El Parlamento israelí aprobó ayer una resolución contra la creación de un Estado palestino. El texto, copatrocinado por partidos de la coalición derechista de Benjamin Netanyahu y otros de la misma tendencia de la oposición, fue aprobado con 68 votos a favor y 9 en contra. La Unidad Nacional, del exministro del gabinete de guerra Benny Gantz –ahora en la oposición–, también votó a favor de la resolución, que rechaza un Estado palestino incluso como parte de una negociación con Israel.

La iniciativa salió adelante pocos días antes de la visita prevista de Netanyahu a EEUU para dirigirse en una sesión conjunta en el Congreso, el 22 de julio, y reunirse también con el presidente Joe Biden, un encuentro que podría verse afectado después de que el gobernante estadounidense diera positivo por covid-19.

Las reacciones en contra de la decisión no se hicieron esperar. El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, remarcó que este voto «y sus pretextos inválidos desvelan de nuevo la verdadera cara de la ocupación israelí, sus intenciones hacia el pueblo palestino con derechos legítimos encabezados por el establecimiento de su Estado independiente sobre su propio territorio ocupado».

Recalcó que esta votación, que coincidió con «la irrupción del ministro extremista (israelí), Itamar Ben-Gvir, en la explanada de la sagrada mezquita de Al-Aqsa», se produce mientras Israel busca «sublevarse contra los acuerdos firmados y la ley internacional».

Aseveró que esta decisión «tiene el objetivo de legitimar el apartheid contra el pueblo palestino y socavar la solución de los dos Estados». Hamas, por su parte, señaló que se trata de una «decisión inválida emitida por una parte ocupante que no tiene legitimidad en tierra palestina».

El político y médico palestino Mustafa Barghouti afirmó que esta votación es «una declaración oficial de muerte de los acuerdos de Oslo».

Naciones Unidas

La relatora de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, pidió en X que Israel «pierda el asiento» en la ONU. Dos días antes, su colega relator sobre el Derecho a la Vivienda, Balakrishnan Rajagopal, pidió retirar la participación de Israel en la ONU «de la misma forma en la que se hizo con la Sudáfrica del apartheid».

La cuenta oficial del Gobierno israelí en esta red social reaccionó a estos llamamientos asegurando que «provienen de personas que abusan de sus posiciones en la ONU para justificar el salvajismo de Hamas, promover el terrorismo, y difundir mentiras y odio».

En este contexto, Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, tildó de «francamente peligrosos» los comentarios de David Mencer, portavoz del Gobierno israelí, que llamó «simpatizante del terrorismo» al director de la Unrwa y acusó a la agencia de estar «profundamente infiltrada» por Hamas y la Yihad Islámica.