Ibai Azparren
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

La sombra de la ultraderecha se cierne sobre la nueva CE tras el ‘sí’ de la Eurocámara

El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles el nuevo Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen, marcando un giro hacia la derecha más pronunciado que nunca con figuras como Raffaele Fitto y Olivér Várhelyi en puestos clave. Teresa Ribera ocupará finalmente una de las vicepresidencias.

Foto de grupo con el recién elegido Colegio de Comisarios.
Foto de grupo con el recién elegido Colegio de Comisarios. (Frederick FLORIN | AFP)

Tras superar una semana de difíciles negociaciones con vetos cruzados, el pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles al nuevo Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen, más escorado a la derecha que nunca. Además de los votos del Partido Popular Europeo (PPE), los Socialistas y Demócratas (S&D), los liberales de Renew, una mayoría de los grupos de los Verdes y parte de la extrema derecha del grupo de Conservadores y Reformistas (EC) han votado a su favor.

La presidenta alemana de la Comisión Europea (CE) ya lo había anticipado en campaña: «Giorgia Meloni es proeuropea, lo ha dejado claro, así que le ofreceremos trabajar conjuntamente». Desde mayo, el Partido Popular Europeo (PPE) y la propia Ursula von der Leyen han respaldado a la primera ministra italiana, culminando en el nombramiento de Raffaele Fitto, actual ministro de Asuntos Europeos en el Gobierno italiano, como uno de los vicepresidentes de la nueva CE.

El aumento de gobiernos conservadores en la UE y la presión de Manfred Weber, presidente del PPE y gran artífice del acercamiento entre la derecha y la extrema derecha europea, ha propiciado el nombramiento de Fitto, con un pasado en la Democracia Cristiana y delfín del fallecido mandatario conservador Silvio Berlusconi en Forza Italia hasta la adopción por parte de los ultraderechistas de Hermanos de Italia. El mandatario, de 55 años, es la cara amable de Meloni, todo un experto en esquivar las preguntas sobre asuntos internos italianos.

Además, Olivér Várhelyi, abogado y diplomático húngaro, será comisario europeo de Salud y Seguridad Animal. Várhelyi se ha ganado la confianza del primer ministro Viktor Orbán, quien lo designó como comisario europeo en 2019, en la Cartera de Vecindad Europea y Ampliación. En octubre de 2023, el comisario suspendió en solitario los fondos de la UE para Palestina, decisión unilateral de la que tuvo que retractarse la CE.

Nuevo ridículo del PP de Feijóo

El nombramiento de Fitto ha servido como moneda de cambio para asegurar el cargo de Teresa Ribera, con gran cartel en Bruselas y quien se convertirá en la figura clave de los socialdemócratas en el gobierno comunitario, ocupando el puesto de vicepresidenta de Competencia y Transición Justa y Limpia.

El PP de Alberto Núñez Feijóo, compañero de grupo de Ursula von der Leyen, pero con la vista más centrada en Moncloa que en Bruselas, ha intentado obstaculizar hasta el último momento el nombramiento de Ribera, logrando incluso retrasar la designación de los nuevos comisarios por una semana.

No obstante, no han alcanzado un objetivo que ya se preveía inalcanzable, pero sí se han desmarcado en la votación de sus socios europeos. Los 22 eurodiputados de Feijóo han votado en contra del equipo de Von der Leyen. De 188 eurodiputados del PPE, solo los de Feijóo y unos pocos más, han votado en contra.

Votación ajustada, «mayorías» inestables

Es cierto que las fugas son habituales en las votaciones de la Eurocámara, y la de este miércoles ha sido una de las más ajustadas de la historia de la Cámara. El nuevo Ejecutivo comunitario de Von der Leyen necesitaba una mayoría simple de los votos emitidos en el pleno para salir adelante, y finalmente ha logrado una ajustada mayoría de 370 votos a favor, 282 en contra y 36 abstenciones.

La votación de este miércoles evidencia la fragmentación en un Parlamento Europeo cada vez más inclinado hacia la derecha, sin mayorías estables. Todos los grupos que respaldaron al ejecutivo enfrentaron deserciones internas, ya sea con votos en contra o abstenciones, como ha ocurrido también con los 14 eurodiputados del SDP alemán.

En los Verdes han votado a favor mayoritariamente alemanes y neerlandeses y, en contra, italianos, españoles, franceses o belgas. En ECR, por su parte, han votado a favor los italianos de Fratelli y los belgas de la soberanista flamenca NVA y, en contra, los polacos del PiS, franceses, rumanos, luxemburgueses y suecos.

Con apenas un 53,8% de votos emitidos a favor, Von der Leyen obtiene así el peor resultado en la historia obtenido por un Colegio de Comisarios en su examen ante el pleno de Estrasburgo. Otro dato que refleja la complejidad europea: el quipo de la alemana cuenta con el 40,9% de los votos en contra, frente al 22,2% de hace cinco años.

Con la economía alemana constipada y con la incógnita de qué supondrá la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca para los intereses europeos, el nuevo Ejecutivo se enfrenta a retos considerables, al tiempo que la extrema derecha sigue ganando terreno en el continente.

¿Qué han votado los partidos vascos?

La nueva Comisión Europea de Von der Leyen con figuras de la extrema derecha, además de contar con la delegación del PSOE, ha conseguido el apoyo de la eurodiputada del PNV, Oihane Agirregoitia, integrada en el grupo liberal Renew Europe, después de que el lehendakari de la CAV, Imanol Pradales, mostrara en Bruselas su preocupación por «el auge del populismo en Europa».

Por su parte, el europarlamentario de EH Bildu, Pernando Barrena, ha mostrado su rechazo a la nueva Comisión Europea, que «incluye dos comisarios de ultraderecha», en referencia al italiano Raffaele Fitto y al húngaro Olivér Várhelyi. Además, cree que «se confirma este giro a la derecha más extrema que va a poner en riesgo cualquier conquista social».

Vox, del Grupo Patriotas por Europa, ha votado en contra del conjunto de la Comisión por su rechazo a Ribera, mientras que eurodiputados de Sumar, Podemos, BNG, ERC y Compromís han rechazado la vicepresidencia para Fitto por ver en ella un giro hacia la extrema derecha.