Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby
Entrevista
Santiago López
Responsable de la Pirotecnia López

«El viento intenso y la niebla son los peores enemigos de los fuegos»

Esta empresa familiar gallega va camino de su sexta generación dedicada al arte de diseñar, fabricar y lanzar fuegos artificiales. El martes fue su tercera visita a Donostia, con notable éxito en las dos anteriores. A pesar de la intensa tromba de agua, volvieron a dejar un gran sabor de boca.

Santiago López, responsable de la Pirotecnia López.
Santiago López, responsable de la Pirotecnia López. (Idoia ZABALETA | FOKU)

La historia de la firma gallega Pirotecnia López, fundada en Santiago de Compostela, se remonta más de siglo y medio en el tiempo. Actualmente tiene sus instalaciones principales en el municipio de Brión, en la provincia de A Coruña.

Santiago López es la quinta generación de esta empresa familiar, y el pasado martes atendió a NAIZ pocas horas antes de su tercera comparecencia en los cielos donostiarras. Como anécdota, la entrevista se demoró media hora debido a la visita de dos agentes de la Guardia Civil, encargados de revisar que todo estaba en regla. Por la noche se desató una tromba de agua, pero ello no logró deslucir un espectáculo que cosechó muy buenas críticas.   

¿Cuántas veces han venido a la Semana Grande de Donostia?

Esta es la tercera vez aquí y hemos estado también en 2022 en Bilbao. Trabajamos principalmente en Coruña, Pontevedra y algo en Lugo, aquí venimos puntualmente por invitación. La primera vez, en 2016, ganamos los tres premios, la Concha de Oro, el Premio del Público y el de los jóvenes, y la segunda vez, en 2017, la Concha de Bronce.    

¿Cuánto material han traído y cómo lo transportan?

Traemos alrededor de 480 kilos de material. Venimos en dos furgonetas, que viajan con ADR –un permiso europeo para el transporte de mercancías peligrosas por carretera–, lo que significa que el vehículo y las cajas en las que se transporta el material han de estar homologadas, y que los chóferes han de tener el permiso adecuado. Es algo que está totalmente regulado e interiorizado.

¿Y cuánta gente desplazan para un espectáculo de estas dimensiones?

Aquí estamos un grupo de ocho personas. Tenemos la ventaja de que como disparan otras empresas conocidas, la herramienta ya la han traído ellos y la utilizamos nosotros. Tengo que agradecerles la colaboración, así no andamos carretando herramienta los dos. Venimos a un concurso, pero en este sector hay una colaboración muy grande entre compañeros.

Hemos llegado ayer por la noche [por el lunes], pernoctamos en San Sebastián y hoy a las siete de la mañana ya estábamos aquí. Nos hacen falta unas ocho horas de montaje. Nuestra idea es dejarlo casi todo hecho antes de comer, y luego ya esperar hasta la noche.

¿Cómo se diseña un castillo de fuegos artificiales, qué es lo más importante a tener en cuenta?

Para diseñar un espectáculo de fuegos artificiales, lo primero que miras es la localización, porque es lo que te indica el tamaño del artificio que puedes utilizar. Entonces, en función del Reglamento de Artículos Pirotécnicos y Cartuchería, te indica lo que puedes y lo que no puedes hacer. La normativa te dice los calibres que puedes utilizar, la distancia de seguridad al público, la distancia de seguridad a las edificaciones… eso es lo primero.

Lo segundo es el presupuesto, claro. Y una vez que tienes ambos, entra ya la creatividad del profesional, lo que quieres o no quieres hacer. Normalmente yo pienso lo que quiero hacer y luego lo traslado al programa informático, que es el que ejecuta las órdenes de disparo que he planificado.

En el segundo cero quiero que salga un trueno, en el segundo dos quiero que salga en dos sitios un rojo y un verde, en el segundo cinco que salga esto otro… tenemos que jugar con los tiempos.

Eso sí, los fuegos están condicionados por el viento y por la humedad. El ordenador te simula, y una carcasa roja siempre te va a salir roja, pero tú la pones en San Sebastián, en Bilbao o en Santiago y la duración no va a ser exactamente la misma.

Entonces se pasarán mucho tiempo comprobando las previsiones meteorológicas del lugar en el que van a lanzar sus fuegos.

Para nada, yo diseño el espectáculo, y cuando llega el día del disparo, si está lloviendo, cargo plásticos en la furgoneta. Y punto. Si mirara el tiempo, estaría toda la semana amargado y preocupado, con lo cual… ¿Llueve? Lo tapamos ¿Hace sol? Lo ponemos a la sombra. No hay más.

¿Cuáles son los peores enemigos de los fuegos? Los del pasado domingo se suspendieron por la galerna…

El viento intenso y la niebla son los peores enemigos. Un pelín de viento es positivo. El propio reglamento marca que por encima de 36 kilómetros por hora no se puede disparar.

Llega la hora del lanzamiento, ¿cómo funciona el sistema?

Esto va con una máquina digital que tiene un temporizador, y en función de esos tiempos, va dando las órdenes de disparo. Nosotros estamos dentro de una caseta donde tenemos la máquina, vigilando por si sucede alguna incidencia. El sistema va conectado con cables, porque si hay inhibidores de frecuencia puede interferir. Hombre, si vas a disparar en el mar no puedes tirar un cable, pero en este caso va así.

Y después toca recoger.

Una vez acabado el espectáculo, esperamos quince minutos a que no haya ningún elemento que haya quedado sin explosionar. En pirotecnia, la seguridad es lo principal. Una vez que pasan esos quince minutos, con sumo cuidado retiramos todo el cableado y es cuando empezamos a quitar las baterías y a recoger.

Dicen que la experiencia es un grado, y su empresa lleva ya más de siglo y medio de funcionamiento.

Soy la quinta generación y aquí ya está mi hijo, que es la sexta. Es una profesión como todas, que si te gusta, la disfrutas y si no, la sufres. Yo he vivido las dos caras de la moneda, pero le tengo mucho aprecio. Cuando quedas bien, es muy bonito, pero cuando hay incidentes, es la cara amarga.