El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza ha sido el encargado de prender el cohete que ha dado inicio a las fiestas de Lizarra, al grito de «Gora Lizarra! ¡Viva Estella! ¡Viva la Virgen del Puy! ¡Viva San Andrés! ¡Viva la armonía!». EH Bildu ha optado por no acudir a este acto para denunciar la actitud de UPN hacia las txosnas y ha celebrado un brindis y se ha sacado una foto con sus militantes en la trasera del Ayuntamiento.
La fiesta ha comenzado en Lizarra, más allá de las disputas políticas, marcada por los deseos de la ciudadanía de disfrutar. Normalidad en este ámbito. Tras el cohete, a pesar de que el tiempo de hoy no era tan caluroso como en jornadas precedentes, la juventud ha optado por remojarse en el Ega.
Al pie del Ayuntamiento, se han escuchado pitidos contra la alcaldesa, Marta Ruiz de Alda (UPN), y también algunos aplausos, así como gritos como «UPN kanpora!» y «Gora jai herrikoiak!». Muchos de los asistentes llevaban pegatinas y pañuelos en favor de las txosnas y la peña La Bota. También se han dejado ver ikurriñas.
La tormenta meteorológica ha respetado el cohete y no ha comenzado a llover en Lizarra hasta las 12.30.
Txosnas fuera
Las fiestas de Lizarra han estado condicionadas por la decisión del Ayuntamiento de no permitir que las txosnas se instalasen en la trasera de la Estación de Autobuses. Se planteó otra ubicación, relativamente cercana, que los colectivos que gestionan las txosnas consideraron era una maniobra para alejarlos del espacio festivo.
Junto a ello, el Ayuntamiento tampoco permitió que se instalase la txosna de la peña La Bota, un referente en la ciudad en el ámbito festivo.
EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin presentaron una moción para intentar revertir esta situación, pero fue rechazada con los votos de UPN, PSN y el PP.
Ante esta situación, EH Bildu optó por no acudir al cohete. En el del año pasado, la edil de EH Bildu Eli Ciordia fue agarrada y sacudida por el jefe de la Policía Municipal, Rodrigo García de Galdiano. Estos hechos fueron objeto de un pleno en septiembre.
Ya por la tarde, la reivindicación en defensa de las txosnas ha estado muy presente en la tradicional Bajadica del Puy, ya que un numeroso grupo de personas ha acudido al recorrido con carteles en los que se leía ‘Txosnak Aurrera’. Ante la aglomeración de gente, se ha optado por suspender la bajada y parte de la corporación municipal ha sido trasladada al Ayuntamiento en furgones de la Policía Foral.
También se ha celebrado una manifestación por las calles de Lizarra. La marcha, con una nutrida participación, ha estado encabezada por una pancarta que denunciaba que «nos han robado las fiestas»: «Sin txosnas no hay fiestas populares».
Canción contra la alcaldesa
En este contexto, una canción de Raimundo el Canastero en la que se denuncia la actitud de la alcaldesa, y del PSN, en el conflicto de las txosnas ha provocado la reacción de UPN. Ruiz de Alda presentó una denuncia y convocó un pleno en el que se condenaban los hechos mediante una moción aprobada por UPN, PSN y el PP, mientras que EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin optaban por la abstención.
Uno de los músicos fue citado por la Policía Municipal y se presentó voluntariamente en su comisaría, donde declaró «en calidad de detenido», siendo puesto en libertad a las pocas horas a la espera de una eventual comparecencia ante la autoridad judicial. Desde el entorno de UPN no se descartaban detenciones por esta causa, que se antojan innecesarias dado que sería suficiente con una citación para acudir a dependencias judiciales.
El grupo ha denunciado en redes sociales que «la persecución que nuestro cantante está siguiendo responde a una estrategia de desestabilización del grupo o muestra la incapacidad de los investigadores para llevar a cabo una investigación medianamente seria».
En una nota previa, el grupo destacó que «el tono de la canción es evidentemente cómico e irónica, no es una muestra de odio ni implica deseo ni incitación a realizar actos violentos durante las fiestas» y subrayó que «refleja el sentimiento de rabia e impotencia que existe en buena parte de la juventud de Estella, que ha visto cómo el modelo festivo por el que han trabajo durante años ha sido sepultado en un abrir y cerrar de ojos». Además, rechazaron «las acusaciones de machismo y amenazas de muerte» contra la alcaldesa.
El caso de Lizarra ha estado precedido por las denuncias de UPN de un supuesto acoso a sus concejales. Tras el paso de la procesión de Iruñea por la calle Curia, han expuesto que hubo pitos al alcalde y gritos de «UPN kanpora» en la de Tutera, que pintaron con rotulador «Gora ETA» en la sede de UPN en Viana y que pusieron pegatinas en la puerta de la de Gares. Todo ello, en un contexto festivo.