Biobide y el comité de empresa de Bilbobus han alcanzado este martes un principio de preacuerdo que deberá ser ratificado por la plantilla. En el caso de ser aprobado pondría fin a la huelga indefinida que mantienen los trabajadores desde el 9 de abril, de lunes a viernes.
Según han informado fuentes sindicales a Europa Press, el principio de preacuerdo se llevará a votación este miércoles, en horario de mañana y tarde.
Por su parte, Biobide ha explicado que en la última reunión de mesa negociadora, después de varias ofertas y contraofertas, finalmente ha aceptado la propuesta que ha realizado la parte social. «Este documento tiene que ser ratificado por la Asamblea de trabajadores y trabajadoras, y por el Ayuntamiento de Bilbao», ha agregado.
ELA y LAB, en contra
Está por ver qué ocurrirá en la asamblea, ya que ELA ha rechazado el principio de preacuerdo. En palabras de la central sindical, «no garantiza el poder adquisitivo perdido a consecuencia de la subida del IPC y no aborda la solución a la contratación precaria que padece la plantilla de Bilbobus».
En un comunicado, ha aseverado que «la dirección de la empresa que gestiona el servicio público de Bilbobus, Biobide (Alsa y Transitia), sigue oponiéndose a garantizar el poder adquisitivo de la plantilla»; y ha censurado que «la última propuesta supedita los incrementos salariales a las decisiones que tome el Gobierno español en materia de trabajadores públicos».
«Esta misma semana ha sido noticia que Madrid subirá un 2% el sueldo de los funcionarios, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo del 1,1% en 2024, que también afectaría a la plantilla de Bilbobus y vulneraría su derecho a poder negociar sus condiciones. Esta decisión supondría romper el histórico incremento salarial vinculado al IPC que desde la antigua concesionaria TCSA, prestaria de Bizkaibus y Bilbobus, se viene aplicando», ha añadido.
Además, ha incidido en que «la propuesta de la empresa no revierte los recortes aplicados en las pagas extras de la plantilla que durante el año esté en situación de baja ni tampoco soluciona los recortes aplicados en otras cuestiones, que están pendientes de resolución judicial. No sólo eso: Lo más grave es que no resuelve el conflicto existente con la contratación a tiempo parcial, 62%, y eventuales».
Por ello, ELA solicitará el voto en contra y propondrá continuar con las movilizaciones «con el fin de lograr incrementos salariales conforme al IPC, que se finalice con la contratación a tiempo parcial y recuperar todos los derechos de la plantilla, en defensa de los servicios públicos y un servicio de calidad».
LAB, por su parte, ha advertido de que «la mayoría sindical formada por UGT, CCOO y USO va a permitir que con este preacuerdo la empresa siga incumpliendo el convenio como lo hace hoy en día en varios temas, ya que no incorpora garantías».
«Después de que el primer preacuerdo fuera tumbado por la plantilla, los y las representantes de las mencionadas centrales sindicales dimitieron de sus cargos orgánicos y dijeron que asumían como propias la propuesta de LAB y ELA. Además, tras lo ocurrido se dijo que las condiciones de aquel preacuerdo estaban fuera de la negociación y los nuevos parámetros serían muy diferentes. Evidentemente, eso no se ha cumplido, ya que el preacuerdo presentado prácticamente no varía en nada con respecto al anterior», ha manifestado.
El precedente de un preacuerdo rechazado
Cabe recordar que los trabajadores y las trabajadoras de Bilbobus ya rechazaron el mes pasado un preacuerdo que no contaba con el apoyo de ELA, LAB y ESK.
El comité de empresa de Bilbobus está conformado por cinco representantes de UGT, tres de CCOO, tres de ELA, dos de USO, dos de LAB y dos de ESK.