Karen Marón

Gaza: la Karbalá del Siglo XXI

Este año la conmemoración por la muerte del Imán Hussein –nieto del profeta Mahoma– en la batalla de Karbalá en el año 680 estuvo signada por las analogías de esa matanza y el genocidio mostrado en tiempo real por sus víctimas en Gaza.

Musulmanes chiíes el 25 de agosto en Kerbalá durante el Arbain, que recuerda la muerte del Imán Hussein, nieto del profeta Mahoma.
Musulmanes chiíes el 25 de agosto en Kerbalá durante el Arbain, que recuerda la muerte del Imán Hussein, nieto del profeta Mahoma. (Ameer AL-MOHAMEDAWI | DPA-EUROPA PRESS | DPA-EUROPA PRESS)

Base aérea de Al Kafeel. Karbalá. 17 horas. Hace un mes que estoy en Asia Occidental. Mi base es esta ciudad sagrada. La actividad ha sido incesante bajo los 56 grados de calor imperantes; han sido múltiples las entrevistas a algunos de los 21 millones de peregrinos que han llegado de 60 países diferentes –y de distintas religiones– para participar en la caminata de Arbain, que recuerda la muerte en la batalla de Karbalá en el siglo VII del Imam Hussein –nieto del profeta Mahoma–, símbolo de la resistencia durante el tumultuoso primer siglo en la historia del islam.

Nos espera el servicio secreto iraquí (Mujabarat en árabe) y también militares en la pequeña base aérea. La seguridad es extrema: guardaespaldas altamente entrenados cuidan celosamente a los visitantes y sólo ingresan vehículos blindados. Altos funcionarios iraquíes y de diferentes países fueron partícipes de los vuelos para vislumbrar desde los cielos de Irak la peregrinación de Arbain.

El primer ministro, Mohammed Shia al-Sudani, había realizado desde el aire –unos minutos antes de nuestra llegada– una inspección de campo del plan de seguridad para la peregrinación. Durante su visita, también revisó las medidas tomadas para gestionar el flujo inverso de peregrinos tras la conclusión de los rituales.

En el helipuerto, nos esperaba un helicóptero Bell 407, un monomotor de uso civil utilizado como ambulancia, control policial, extinción de incendios, captación electrónica de noticias y transporte privado. Tiene capacidad para piloto, copiloto y cinco pasajeros y un gancho de carga útil de hasta 1200 kg.

Abordamos el helicóptero. Desde el aire pude observar la maravilla de la imponente peregrinación, considerada la reunión pública más grande del mundo.

El vuelo deslumbrante permite avistar la caminata de miles de seres humanos, en la reunión pública más grande del mundo

 

Este vuelo deslumbrante permite avistar la caminata de miles de seres humanos y la magnificencia de los Mausoleos del Imám Husein y de su hermano Abbas, también asesinado en la batalla de Karbalá.

Mi invitación al vuelo y otras actividades académicas estuvo a cargo de la doctora Zainab Almulla, rectora de la Universidad para las Mujeres Zahraa, quien se encargó -junto a su equipo de trabajo- de registrar a través de un documental, mi tercera visita durante Arbain y donde pude visitar un Irak que está renovándose.

Al descender nos esperaba Nassif Al-Khattabi, el gobernador de Karbalá, con el que mantuvimos una conversación el día anterior para conocer la situación de la ciudad y del país.

Dos décadas de la operacion Iraqui Freedom

¿Pero qué es Arbain? ¿Qué representa actualmente política y geopolíticamente en la región y a nivel global? ¿Qué relación tiene la conmemoración de la muerte del Imam hace 1400 años durante la batalla de Karbalá y el genocidio en Gaza?

Este nuevo Irak es impactante para quienes cubrimos en el terreno desde hace más de dos décadas la cuna de la civilización. Se cumplieron 21 años de la operación Iraqui Freedom y de Conmoción y Pavor –la doctrina militar basada en el uso de poder abrumador– y la invasión que ordenó George Bush junto a sus aliados y que mató a 1,2 millones de civiles y 10.000 soldados, causó la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, desestabilizó Asia Occidental y fue el escenario propicio para la creación del ISIS.

Hace 21 años la caja de Pandora se abrió y de allí salieron todos los males, tras la gran mentira del siglo XXI. Una mentira que  se reveló inmediatamente después de la invasión y que tuvo su punto culminante con la publicación del llamado "Informe Duelfer" a finales de septiembre de 2004, que admitía que no existían armas de destrucción masiva en Irak, sino que comenzaron a entregarlas y destruirlas más de una década antes en 1991.

Los fundamentos reales de la invasión fueron multidimensionales. Entre ellos, el hecho de que Estados Unidos ya estaba trabajando en el concepto de un Nuevo Oriente Medio, rediseñándolo a su conveniencia y aplicando la doctrina Rumsfeld-Cebrowski de la «guerra infinita» que respondía sobre todo a los intereses geopolíticos y económicos de Estados Unidos, Gran Bretaña y algunos de sus aliados en Asia Occidental.

Arbain 2024: El camino desde Karbalá hacia Al Aqsa

Después de obtener la visa en el aeropuerto en un tiempo razonable y con una atención esmerada, irreconocible para otros tiempos tumultuosos en el país mesopotámico, la denominada otrora «ruta de la muerte» –que comunica el aeropuerto con el centro de Bagdad– es una carretera construida a nuevo.

En esa misma autopista el 3 de enero de 2020 un avión no tripulado MQ-9 Reaper –un dron conocido como Predator B– mató por órdenes del ex presidente de Estados Unidos Donald Trump al general mayor iraní Qasem Soleimaní en una ubicación cercana al aeropuerto de Bagdad. El dron lanzó dos misiles Hellfire R9X, también conocidos como "Ninja”.

En el ataque también murió Abu Mahdi al Mohandes, líder de las Fuerzas de Movilización Popular, que luchan contra el ISIS.

Este episodio convulsionó el escenario internacional teniendo en cuenta que Soleimani era considerado un aliado por numerosos militares y diplomáticos estadounidenses en la lucha contra el ISIS en Siria, Irak y Líbano.

Los planes para Irak han salido muy mal a los que ordenaron el ataque, pues la imagen de Solemaini domina todo el paisaje al llegar al país

 

Si durante muchos años al salir del aeropuerto un peligro inminente nos acechaba y se observaban los vestigios de la imagen de Sadam Hussein, dos décadas después, los planes para Irak han salido muy mal para los que ordenaron el ataque –que son varios y de diferentes facciones y países–, pues la imagen de Solemaini domina todo el paisaje al llegar al país.

Han desaparecido las murallas de hormigón a prueba de ráfagas, los rollos de alambre de púas, los vehículos de combate, los ataques de mortero, los estallidos de carros bombas, las matanzas indiscriminadas o los check points hostiles, donde puedes desaparecer o morir.

El viaje fue veloz y desafiante –como se acostumbra a conducir en este país–. A partir de la ciudad de Nayaf el lema de este Arbain se hizo visible: la analogía entre la batalla de Karbalá con el actual genocidio de los palestinos. Y aunque el ISIS sigue activo, en este momento todo gira en torno a la Resistencia, sin mencionar expresamente al Eje de la Resistencia –una red de aliados y milicias que le permiten a Irán extender su influencia en Líbano, Irak, Siria, Yemen y la Franja de Gaza y que es uno de los pilares de la política exterior de Teherán, que tiene una influencia variable sobre los diferentes actores que conforman el grupo–.

Caminata marcada por el genocidio en Gaza

Toda la caminata estuvo marcada por Gaza y por las preocupaciones de que pueda convertirse en un conflicto regional con el aumento de las tensiones territoriales.

Las filas infinitas de caminantes de múltiples nacionalidades y credos recorren los 80 kilómetros desde la ciudad sagrada de Nayaf –donde se encuentra la tumba del Imám Alí–. Son atendidos en los denominados Maukeb, pequeñas o enormes instalaciones donde se brinda alimento y refugio a los peregrinos.

En todos los puestos el genocidio en Gaza fue el tema fundamental, especialmente en el organizado por la tercera Conferencia Internacional del Llamado de Al-Aqsa, coordinado por la Campaña Mundial para el Retorno a Palestina y el Foro Internacional de Académicos para Palestina. En sus carteles y en otros puestos se podía leer “Mezquita de Al-Aqsa, 833 km”.

Una de las imágenes del Arbain de este año ha sido la de musulmanes chiíes y suníes y cristianos orando juntos a lo largo del camino

 

Mientras las decisiones de los gobiernos de los países árabes son contradictorias o confusas respecto al genocidio en curso, una de las imágenes del Arbain de este año ha sido la de musulmanes chiíes y suníes y cristianos orando juntos a lo largo del camino. Un símbolo que refrenda que la geopolítica también puede ser también una cuestión de fe, conmemorando valores universales como la vida y la dignidad como seres humanos que se eleva ante cualquier ideología.

Una conmemoración que adquiere aún mayor significado en un escenario donde todos somos testigos en tiempo real de la historia de la sinrazón y la falta de humanidad.