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Los rostros más visibles del intento de golpe de Estado en Bolivia, imputados por «terrorismo»

El Gobierno boliviano pide que se imponga al general Juan José Zúñiga y el excomandante Juan Arnez Salvador la pena máxima por orquestar la intentona golpista, que fue sofocada en apenas tres horas.

El general Juan José Zúñiga, arrestado.
El general Juan José Zúñiga, arrestado. (Daniel MIRANDA | AFP)

La Fiscalía de Bolivia ha imputado por «terrorismo» a los principales sospechosos del intento de golpe de Estado que tuvo lugar el miércoles, el general Juan José Zúñiga y el excomandante Juan Arnez Salvador, y ha informado de que solicitará que se impongan medidas cautelares contra ambos.

Los fiscales consideran que existen indicios suficientes para presentar cargos contra Zúñiga y Arnez por los delitos de «terrorismo» y alzamiento armado contra la seguridad y la soberanía del Estado, mientras que desde el Gobierno insisten en ampliar estos cargos.

El propio Zúñiga, que se ha desplazado hasta las dependencias de la Fiscalía junto a su abogado, se ha abstenido de declarar por el momento, según informaciones del diario boliviano ‘El Deber’.

Sin embargo, el general sí declaró el miércoles ante la Policía, donde dejó de hablar de «autogolpe» para referirse a la intentona como un «levantamiento armado que no se concretó por la demora y falta de coordinación de las diferentes unidades militares».

El excomandante Arnez ha decidido también guardar silencio a medida que avanzan las investigaciones, mientras que el Gobierno ha hecho hincapié en la necesidad de que sean castigados con «la pena máxima» y ha acusado a Zúñiga de provocar también «el deterioro de bienes del Estado y lesiones de bala contra nueve personas en la toma de la plaza Murillo».

Según el ministro de Justicia, Iván Lima, Zúñiga podría ser condenado a una pena de entre quince y veinte años de prisión por «atentar contra la democracia y la Constitución» bolivianas.

«La Procuraduría General y la Fiscalía General han iniciado el proceso penal y lo sacarán adelante hasta lograr la condena de este militar. Esta acción irresponsable de un militar que deshonra a las Fuerzas Armadas y a la amistad que le brindamos muchos funcionarios de este Gobierno solo muestra que es una persona irresponsable y desleal con valores básicos de respeto y dignidad de las Fuerzas Armadas», ha aseverado Lima.

Arce llamó a Evo para avisarle

Por otro lado, el presidente de Bolivia, Luis Arce, ha asegurado que llamó al expresidente y compañero de partido Evo Morales para avisarle del golpe de Estado al considerar que los militares iban a ir a por él después de encargarse de su persona al considerar que debía ser informado de lo que estaba ocurriendo a pesar de sus diferencias.

«Cuando nosotros vimos que ya venía el golpe de Estado yo instruí que me comunicaran con el compañero Evo y le previne que estaba aquí dándose un golpe de Estado, para que él tome sus recaudos, porque estaba claro que venían por mí, pero a mí también me quedaba claro que después iban a ir por Evo Morales, por eso como compañero, porque al final eso es lo que somos, yo lo llamé para prevenirle», ha expresado Arce.

Además, ha expresado que la principal diferencia entre ambos es que el ‘ala arcista’ opina que el partido Movimiento Al Socialismo (MAS) es un instrumento que pertenece a organizaciones sociales y no a personas en particular.

Cabe destacar que el ‘ala evista’ del MAS se ha pronunciado en masa a favor de la teoría de un «autogolpe» de Estado propiciado por el propio Arce, en consonancia con las palabras del general Juan José Zúñiga.

Los dos políticos guardan una gran rivalidad política desde que en 2021 Arce se negó a implementar unos cambios exigidos por Morales en el Gobierno.

Sin embargo, Morales no se ha unido a estas acusaciones y en su momento condenó la asonada y pidió al pueblo boliviano que saliese a las calles para defender la democracia del país. El Gobierno ha negado en todo momento que se tratase de un montaje.

El Gobierno de Bolivia sofocó en apenas tres horas el intento de golpe de Estado encabezado por el general Juan José Zúñiga, quien junto a unidades del Ejército había tomado la plaza de Murillo de La Paz, centro del poder político del país, para evitar que Morales pudiera presentarse a las elecciones, y había llegado a asegurar que «pronto» se formaría un nuevo gabinete.

Las autoridades ya han logrado detener a 21 personas, entre ellos Zúñiga y Arnez. Los últimos cuatro arrestos se han registrado este mismo viernes, según ha informado ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo.

Del Castillo ha destacado en una conferencia de prensa, en la ciudad de La Paz, la detención del excapitán de infantería Miguel Burgos, a quien ha acusado de ser el encargado de la coordinación de la toma de la plaza Murillo frente a la sede del Gobierno de Arce, «se le vio dando instrucciones y organizando las fuerzas y tanquetas».

También ha presentado ante la prensa al «conductor» del tanque que derribó la puerta de la sede del Ejecutivo en la ciudad de La Paz, el acusado es el exsargento Allan Condorini.

El ministro ha informado de que el exgeneral de la Fuerza Aérea, Marcelo Zegarra, también está bajo custodia, pero que aún no lo pueden mostrar a la prensa porque se está «realizando una investigación» especial.

«Estás personas comandaban la destrucción del patrimonio del pueblo boliviano», ha destacado.