Iberdrola ha registrado un beneficio neto de 5.470,7 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa un incremento del 50,4% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según ha anunciado este miércoles.
El resultado llega impulsado por las plusvalías millonarias registradas con la venta de activos en México, informó la compañía, que ha decidido así volver a mejorar sus previsiones para un 2024 en el que apunta a unas nuevas ganancias y dividendo récords.
De esta manera, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán mejoró de nuevos sus expectativas para 2024 y ha fijado la previsión de beneficio para el conjunto del ejercicio en los 5.500 millones de euros, lo que supone un incremento del 14% respecto al año anterior (excluyendo cualquier plusvalía por rotaciones de activos), impulsado por los nuevos marcos tarifarios de las redes, el incremento de la capacidad instalada y al aumento de los contratos a largo plazo.
Además, ha elevado su dividendo a cuenta un 14%, hasta los 0,23 euros por acción, tras alcanzar este año ya el suelo de dividendo para 2025, fijado en 0,55 euros –este año ha distribuido 0,558 euros por título–.
Ortuzar: «Gallina de los huevos de oro»
La noticia ha coincidido con la ofensiva de dirigentes del PNV y el Gobierno de Lakua, alineado con Josu Jon Imaz (que pasó de ambas instituciones a Repsol) contra el impuesto estatal a los beneficios extraordinarios de las eléctricas. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, tiene una estrecha relación con el Ejecutivo de Gasteiz.
En un acto este martes en Madrid, Pradales ha considerado que ese impuesto, que tiene carácter temporal, pero varias fuerzas como EH Bildu demandan convertir en extraordinario, «no es la manera más adecuada de favorecer que se desarrolle industrialmente el tejido en un país». Recoge con ello las amenazas de dirigentes del sector eléctrico de demorar o evitar inversiones. «Miles de millones de euros se desviarán a otros países. Nuestra cobertura social tendrá dificultades para sostenerse en un futuro», había dicho horas antes Imaz.
Por su parte, Andoni Ortuzar, presidente del EBB, también ha alertado de que se pretenda «matar la gallina de los huevos de oro», término con el que se ha referido a las eléctricas.
Galán lo reconoce: «Supondría algo muy menor»
En este contexto políticamente enrarecido, además, se da la circunstancia de que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha admitido que la repercusión de hacer permanente el impuesto «sería algo muy menor» para la compañía teniendo en cuenta el conjunto de sus cuentas, aunque «tendremos que estar atentos a lo que pase».
Galán ha considerado que la posible reforma para convertir en permanentes los gravámenes extraordinarios para las energéticas y la banca no deja de ser, a día de hoy, «ruido» y «rumores», ya que «no hay nada concreto».
El presidente de Iberdrola se muestra tranquilo porque «no está claro que se vaya a producir», lo que apunta a que confía en el PNV
En la conferencia con analistas para presentar los resultados de la compañía correspondientes a los nueve primeros meses del año, Galán ha señalado que aún «no se ha aprobado absolutamente nada» al respecto y que será necesario llevar a cabo un proceso «muy largo» y con «algunas incertidumbres» en su tramitación, por lo que «no está claro que se vaya a producir». Posiblemente aluda con ello a que el Gobierno Sánchez necesitaría también el apoyo del PNV para que la reforma prospere.
Actualmente, este gravamen para las energéticas representa un 1,2% de las ventas, a liquidar en 2023 y 2024 contra los ejercicios de 2022 y 2023, respectivamente. Dado que fue concebido como temporal para esos dos ejercicios, de no prolongarse con este u otro diseño, a finales de este año decaería.
Más detalles del resultado
Volviendo al resultado de Iberdrola, excluyendo la plusvalía de México, que representó 1.165,2 millones de euros, el beneficio neto se situaría en 4.305,5 millones de euros, aumentando un 18,4% respecto a los primeros nueve meses de 2023 y, en términos recurrentes (excluyendo además la recuperación del déficit de tarifa de Reino Unido y la provisión por impuestos en México en 2023) un 22%.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la energética aumentó un 23% en estos nueve primeros meses, hasta los 13.269 millones de euros, impulsado, principalmente, por un incremento del 25% en las inversiones orgánicas de redes en los últimos nueve meses –con la base de activos de redes eléctricas alcanzando ya los 47.600 millones (incluyendo ENW)–, así como una producción renovable en máximos históricos gracias a las nuevas inversiones y los resultados provenientes de rotación de activos.
El Ebitda recurrente creció un 11%, hasta los 11.551 millones de euros. Estados Unidos y Reino Unido impulsaron el resultado, con incrementos del 25% y el 15% en el Ebitda, respectivamente.
Las inversiones alcanzaron la cifra récord de los 12.300 millones de euros, un 13% más, fundamentalmente en redes y renovables en los Estados Unidos y Gran Bretaña.