El Juzgado de lo Penal número 5 de Bilbo ha condenado a dos años y tres meses de prisión por un delito continuado de estafa a un hombre que también está acusado de matar, al menos, a cinco varones con quienes contactaba a través de una aplicación de citas. El procesado sacó dinero y realizó compras por 6.305 euros de una tarjeta bancaria, cuyo titular había muerto y al que no consta probado que el acusado conociera.
El procesado, que ya fue condenado a 10 años de prisión por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por intento de asesinato, mantiene diferentes causas abiertas por este caso, y todavía no ha sido juzgado como presunto autor de la muerte de cinco hombres.
Con respecto al reciente juicio por estafa, el acusado ha reconocido que usó la tarjeta bancaria de un hombre que había fallecido y cuyo caso por homicidio ha sido archivado provisionalmente, pero precisó que la misma se la había entregado un amigo.
La Fiscalía solicitó una pena de dos años y seis meses por un delito continuado de estafa por uso fraudulento de la tarjeta, la acusación particular pidió una condena de cinco años -cuatro años y seis meses por un delito de uso fraudulento de la tarjeta de crédito y cinco meses y 29 días por un delito de estafa informática- mientras la defensa pidió su absolución.
En la sentencia se considera como hechos probados que el acusado, «con ánimo de enriquecimiento ilícito y de forma fraudulenta» hizo uso de la tarjeta del hombre fallecido entre el día 16 y 18 de septiembre de 2021.
En concreto, esos días sacó dinero y realizó compras con esa tarjeta, tanto en Bilbo como en Murcia, a donde se desplazó para visitar a su novia. El importe total de todas las extracciones de dinero y los pagos y compras realizados con la tarjeta del fallecido y que «fue utilizada por el acusado sin autorización» asciende a 6.305,16 euros.
Sin embargo, la juez indica que no ha quedado «suficientemente acreditado» que conociera al titular de la tarjeta, como defendía la acusación particular. A su juicio, no es suficiente para tener esa certeza que el hermano del fallecido dijera que su familiar y el acusado podían conocerse por webs de contacto y que, además, «hubiera sido esta supuesta relación la que hubiera propiciado el que el acusado se hiciera con la tarjeta».
De hecho, este caso también fue investigado por homicidio, pero fue archivado provisionalmente y ha sido recurrido por la asociación Gehitu y el Observatorio Vasco LGBTI+ ante el tribunal de garantías.