A la espera de que se hallen pruebas sobre qué produjo el siniestro del avión de Azerbaijan Airlines caído cerca de la ciudad kazajistaní de Aktau y que causó 38 muertes de los 67 pasajeros, tanto Ucrania como Azerbayán se han apresurado a culpar a Rusia de tal incidente, la OTAN ha exigido una «investigación completa» y el Kremlin ha señalado que no hay que apresurarse con ciertas hipótesis.
Así, el jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andri Kovalenko, ha afirmado este jueves que «la explosión de un misil de defensa aérea dañó el avión y desactivó sus sistemas» en su cuenta de Telegram.
Por su parte, fuentes del gobierno azerbayano que no han querido identificarse coinciden en asegurar que el vuelo 8432, procedente de Bakú, fue alcanzado por la metralla de un misil tierra-aire cuando se encontraba en el espacio aéreo de la ciudad rusa de Grozni, su punto de destino.
Al parecer, en ese momento, la capital chechena estaba siendo atacada por drones ucranianos, una ofensiva contrarrestada por el ejército ruso con armamento anti aéreo. Esta hipótesis contradice otras iniciales que barajaban como posibles causas del desastre el choque con una bandada de pájaros o la explosión de un balón de oxígeno a bordo del avión.
Desde el Kremlin han señalado que «sería un error formular hipótesis antes de las conclusiones de la investigación. Nosotros, por supuesto, no lo haremos y nadie debería hacerlo», ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. Ha insistido en que hay que «esperar hasta que acabe la investigación».
Precisamente a través de su portavoz, Farah Dakhlallah, la OTAN ha reclamado una «investigación completa», en un mensaje publicado en las redes sociales por dicho responsable de la organización militar.
En ese cruce de declaraciones, el secretario del Consejo de Seguridad de Chechenia y sobrino del jefe de la región, Jamzat Kadirov. ha confirmado el ataque de Ucrania con drones.
Sin embargo, Kovalenko ha inculpado a Rusia, afirmando que «tenía que cerrar el espacio aéreo sobre Grozni, pero no lo hizo. Todo lo que volaba fue derribado», y añadiendo que los agujeros en el fuselaje del avión que aparecieron durante el vuelo no pueden haber sido causados por pájaros.
«El avión fue dañado por los rusos y enviado a Kazajistán, en lugar de realizar un aterrizaje de emergencia en Grozni y salvar vidas», ha acusado el jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.
En esa misma línea, desde Azerbaiyán se ha transmitido que las autoridades rusas no permitieron dicha maniobra solicitada por los pilotos del Embraer y lo desviaron en dirección a Aktau, para lo cual tenía que volar sobre las aguas del mar Caspio. La agrencia progubernamental azerí Caliber-Az incluso ha determinado qué tipo de mísil impactó con la nave de Azerbaijan Arilines: un Pantsir-S.
Estados Unidos
Desde Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha expresado que el accidente les ha «entristecido profundamente» y se han ofrecido a colaborar con las autoridades de Azerbaiyán y Kazajistán en lo que haga falta.
Medios estadounidenses publican este viernes que las autoridades de Washington ven indicios de que un sistema antiaéreo ruso pudo haber alcanzado el avión de Azerbaijan Airlines (AZAL).
Según las cadenas ABC News y CNN, que citan fuentes oficiales estadounidenses que no identifican, existen evidencias de que el avión de pasajeros pudo haber sido derribado por un misil tierra-aire ruso desde un sistema Pantsir-S1.
ABC News precisa que si Rusia efectivamente atacó el avión de Azerbaiyán, sería otro ejemplo de la imprudencia de Moscú en la guerra con Ucrania. El avión estaba volando sobre un área donde la defensa aérea de Klemlin ha luchado recientemente contra los drones ucranianos.
Otra fuente oficial informó a la CNN que los primeros indicios sugieren que un sistema antiaéreo ruso pudo haber derribado el avión de pasajeros.
Cajas negras
Las cajas negras del aparato ya han sido halladas en el lugar siniestro, según ha confirmado el fiscal de transporte de la región de Mangystau de Kazajistán, Abilaibek Ordabáev, quien ha avanzado que «serán entregadas al Departamento de Investigación de Accidentes Aéreos».
Fuentes kazajas han señalado que para el descifrado de dichos registradores se contará con especialistas de la empresa brasileña Embraer, que tienen previsto llegar este viernes al país centroasiático.
Ordabáev ha incidido en que las labores de inspección sobre una zona de 4.000 metros cuadrados ya se encuentran en la «etapa final», mientras que se han suspendido todos los vuelos a Grozni y Majachkalá hasta que se esclarezcan la causas de la tragedia.
En las redes sociales ya han comenzado a proliferar publicaciones según las cuales en las fotografías de los restos del fuselaje del avión se observan impactos de metralla.
Antecedentes
Incidentes anteriores de este tipo han quedado sin esclarecer totalmente. Los más conocidos fueron la caída de un avión ruso hace casi un año en Bélgorod, con 65 prisioneros ucranianos a bordo, que Moscú atribuyó a un misil ucraniano; y la caída de un avión de Malasyan Airlines sobre suelo ucraniano en 2014, en pleno conflicto del Donbass, por la que fueron condenados en Países Bajos tres ciudadanos rusos.
[Ver reportaje de Beñat Zaldua en 2020: ‘Derribar aviones por accidente, más usual de lo que parece’]