Aritz Intxusta

Convivir con el VIH; el estigma de una enfermedad derrotada, combatido con arte

Los avances farmacológicos han reducido al virus del sida a una enfermedad crónica que se controla con una pastilla diaria. Sin embargo, el estigma hacia los portadores del virus permanece. Una acción en Iruñea trata de empoderar al colectivo.

Uno de los escaparates de Arrotxapea decorado por artistas urbanos.
Uno de los escaparates de Arrotxapea decorado por artistas urbanos. (Iñigo URIZ | FOKU)

En el año 2023 se detectaron 171 nuevos contagios por el virus del sida en Hego Euskal Herria. A cierre del año, 7.572 personas eran seropositivas. La comunidad de personas portadoras del virus va en aumento, pero este crecimiento se corresponde a su mayor esperanza de vida debido a la eficacia de los tratamientos antirretrovirales. A día de hoy, estudios científicos demuestran que fumar acorta más la vida que una infección por VIH. 

«Con el tratamiento actual, el sida, la enfermedad como tal ni siquiera llega a desarrollarse», comenta Maite Morales, responsable del Programa de Salud Sexual de la asociación Sare.

Pese a ello, las personas afectadas tienen que hacer frente también a un desolador estigma social. Con datos de la organización Cesida para el conjunto del Estado, un 10% de la sociedad «manifiesta que no mantendría ninguna relación con una persona con VIH» y «un 8% sigue apoyando medidas de segregación hacia este colectivo. 

Este estudio indicaba, además, que un 36,3% «se sentiría incómodo» si la pareja de su hijo o hija tuviera VIH. 

Un 10% de la población asegura que no mantendría relaciones con un portador de VIH

«Los portadores rara vez hacen público que lo son. Dar la cara tiene un castigo evidente –prosigue Morales–. Hablamos de personas que, en muchas ocasiones, llevan 20 años conviviendo con el virus y que solo han hecho partícipes de ello a su entorno familiar más cercano». 

Toda esta discriminación resulta, hoy, absurda. La posibilidad de contagio es mínima, por no decir cero, cuando se sabe que una persona es portadora del virus, dado que a los meses la carga vírica se vuelve indetectable e intransmisible.

A esto se suma la eficacia del preservativo (el método que protege no solo del sida, sino del resto de enfermedades de transmisión sexual) y de fármacos como la conocida como PreP (profilaxis de exposición) que toman las personas que no tienen VIH para no contagiarse. E incluso hay una versión específica de 'píldora del día después', que se administra después del posible contagio si se acude al hospital. 

La carga vírica de un portador tratado no es contagiosa y existen fármacos previos y posteriores que evitan la infección

En paralelo, el programa de detección precoz se ha ampliado y se realiza tanto en centros de salud y hospitales como en farmacias. El proceso es sumamente sencillo. Basta con un pinchazo en el dedo y en 20-30 minutos se obtiene el resultado. 

«Se han dado avances realmente enormes, pero en la práctica es realmente difícil que una persona de la cara, a no ser que se trate de un activista», sentencia la trabajadora de la asociación Sare.

Murales para recuperar el orgullo

Romper ese silencio, dejar a los portadores de VIH llevar esta afección a la salud a plena luz como cualquiera otra es el objetivo del Pride +, una iniciativa que arrancó hace tres años y que, por vez primera, llega a Iruñea, junto a otras ciudades del Estado. 

La acción se desarrolla por completo en el barrio de Arrotxapea, donde distintos artistas urbanos han decorado comercios aludiendo a la necesidad de restaurar la dignidad de este colectivo que, por efecto de la radical mejora en la esperanza de vida, está envejeciendo progresivamente (en Nafarroa, más del 72% de las personas diagnosticadas supera los 44 años). 

El 72% de la población seropositiva de Nafarroa supera los 44 años

La idea se inspira en el mural icónico de Keith Haring 'Todos podemos parar el sida', que se pintó en Barcelona en 1989. Los diez artistas que recogen su estela en la conmemoración dl Pride + en Iruña son Ompora, Miss Bogie, Cristian Soto, Suko, Duarte, Edurne Viguria, Aro, Ana S. Holmes, Alba de la Portilla y Oihane McGuiness 

La realización en directo de los murales se ha acompañado de puntos informativos sobre el VIH, con reparto de materiales y folletos. Asimismo, está prevista una charla el próximo día 17 en el bar Zokoa.