El Gobierno de coalición, formado por PSOE y Sumar, ha logrado salvar el paquete fiscal, en el que está recogido el impuesto a la banca. Se ha introducido como una enmienda a la ley que regula el nuevo impuesto mínimo global del 15% a las empresas multinacionales.

La reforma fiscal ha sido refrendada gracias a un acuerdo de última hora con Podemos, que pedía un proyecto de ley que regule el futuro impuesto energético. Así, el texto ha contado con 178 votos a favor –PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu, Junts, PNV, Podemos, BNG y CC– frente a 171 votos en contra –PP, Vox y UPN–.

Impuesto a la banca

El impuesto a la banca fue una de las medidas que quedaron pendientes de incorporar en la Comisión de Hacienda del lunes, pero ha sido recuperada en el pleno de este jueves en virtud del acuerdo cerrado por el Gobierno español con ERC, EH Bildu y BNG.

Este impuesto, que sustituye al gravamen extraordinario y que se concertará con las haciendas forales, gravará los márgenes y comisiones de las grandes entidades financieras con tipos progresivos entre el 1% y el 7% con dos deducciones, una de parte de la cuota del impuesto de sociedades y otra extraordinaria en caso de descenso de la rentabilidad.

Como era de esperar, las asociaciones bancarias AEB y CECA han reiterado su determinación de emprender acciones legales contra el nuevo diseño del impuesto. Denuncian «inseguridad jurídica» y «graves efectos económicos» pese a los beneficios récord obtenidos por los grandes bancos.

Impuesto a las energéticas

La aprobación de la transposición de la directiva del tipo mínimo y el paquete fiscal ha estado en el aire hasta el último momento debido a los vetos cruzados entre los socios del Ejecutivo español, sobre todo en lo referente al impuesto a las grandes energéticas.

El Gabinete de Sánchez pactó con Junts que el gravamen energético desapareciera, pero, después, acordó con ERC, EH Bildu y BNG mantenerlo un año más, respetando el compromiso adquirido con Junts de que no afectara a las empresas que inviertan en descarbonización.

Podemos puso como condición para permitir la aprobación de todo el paquete que se garantizara el impuesto, una exigencia que finalmente se ha solventado con el compromiso de impulsar, entre todos los partidos que apoyan la medida, un proyecto de ley que regule el futuro impuesto energético.

«El acuerdo supone el compromiso del PSOE y Podemos de impulsar una nueva proposición de ley que contenga un impuesto a las empresas energéticas», reza el comunicado de Podemos, que advierte de «la complejidad técnica de este impuesto y la necesidad de hacer un análisis riguroso de esta figura tributaria».

Si no se consiguiera un acuerdo entre los grupos antes del 31 de diciembre, el Gobierno español se ha comprometido a aprobar un decreto ley que prorrogue el gravamen a las empresas energéticas para el año 2025, algo que Hacienda ya había pactado con los grupos soberanistas de izquierda.

EH Bildu saluda el acuerdo

Fuentes de EH Bildu han saludado el acuerdo sobre el impuesto a las energéticas, y han mostrado su compromiso en «seguir negociando y trabajando, como hemos hecho desde el primer momento, para lograr que las empresas energéticas sigan pagando lo que les corresponde».

«Nos alegramos de que finalmente todas las fuerzas de izquierdas se hayan sumado al acuerdo que alcanzamos el lunes con el Gobierno español», han manifestado.

El PNV celebra el impuesto a multinacionales

Por su parte, el PNV ha celebrado la aprobación de la ley por la que se establece un impuesto a grupos multinacionales que, según ha indicado, «será concertado con capacidad normativa a las instituciones vascas».

Ha explicado «en los territorios forales ya se aplica un tipo mínimo del 15% en el Impuesto sobre Sociedades, pero que las haciendas forales formen parte de este Impuesto Mínimo Global a grupos multinacionales supone poner las bases futuras del Concierto Económico, ya que este tipo de impuestos se convertirá en un eje fundamental del sistema fiscal europeo».

«Se cumple así el acuerdo al que PNV llegó con el Ejecutivo central el mes pasado y que también incluye la concertación del impuesto a la banca», ha señalado antes de incidir en que «la negociación del conjunto de esta norma ha sido rocambolesca y se ha dado una imagen lamentable», tal como ha apuntado la diputada jeltzale Idoia Sagastizabal.