Al menos 20 personas ha muerto y otras 450 han resultado heridas este miércoles en una nueva oleada de explosiones en aparatos de comunicación ocurridas en varios puntos del Líbano, según ha anunciado el Ministerio de Salud Pública, apenas 24 horas después de otro ataque masivo del mismo tipo.
En el primero de ellos, desencadenado al activarse algún tipo de mecanismo de ignición en cientos de aparatos buscapersonas, fallecieron 12 personas (entre ellas una niña), resultaron heridas 2.800 y de ellas han sido hospitalizadas 1.800.
Este segundo ataque masivo se ha canalizado a través de aparatos como walkie-talkies y lectores de huellas digitales, según las imágenes que circulan por las redes sociales.
La agencia nacional de noticias NNA ha confirmado que al menos tres de los fallecidos se encontraban en la ciudad de Sohmor (en el centro-sur del país) asistiendo a un funeral.
Las explosiones en esta ocasión parecen haber sido más potentes que en la víspera, y se registran incendios en viviendas y vehículos calcinados. La empresa nipona de telecomunicaciones Icom ha señalado este jueves que por el momento «no puede confirmar» si sus modelos de walkie-talkies fueron empleados en las explosiones. Según apunta en una nota se encuentra «investigando» las informaciones publicadas en distintos medios.
Solo en la provincia meridional de Nabatieh ardieron 60 viviendas y establecimientos, así como 15 coches y decenas de motocicletas a causa de las explosiones.
También se registraron fuegos en menor medida en las demarcaciones administrativas de la Bekaa (este), Baalbek-Hermel (este) y Sur del Líbano, así como en los suburbios meridionales de Beirut, todos ellos bastiones del grupo chií libanés Hizbulá.
El Ejército de Líbano ha hecho un llamamiento a la población para que no se reúna en lugares donde se hayan producido incidentes de seguridad para así facilitar la llegada de equipos médicos, si bien es cierto que no ha brindado más detalles ni ha especificado a qué tipo de incidentes se refiere.
A la espera de más datos sobre cómo se han desatado los ataques, por lo que respecta a la autoría tanto Hizbulah como el Gobierno libanés apuntan a Israel sin género de dudas.
Gallant felicita al Mossad por sus «grandes logros»
A pesar de no hablar sobre estos ataques, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha felicitado al Mossad, el servicio secreto israelí, por sus «grandes logros», ha insistido una vez más en que «el centro de gravedad» de sus operaciones se sitúa cada vez más en la frontera norte, y ha hablado de una «nueva fase» de la guerra.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha asegurado este miércoles que su Gobierno no tenía constancia alguna del ataque coordinado. «No lo sabíamos ni estamos implicados en estos incidentes», ha dicho Blinken desde Egipto, donde se ha reunido con las principales autoridades del país dentro de una nueva gira para tratar de avanzar hacia un alto el fuego en la Franja de Gaza, casi un año después del inicio de la masacre.
El jefe de la diplomacia norteamericana sí que ha instado a «todas las partes» a evitar «cualquier paso que pueda suponer una escalada en el conflicto» de Gaza, algo sobre lo que ha querido ser «muy claro» en una comparecencia junto a su homólogo egipcio, Badr Abdelatti.
El ministro de Exteriores de Egipto ha condenado de manera rotunda los ataques contra 'buscas' en Líbano (y también Siria en menor medida) y ha advertido del riesgo de que todo Oriente Próximo se encamine «a una guerra regional total». Egipto, ha señalado Abdelatti, «está en contra de cualquier acción unilateral que pueda atacar la soberanía de Líbano».
También el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, ha reiterado en su reunión con Blinken un llamamiento a la contención, enfatizando el interés de su Gobierno «por la seguridad, la estabilidad y la soberanía de Líbano».