Kazetaria / Periodista

Un sórdido ultra para dirigir el Departamento de Justicia en Estados Unidos

Matt Gaetz es el elegido por Trump para el Departamento de Justicia.
Matt Gaetz es el elegido por Trump para el Departamento de Justicia. (Annabelle Gordon | Europa Press)

Matt Gaetz es la nominación de Donald Trump para su Gobierno que más titulares está provocando. La indignación no se limita al ámbito demócrata, más de un republicano no esconde que el político de Florida ni siquiera se le acerca a lo que se espera de un fiscal general (ministro de Justicia de EEUU). Sus posiciones extremas han dañado e irritado más a sus propios compañeros de partido en la Cámara de Representantes que a los de la minoría demócrata. Además, se halla en el ojo del huracán de un sórdido caso en el que se incluyen por drogas, sobornos y sexo con menores.

Matthew Louis Gaetz II nació en 1982 en Hollywood, en el cinturón metropolitano de Miami, en una familia republicana. Su abuelo fue alcalde un pueblo de Dakota del Norte y candidato a vicegobernador de ese estado, y su hijo y padre de Matt Gaetz también ha destacado en la política de Florida, donde ha sido senador, presidente de la Cámara y, tras un receso, ha vuelto a ser reelegido para el Senado del estado. El ya excongresista y nominado para dirigir la Justicia de EEUU tiene 42 años.

Estudió Ciencias y después Derecho. Tras colegiarse en 2008, su biografía incluye la firma Keefe, Anchors & Gordon durante los siguientes dos años. Esa es su única experiencia como abogado para la persona que Trump ha elegido como fiscal general. Trump sabe bien lo que busca: un extremista bruto y sin escrúpulos para vengarse de todas las acusaciones que ha habido en su contra e iniciar una purga en el seno de la Justicia del país para someterla por completo.
En 2010 fue elegido para el Congreso de Florida, desde donde dio el salto a Washington seis años después. En su primera legislatura en la capital, durante la Presidencia de Trump, su nombre se dio a conocer por haber invitado al supremacista blanco Charles Johnson, que fue expulsado de Twitter por pedir ayuda para «cargarse» a un activista de Black Lives Matter y por negar el Holocausto.

Durante la legislatura de Trump participó en actos políticos en los que también estuvieron miembros de la banda neofascista Proud Boys. Contrató, asimismo, a Darren Beattie como redactor de sus discursos después de su despido de la Administración Trump por participar en una conferencia relacionada con el supremacismo blanco.

Tras el asalto al Capitolio hace cuatro años, Gaetz fue uno de los 21 republicanos que se opusieron a condecorar a los agentes que defendieron el Congreso.

Trump sabe bien lo que busca: un extremista bruto y sin escrúpulos para vengarse de todas las acusaciones en su contra e iniciar una purga en el seno de la Justicia para someterla por completo.

Hace dos años, los republicanos consiguieron una exigua mayoría en la Cámara de Representantes, que dejó en evidencia las divisiones en el Partido. Gaetz consiguió ser el protagonista del ala más extremista, el que forzó quince votaciones antes de que Kevin McCarthy lograra presidir la Cámara, y el que, apenas nueve meses después, lo depuso, un hecho insólito hasta entonces. McCarthy no es ningún moderado, pero Gaetz no le perdonó que llegara a un acuerdo con la Casa Blanca sobre el techo de gasto para evitar el cierre gubernamental.

Sexo con menores

A su extremismo político se le unen las graves acusaciones que existen en su contra. Su otrora amigo Joel Greenberg está en la cárcel con una condena de once años. Colaboró con la Justicia y reconoció varias acusaciones, incluida la de tráfico sexual con menores. Admitió haber pagado a mujeres jóvenes para que participaran en fiestas con drogas y sexo. Al menos una de ellas tenía 17 años de edad, y Greenberg asegura que Gaetz también tuvo sexo con ella.

La Fiscalía no ha acusado al congresista, pero el Comité de Ética de la Cámara de Representantes inició su propia investigación. En ella participaron varios testigos del caso civil, incluida la propia mujer con la que Gaetz está acusado de haber tenido sexo cuando esta era menor. Al menos dos mujeres testificaron que Gaetz les pagó a cambio de sexo en fiestas que ocurrieron entre 2017 y 2019. El comité estaba a punto de publicar sus conclusiones cuando se Trump le escogió para su Gobierno, por lo que dimitió del Congreso y la publicación se paralizó. Las presiones ahora son continuas para impedir que las conclusiones salgan a la luz.