¿En campo hostil? Nada de eso. A pesar de tratarse de dos hombres-franquicia del Athletic Club, los dos hermanos Williams se han mostrado como estrellas muy dignas del Zinemaldia donostiarra. El documental ‘Los Williams’ sobre sus vidas, sin olvidarse del fundamental papel encarnado por su madre, María, ha sido una de las películas más esperadas en este viernes de arranque, con unos Cines Príncipe abarrotados de gente, incluso después de la proyección para sacarse unos cuantos selfies.

No ha sido fácil para los responsables de la sala, sinceramente, recordar al público que todavía estaba esperando en la cola que había que dejar sitio para la siguiente peli.

El documental del director Raúl de la Fuente ha sido estrenado a nivel mundial y la proyección ha acabado con ovaciones tanto para el cineasta como para los protagonistas, todos presentes junto con las productoras.

María es la auténtica protagonista del documental, «la que ha metido el verdadero gol» en palabras del director. Y el abuelo inspirador...

‘Los Williams’ es un producto muy completo y fácil de consumir, que alterna los momentos mágicos de los goles de Iñaki y Nico con la verdadera historia contada por María, que sinceramente es la verdadera protagonista del documental, mucho más que los dos hermanos, captados en sus momentos de vida de barrio o de vestuario, juntos. «Váis a ver muchos goles en esta peli pero el verdadero gol lo ha metido María dando a luz a los dos Muhammad Alì del deporte vasco», ha declarado antes de la proyección el director De la Fuente.

La película se inicia en Ghana, el país de origen de María, muy emocionada tanto en la pantalla como después del film. «No hagáis como yo, es muy peligroso y la mayoría de la gente no llega» es una de las frases más impactantes del documental, auténtica crónica de la madre de los Williams de aquella odisea a través del norte de Africa, hasta llegar a Melilla para saltar la valla, con muertos amontónandose a lo largo del viaje, sin saber nada de castellano...

La hermandad y la conciencia

Una vez «acompañada» María hasta Bilbo (donde encuentra al cura que da el nombre a Iñaki, por cierto), la película se desarrolla alternando los lados públicos y privado de los dos hermanos. Muy importante, aunque aparezca «poco», resulta en el documental la figura del abuelo, al cual Iñaki le había prometido jugar con la selección de Ghana.

Las raíces no se arrancan ni pierden, son un aspecto fundamental en la carrera tanto del mayor de los Williams como de Nico, que repite continuamente la importancia en todos sentidos de su «bro». Un «bro» que lo apoda «tasta» y le toma bastante el pelo, aunque de manera suave.

Para Iñaki y Nico las raíces se encuentran también, quizás sobre todo, en Iruñea, en el barrio de Buztintxuri. Allí, en condiciones muy precarias, se formó aquella unidad entre los dos hijos y la madre que cada día iba a trabajar andando al aeropuerto de Noain, en la otra punta de la ciudad y más allá.

Una peli que ha ido modificándose

‘Los Williams’ nace en Ghana y termina de hecho con el triunfo de Nico en la última Eurocopa, pasando a través tanto de las derrotas como de las victorias del Athletic. El rodaje y el guion han ido cambiando con los resultados y con los éxitos, porque al principio la historia no se debía desarrollar exactamente así: «De todas formas –ha añadido el director De la Fuente–, yo tenía como un presagio de que iban a ganar la Copa e iban a sacar la gabarra, dándonos así otro material para el documental. Y efectivamente tuve razón. No me esperaba por contra la Eurocopa, hasta estaba en Colombia para otro proyecto y tuve que apresurarme a Berlín».

Pero esto también es lo bueno de un film que nos enseña otra cara de la moneda de una pareja de hermanos que es todo un símbolo mas allá de las canchas y de lo futbolístico: ‘Los Williams’ es el cuento de como uno entre muchos miles consigue sobrevivir a los viajes sin esperanza de África hasta el corazón de Europa y además convertirse en ejemplo para multitudes.

‘Los Williams’ es el cuento de cómo uno entre muchos miles consigue sobrevivir a estos viajes y convertirse en ejemplo para multitudes

El tema del racismo apenas se roza, mucho menos que cómo ha cambiado la vida para los hermanos con el paso del tiempo. Otra frase emblemática de este documental es que «no es fútbol, es la vida».

En Donostia, todo un triunfo: «A ver que pasa en Bilbao con nuestro público», bromeaba Iñaki a la salida mientras que Nico aseguraba a todos quienes le preguntaban por su tobillo tocado en Leganés: «Tranquilo, me siento mucho mejor».