Salud»

Sin embargo, el discurso de Pradales evidencia la existencia de problemas en áreas importantes, como salud o educación. No en vano ha planteado a la Cámara un «gran Pacto Vasco sobe el Sistema de Salud. Un pacto que establecerá un marco de trabajo y colaboración permanente con los actores que conforman nuestro sistema y los agentes políticos, sociales e institucionales».

Además, ha propuesto un «plan de choque para la mejora de la Atención Primaria, la reducción del tiempo de espera o la reducción de las listas de espera quirúrgicas». 

Y ha planteado «actuaciones concretas», entre las que figura «propiciar que los profesionales dediquen menos tiempo a labores burocráticas y mejorar los tiempos de acceso presencial a los centros de salud». No ha explicado cómo lo hará ni qué recursos destinará.

Tampoco ha entrado en detalles tras anunciar una mejora del modelo de Diálogo Social en Osakidetza, y la convocatoria de ofertas públicas de empleo (OPE) que garanticen la estabilidad y la suficiencia de las plantillas».

Sobre Educación, ha puesto en valor la ley acordada con el PSE y ha defendido el desarrollo de un «marco plurilingüe que tenga como eje el euskara y la cultura vasca para garantizar el conocimiento de las dos lenguas oficiales».

Asimismo, ha  puesto sobre la mesa un «Plan Estratégico para garantizar la excelencia de la educación pública», y un acuerdo social contra la segregación. Dos compromisos que no han estado acompañados de datos concretos.

10.000 viviendas

Las cifras que ha dado han estado relacionadas con las políticas de Juventud y Vivienda, anunciando la construcción de 7.000 viviendas en régimen de alquiler social y asequible, y convenios con los ayuntamientos para generar 3.000 nuevas viviendas de carácter rotatorio. 10.000 en total para Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Basta con señalar que solo en Gasteiz el año pasado había 10.800 familias a la espera de una VPO en régimen de alquiler.

Llama la atención que solo haya citado una medida destinada a hacer frente a la proliferación de apartamentos turísticos: «Dotar de seguridad jurídica a las limitaciones de las viviendas turísticas».

El sexto bloque ha estado relacionado con el reto demográfico, en el que se incluye prolongar hasta los 7 años la ayuda de 200 euros mensuales por hijo y hasta los 10 en el caso de familias numerosas o monoparentales, así como dar pasos para que los permisos por maternidad o paternidad se prolonguen durante 24 meses.

En lo referente a cultura y euskara, ha apostado por ofrecer la posibilidad de aprender euskara de forma gratuita a cualquier persona, en todos los niveles; y garantizar el derecho a comunicarse con la administración en las dos lenguas oficiales.

Ha planteado cinco actuaciones en materia de Seguridad, las cinco relacionadas con la Ertzaintza, que durante los últimos meses se ha movilizado de la mano de algunas centrales sindicales y de plataformas asindicales.  

Pradales ha hablado de modernizar la estructura del cuerpo policial, impulsar el diálogo para renovar el Acuerdo Regulador de las Condiciones de Trabajo y actualizar las infraestructuras y herramientas.

En el segundo bloque ha presentado una batería de medidas económicas, que pasan por el desarrollo de la industria como «motor de Euskadi», mejorar las condiciones laborales de la ciudadanía, fomentar la innovación e impulsar las infraestructuras, específicamente el tren de alta velocidad (TAV).

Y se ha referido a un «turismo sostenible de calidad», «respetuoso con el entorno». Ha propuesto un código ético de turismo, y una nueva ley.

Sobre transición energética, ha apostado por dar pasos en una «transición justa y ordenada», «sin poner en riesgo nuestro futuro ni el tejido industrial». También ha abogado por «agilizar los trámites para impulsar las energías renovables». No ha dicho cómo ni ha dado nuevos detalles sobre la tramitación del PTS de Energías Renovables.

Paz y convivencia

En materia de paz y convivencia, ha defendido «una memoria constructiva que nos ayude a avanzar».

«Nuestro objetivo es promover un modelo de convivencia fundamentado en cuatro pilares: deslegitimación de la violencia, reconocimiento integral de todas las víctimas de vulneraciones de derechos, construcción de una memoria inclusiva, crítica y ética, y promoción de los principios y valores éticos y democráticos», ha añadido.

Entre las acciones concretas, ha planteado un Plan de Legislatura en materia de Convivencia y Derechos Humanos, y continuar desarrollando leyes que reconozcan a las víctimas de grupos armados y de la violencia ejercida por el Estado español. Y ha confirmado la puesta en marcha de un nuevo Museo de la Paz en Gernika.

«Cuatro saltos cualitativos»

Para finalizar ha presentado «cuatro saltos cualitativos para la próxima década».

El primero, un pacto industrial, un «industry deal» del que «dependerá la prosperidad y el bienestar de nuestro futuro». El segundo, un «salto en la solidaridad intergeneracional», que pasa por «promover una apuesta colectiva por las y los jóvenes». El tercero consiste en la «regeneración democrática», con la aprobación de un ‘Convenio Ético’. Y el cuarto está relacionado con el impulso del euskara.

«Como lehendakari me comprometo a impulsar estos saltos cualitativos para el futuro de Euskadi», ha señalado, y ha finalizado citado a ‘Lauaxeta’: «Dena emon behar jako maite dan askatasunari».