Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Sadiq al Valencia, porque hay algo peor que ser criticado por tu afición

El nigeriano abandona Donostia y se marcha cedido hasta junio a la ciudad del Turia, donde tratará de recuperar al goleador que era antes de su grave lesión de rodilla y que hizo que la Real abonara 20 millones de euros por su traspaso, con un contrato hasta 2028. 

Sadiq pugna con Rudiger en el choque de esta temporada contra el Real Madrid.
Sadiq pugna con Rudiger en el choque de esta temporada contra el Real Madrid. (Andoni CANELLADA | FOKU)

Umar Sadiq no seguirá en Donostia durante lo que resta de campaña. El delantero nigeriano ha pasado este viernes las correspondientes pruebas médicas en Valencia y vestirá la camiseta ché hasta junio. El club, propiedad del singapurense Peter Lim, vive un momento convulso –lo cual tampoco es demasiado noticioso–, marcha en penúltima posición y acaba de cambiar de entrenador con la llegada de Carlos Corberán en lugar del ‘Pipo’ Baraja.

Sadiq viajó este jueves hasta la capital del Turia y ya saludó a los medios que le aguardaban con el clásico «amunt», el grito de guerra de la siempre exigente afición valencianista.

La Real soluciona así, por ahora, una de las patatas calientes que tenía entre manos. Con la llegada de Óskarsson en el último día del mercado veraniego, el nigeriano pasó a ser el tercer delantero centro de la plantilla, y solo había participado en once partidos, cinco de ellos como titular, sin anotar ningún gol.

Sadiq llegó a la Real en el verano de 2022, procedente del Almería, donde con su peculiar estilo de juego –uno de esos jugadores espigados con pinta de desgarbados– había destacado como goleador. El club blanquiazul pagó 20 millones de euros –el fichaje más caro de la historia en ese momento– y le firmó un contrato hasta 2028. Cifras que dejan clara la apuesta.

Estreno y gol en Anoeta

Con su característico vendaje en la cabeza, no pudo tener mejor estreno, con un testarazo a la red frente al Atlético de Madrid. Pero en su tercer encuentro, en Getafe, se rompió el ligamento cruzado de su rodilla derecha. A partir de ahí, un largo proceso de recuperación para tratar de volver en la siguiente temporada.

Catorce meses después, sendos golazos ante Sevilla y Osasuna abrían una puerta a la esperanza, pero fue solo un espejismo que se hizo definitivamente añicos con las oportunidades marradas en la ida de la semifinal copera en Mallorca.

Los últimos meses del nigeriano han sido un compendio de tropiezos, resbalones, malos controles, peores conducciones, continuos fueras de juego… muy lejos de lo que se pide a un jugador profesional, posiblemente lastrado por el aspecto mental.

Como una mascota

Hay un punto peor que ser criticado o silbado por la propia afición, y es cuando uno se convierte en el hazmerreír de sus hinchas, una especie de mascota de la que nadie espera más que cabriolas. Ese es el momento de cortar amarras, si no lo fue antes. Generalmente les sucede a los delanteros, y Sadiq ni es el primero ni será el último: Sandro, Necati, Lee Chun-so… Obviamente, no es una situación exclusiva de la Real.

A punto de cumplir los 28 años, tiene ahora por delante media temporada para resetear su cabeza y volver a sentirse futbolista. Que haya opción de compra es lo de menos, porque las arcas del Valencia son un nido de telarañas, pero si las cosas le van medianamente bien no le faltarán novias, porque el gol es un tesoro codiciado que se paga. Lo cual sería ahora mismo el mejor escenario para que Real recuperara parte de la inversión.