Daniel   Galvalizi
Periodista

Sánchez adelanta el Congreso del PSOE para cohesionar y dejar claro que aquí no acaba nada

Una vez más el líder del PSOE sorprende y adelanta a fines de noviembre el congreso en el que se renovará la dirección y habrá ponencia ideológica. En Ferraz señalan que los objetivos son la congruencia discursiva, la renovación en Andalucía y Madrid y exhibir que hay proyecto político para rato.

Pedro Sánchez, en el centro en la reunión del Comité Federal del pasado sábado.
Pedro Sánchez, en el centro en la reunión del Comité Federal del pasado sábado. (Carlos Luján | Europa Press)

Como si fuera uno de sus juegos de baloncesto cuando era joven, Pedro Sánchez ha vuelto a hacer gala de una mezcla de táctica, sorpresa y rapidez. El adelanto del Congreso Federal del Partido Socialista Obrero Español en casi un año de tiempo responde a las necesidades no solo del partido sino de la supervivencia del Gobierno español.

No es un momento fácil pero ¿quién le va a decir que es el más difícil a quien estuvo al frente del Ejecutivo en el bienio de la pandemia y la guerra en Ucrania? Sea porque ha habido momentos peores o porque avizora la luz al final del túnel, Sánchez deja trascender en su lenguaje político y en su partido que no se arredra ante la amenaza de bloqueo de Junts y las derechas españolistas y que quiere agotar la legislatura incluso aunque eso signifique prorrogar los presupuestos.

Esto es lo que recoge NAIZ tras consultar varias fuentes de peso dentro del PSOE y el Congreso. No es vox dei pero sí vox pópuli que el presidente del Gobierno prorrogará si hace falta otra vez este año los presupuestos generales y agudizará las contradicciones con PP, Vox y Junts, tensionando el eje derecha-izquierda –las aguas en las que mejor nada– y sacando provecho de que la cuerda del problema territorial pasa por sus días menos tensos desde 2017.

La prueba principal de esto es que la Generalitat catalana ha vuelto a estar en manos de un socialista (y de su ala más españolista) por primera vez en década y media y que el PSC está en momento de mayor acumulación de poder. Mostrar un procés institucionalmente sepultado era el hito que se quería marcar Sánchez pero ahora hay que poner parches al interior de partido, porque no todos quieren pagar las facturas de la proeza.

Una sevillana en noviembre

En medio de los ecos de voces críticas por el acuerdo de investidura en Catalunya con Esquerra Republicana, Sánchez ha adelantado el 41. Congreso, que debería haberse realizado en octubre de 2025, pero ahora será los dos últimos días de noviembre y el primero de diciembre.

El anterior, en 2021 en plena pospandemia, fue en València. En aquella oportunidad Sánchez había privilegiado enviar guiños al llamado «PSOE caoba» y había buscado y obtenido una foto histórica con los expresidentes Felipe González y José Luis Rodrigo Zapatero. Pero altri tempi: han cambiado el tono, el marco de discusión, la correlación de fuerzas, los socios y los objetivos.

En 2021 en València Sánchez envió guiños al «PSOE caoba» y buscó la foto con González y Zapatero. Pero ahora, ‘altri tempi’, han cambiado el tono, el marco de discusión, los socios y los objetivos

 

Un miembro de las Cortes que conoce a Sánchez hace casi dos décadas desde sus tiempos conjuntos en la política municipal madrileña asegura en conversación con NAIZ: «Él siempre ha sido igual, se crece ante las dificultades. Cuando lo quieren dar por muerto, aparece con algo que ilusiona al partido y también al electorado. Nunca se le puede dar por vencido».

La misma fuente responde que el adelanto del cónclave número 41 es esencialmente para «clarificar y unificar discurso, que no haya versos sueltos, cohesionar al partido y también renovar algunos liderazgos regionales que Ferraz considera que están débiles». Todas las miradas apuntan a Andalucía y Madrid, conducidos allí los socialistas por el senador Juan Espadas en el primer caso, y en el segundo por el también senador Juan Lobato (este último distanciado de Sánchez).

Las dos comunidades autónomas son las que más preocupan, no solo por ser la primera y tercera más pobladas sino porque exhiben pobres resultados y pocas expectativas de mejoras, especialmente ante el espejo de unos ascendentes PSC y PSE y un recientemente renovado PSPV (tras la salida de Ximo Puig). También se esperan posibles movimientos tectónicos en el PSOE de Castilla y León, que además tendrá elecciones autonómicas en 2026, al igual que Andalucía.

Renovaciones regionales, sin escollo electoral

Es importante recordar un dato clave: la puesta en marcha del Congreso Federal inaugura las renovaciones de las direcciones de todos los comités regionales, un proceso que culminará a fines de mayo, aproximadamente.

Otro miembro de la Ejecutiva del PSOE con un cargo de fuerte peso orgánico explica a NAIZ que el hecho de que no haya un proceso electoral a la vista es uno de los factores que pueden haber impulsado a Sánchez para adelantar el cónclave. «Después de tres años de muchas elecciones tenemos un 2025 en donde no habría por ahora ninguna cita electoral y es buen momento para preparar el partido para lo que viene», comenta.

Admite los ruidos internos por las voces críticas frente al pacto que incluye una nueva financiación para Catalunya y por ello se hace necesaria la ponencia ideológica. «Será lo más importante de hecho porque hay que adaptar el partido a la nueva realidad parlamentaria y a la situación económica, a que hay que pactar con otras fuerzas y que la realidad legislativa implica que no se puede hacer todo lo que se quiere. Hay que ir reactualizando todo, fortalecerlo y ver cuáles son los nuevos derechos por conquistar. Hay que unificar criterios», enfatiza.

Ninguna fuente consultada da espacio a un posible paso al lado de Sánchez y a una elección de un sucesor o sucesora. Nadie piensa en ello. El Congreso tiene como objetivo dar no sólo una «imagen de renovación» sino también «mostrar que el proyecto no puede parecer agotado, y que la gente escuche el mensaje de manera más nítida». Ferraz anhela que haya una coherencia discursiva y un argumentario sólido para el nuevo tiempo en el que la confrontación con las derechas será cada vez mayor y en la que ya se ve como una posibilidad concreta el acercamiento entre el PP y los soberanistas de Carles Puigdemont.

López y Rubio

La coordinación del cónclave en el que se reelegirá a Sánchez recae en sus dos operadores políticos principales: la número dos del partido, María Jesús Montero, y el secretario de Organización, el navarro Santos Cerdán, padre del acuerdo con Junts. Habrá unos 1.800 delegados (1 por cada 50 militantes, según su estatuto) y nadie apuesta por la continuidad de ninguno de los de la Ejecutiva.

El anticipo coincide con cambios en el gabinete que tienen su miga: además del retorno de Óscar López, resalta la entrada como jefe de gabinete de Diego Rubio

 

El Congreso anticipado coincide con cambios en el gabinete. El más notable es el de Oscar López, que ahora es ministro de Transformación Digital tras la salida rumbo al Banco de España de José Luis Escrivá. Pero otro alto cargo de mucha relevancia pero menor notoriedad política ha sido cambiado: el del jefe de gabinete, que ahora es Diego Rubio.

«Es un perfil técnico, joven, de cabeza brillante y mirada al largo plazo. Combina lo académico con su mirada de estrategia de país y partido», opina un diputado socialista. Varios del partido tienen las mismas buenas referencias de Rubio, un canterano en el gabinete, de origen extremeño e historiador de profesión.

Diego Rubio, el nuevo jefe de gabinete de Pedro Sánchez.

Algunos dicen que llegó al entorno de confianza de Sánchez hace años de la mano del exjefe de gabinete, el donostiarra Iván Redondo. Desde 2019 fue director de una oficina de análisis estratégico y luego secretario general de Políticas Públicas y Asuntos Europeos.

Una curiosidad de Rubio, además de su juventud (tiene 14 años menos que Sánchez, nació en 1986), es que no es afiliado ni militante del Partido Socialista. Ha vivido en Barcelona, París y Oxford por su vida académica. También tiene experiencia como divulgador audiovisual y se lo puede ver en la hemeroteca virtual respondiendo con opiniones contrarias a lo establecido.

Una de ellas es haciendo la pregunta retórica de si será verdad que la democracia nació en Grecia. «En la vieja Atenas sólo podían votar los ciudadanos varones que tenían tierras, es decir, el 10% de la población. Las mujeres, ciudadanos no propietarios y esclavos estaban excluidos de la participación política», recuerda.

Será por este estilo que mezcla picardía y solvencia intelectual por lo que muchos lo ven como la persona indicada para estos nuevos tiempos, de guerra cultural y de un Gobierno central que se prepara para gobernar sin el apoyo legislativo que desearía. Va en sintonía con el encumbramiento del lenguaraz Oscar Puente el año pasado y con la advertencia de López en su primera entrevista, diciendo que tiene «ganas» de responder a las «tonterías» de la derecha porque lleva muchos años «callado».

Si quedaba alguna duda que Sánchez va a por la batalla del relato, el anticipo del 41. Congreso y sus últimos movimientos la destierra con claridad.