PANATHINAIKOS 104 - SASKI BASKONIA 69
La terrorífica lesión de tobillo de Mathias Lessort y el posterior problema de salud de aficionados de las gradas del OAKA vuelven a recordar al mundo del deporte, empezando por el periodismo deportivo, que un juego no es más que un juego, comparado con tantas otras cosas de veras importantes en la vida. No han llegado a mayores los sucesos de la grada y por ende, es menos engorroso informar de que Saski Baskonia se ha llevado una cornada monumental de la pista de Panathinaikos.
La torcedura de tobillo de Chima Moneke al pisar a Lessort ha activado las alarmas en el bando gasteiztarra, siendo el primer aviso de lo que se venía. Un percance que no ha hecho sino agravar el flojo arranque baskonista, a merced del acierto de Nunn y Juancho Hernangómez, que han provocado un tiempo muerto a Pablo Laso y han disparado un 19-8 de saque. Y a diferencia de lo que se vio en el duelo ateniense frente a Armani Milano, no ha habido ni siquiera exhibición anotadora, sino aprovechamiento puro de las debilidades defensivas gasteiztarras.
Tristemente, el baskonista más destacado ha sido el propio Moneke, pese a jugar con dolor. De hecho, el nigeriano no ha sido siquiera el objetivo de los ataques helenos, que ha percutido más desde el exterior que por la pintura, aunque Lessort y Hernangómez se han bastado para arrollar a un Baskonia que virtualmente ha perdido el partido ya para cuando ha terminado el primer asalto: 33-12.
Las rotaciones han supuesto un poco de relajación en el bando griego, al tiempo que los reservas de Saski Baskonia, como viene siendo habitual en los últimos partidos, han elevado el nivel. Ello ha facilitado un pequeño parcial de 0-6 de los de Pablo Laso a golpe de tiros libres.
Sin que se haya podido vislumbrar ninguna voltereta en el horizonte, pero al menos el juego del Baskonia se ha vuelto poco a poco algo reconocible. También ha ensayado alguna alternativa zonal, no siempre con premio, pero por lo menos ha dejado de estar continuamente a merced de un Panathinaikos que ha bajado claramente de revoluciones, algo que no le ha hecho demasiada gracia al bueno de Ergin Ataman.
El retorno de los titulares de Panathinaikos, especialmente los «obreros» Kalaitzakis y Lessort, ha devuelto momentáneamente a los del trébol la máxima renta de 21 puntos, 48-27, momento en el que Saski Baskonia ha encadenado un parcial de 0-8, con muy buenos minutos de Nikos Rogkavopoulos –que ha jugado prácticamente en casa, toda vez que Maroussi, la localidad natal del jugador gasteiztarra es el emplazamiento don de se ha erigido el OAKA– y el primer triple de Markus Howard.
Pero ese 48-35 ha sido un espejismo, como el supuesto cara a cara anotador que debía enfrentar a Markus Howard con Kendrick Nunn. Entre Sloukas y el propio Nunn –20 puntos al descanso, con 4 de 8 en triples, por 3 de 15 de todo el Baskonia– han cercenado toda opción levantisca, elevando el 53-35 al marcador del OAKA al descanso.
Lesión y paliza
Mathias Lessort se ha hecho una avería importante en el amanecer del tercer acto, un accidente terrible en el tobillo por culpa de una malísima caída, una escena que ha dejado helado a todo el OAKA, con los jugadores de los dos equipos llevándose las manos a la cabeza. Tanto es así, que varios aficionados en la grada han tenido sendos problema de salud, teniendo que ser atendidos, aunque no ha pasado a mayores en el apartado médico.
Según ha confirmado tras el partido el entrenador local, Ergin Ataman, en total se han producido siete desvanecimientos y un ataque al corazón entre espectadores que han presenciado la lesión. Ello ha obligado a movilizar tanto a los médicos de Baskonia (los de Panathinaikos lógicamente se habían ido con el jugador) como a todas las ambulancias disponibles, por lo que el encuentro ha tenido que detenerse unos minutos, aumentando la conmoción.
Entre una cosa y otra, el cuarto había empezado con dos triples de Juancho Hernangómez, elevando un 59-35 absolutamente irrelevante ante los momentos de congoja, avanzadilla de un parcial de 15-2 que ha terminado de sacar a los de Pablo Laso de cualquier pelea real por el partido.
El pívot reserva del PAO, el uzbeko Yurtseven, ha aplicado el refrán aquel de «a rey muerto, rey puesto», haciendo sangre a la escasa intensidad presentada por Donta Hall en la pintura.
Pero después de irse hasta los 31 puntos de ventaja, 68-57, los de Ergin Ataman casi se han echado a dormir, de forma que Saski Baskonia ha intentado maquillar un poco el resultado, logrando un parcial de 8-18 en la recta final de un tercer cuarto eterno, para afrontar el último asalto con el 76-55 en el luminoso.
El talante no ha sido otro que el de terminar rápido el suplicio. Por más que Kamar Baldwin o Moneke han intentado tirar del carro de los gasteiztarras, el enésimo arreón heleno ha vuelto a airear las vergüenzas baskonistas, con Lorenzo Brown dándose un homenaje también en la anotación, mientras que Kendrick Nunn se ha «cambiado de rol» para ejercer de pasador. Con cinco minutos para el final del partido, Pablo Laso ha tenido que frenar el partido con un 92-64 en el marcador.
Y lo que ha restado para el final ha sido una agonía en la que solo cabe rescatar el triple de Pavel Savkov y la oración (sic) de los dos equipos, con Markus Howard ejerciendo de «reverendo», pidiendo por Mathias Lessort, protagonista también de los cánticos de la grada del OAKA. No ha habido milagro para este Saski Baskonia tan inferior, empero.
FICHA TÉCNICA
PAO: Grant (4), Nunn (26), Hernangómez (11), Lessort (10) y Kalaitzakis (8) –quinteto inicial–, Brown (18), Sloukas (5), Osman (8), Mitoglou (7), Yurtseven (4), Antetokounmpo (2) y Samodurov (1).
BASKONIA: Trent Forrest (), Markus Howard (5), Tadas Sedekerskis (8), Chima Moneke (16) y Donta Hall (5) –quinteto inicial–, Kamar Baldwin (13), Nikos Rogkavopoulos (7), Khalifa Diop (4), Sander Raieste (5), Pavel Savkov (3) y Ousmane Ndiaye.
Parciales: 33-12, 20-23, 23-20, 28-14.
Árbitros: DiFallah, Nedovic y Bissuel. Sin eliminados.
Incidencias: 15.000 espectadores en el OAKA. Chima Moneke se ha lastimado el tobillo en el primer cuarto del partido. Mathias Lessort se ha lesionado de gravedad y hasta ocho aficionados en la grada ha tenido problemas a de salud, teniendo que ser atendidos.