Iñaki Iriondo

Dos nuevos liderazgos, por primera vez cara a cara en Ajuria Enea

El candidato del PNV, Imanol Pradales, y el de EH Bildu, Pello Otxandiano, empataron a 27 escaños, aunque el jeltzale consiguió más votos. Será mañana, 85 días después, cuando los dos -que están llamados a liderar la política de la CAV en los próximos años- se encuentren cara a cara, en Ajuria Enea.

Pradales y Otxandiano, en la sesión del Parlamento que invistió al primero.
Pradales y Otxandiano, en la sesión del Parlamento que invistió al primero. (Raul Bogajo | Foku)

 El nuevo lehendakari, Imanol Pradales, y el líder del principal grupo parlamentario de la oposición, Pello Otxandiano, se reunirán mañana, lunes, a las 9.30 horas, en Ajuria Enea. Es una cita que se enmarca dentro de la ronda de partidos organizada por Lehendakaritza en el inicio de esta XIII legislatura de la CAV. Pero a nadie se le escapa que, por varias razones, este encuentro es distinto a los demás.

Corrigiendo anuncios anteriores, Imanol Pradales decidió finalmente no invitar a la ultraderecha a su casa oficial. El jueves recibió a Sumar, cuyo peso político ha quedado muy menguado en el Parlamento. Tiene un único parlamentario en un contexto de mayoría absoluta de la coalición de Gobierno. Nada que ver con cuando UPyD, también con un solitario escaño, era el fiel de la balanza en el primer mandato de Iñigo Urkullu y permitió, por ejemplo, que se aprobara la Ley de Vivienda, en contra del criterio del PNV apoyado en el PP. Un PP que ahora tampoco pinta mucho. El PSE es socio, aunque Eneko Andueza pretende ser el guardián de las esencias del pacto. Y al PNV es difícil entender por qué se le invita a estas rondas, ya que es como si el lehendakari se reuniera consigo mismo, porque la bicefalia suena a animal mitológico.

EMPATADOS A 27 ESCAÑOS

La reunión del lunes es otra cosa. O al menos debiera serlo. Malo resultaría que cualquiera de los dos se tomara el encuentro como algo protocolario. Imanol Pradales y Pello Otxandiano encarnan dos nuevos liderazgos, tanto en el PNV como en EH Bildu, y por una cuestión generacional parecen estar llamados a protagonizar la política de la CAV en unas cuantas legislaturas.

Ambos se presentaron por primera vez como candidatos a lehendakari en las últimas elecciones y empataron a 27 escaños. Con tendencias contrapuestas de sus siglas, un PNV decadente frente a una EH Bildu ascendente. Es cierto que el jeltzale obtuvo más votos. Tan cierto como que no es lehendakari por eso, sino por decisión del PSE.

FORJAR CONFIANZAS

Resulta llamativo que en esas circunstancias el primer encuentro cara a cara entre Pradales y Otxandiano se produzca 85 días después de aquel 21 de abril. Hay quien sostiene que el EBB quiso proteger a Imanol Pradales porque en todo momento tuvo tomada la decisión de pactar con el PSE, aunque en campaña ambos socios jugaron al escondite y airearon supuestas desconfianzas.

Pello Otxandiano intentó romper la inercia de la incomunicación y pidió tanto a Imanol Pradales como a Eneko Andueza sendas reuniones para hacer un análisis de la situación de la CAV, pero ambos le respondieron que estaban centrados en la gestación de su pacto de gobierno. Pudiera parecer que los negociadores estaban muy ocupados y no tenían ningún rato para verse. Pero hay quien recuerda que Pradales, Otxandiano y Andueza coincidieron en uno de esos actos protocolarios donde los tres estuvieron «de público» más de dos horas. Así que de haber querido, el ahora lehendakari hubiera tenido tiempo para una reunión.

Ambos llegaron sin encuentros previos al pleno de investidura que el 20 de junio se celebró en el Parlamento de Gasteiz. Pello Otxandiano hizo un análisis crítico de la situación de la CAV, pero a la vez tendió la mano para buscar acuerdos, más allá de la evidencia del pacto entre PNV y PSE. El todavía candidato a lehendakari Imanol Pradales le respondió que ponía «en valor» la actitud que había mantenido ante la Cámara, aunque puso el contrapunto de que «ahora bien, permítame que no me fíe del todo».

Con este precedente, desde el equipo de Pello Otxandiano se explica que «la confianza se hace andando». Aseguran que van con «predisposición positiva» a la cita de mañana.

CAMBIO FORMAL

Como apuntó recientemente Arnaldo Otegi, EH Bildu observa un cambio formal entre cómo está actuando Imanol Pradales y cómo lo hacía su predecesor, Iñigo Urkullu. Es más, hay quien ve que algunas decisiones que se están tomando, como el acuerdo para mantener en Basurto parte de la Cirugía Cardíaca, constituyen una enmienda a la actuación del anterior Gobierno.

De hecho, como también explicó Otegi, los problemas que se negaban hace pocos meses se admiten ahora, y también se asume la necesidad de «mecanismos excepcionales» como el pacto de Salud. Desde EH Bildu se recuerda que en pandemia ya propusieron una mesa, porque hay situaciones que no se pueden afrontar solo desde el Gobierno, aunque tenga mayoría absoluta. Todas esas propuestas fueron desdeñadas por el PNV y el PSE. Habrá que ver si aquella actitud ha cambiado.

OPOSICIÓN RESPONSABLE

En el pleno de investidura, Pradales le dijo a Otxandiano que «tiene usted que tomar hoy una importante decisión. Una. Ser el jefe de una oposición destructiva o socio preferente para los acuerdos futuros que requiere Euskadi».

En EH Bildu no ven que la disyuntiva sea decir no a todo lo que diga el Gobierno, ni entrar en una posición acrítica del acuerdo por el acuerdo. Entienden que las urnas y los pactos les han puesto en la oposición, que pretenden ejercer de forma responsable. Criticando lo que crean que hay que criticar, como los cierres de Osakidetza en verano, pero con un afán constructivo.

La reunión de este lunes en Ajuria Enea va a dar la foto de un cambio generacional, está por ver si habrá también un cambio de prácticas políticas.