Comercio mundial del cacao: Los fondos de cobertura entran y salen, destrozando mercados
El cacao ha vuelto a marcar otro máximo en diciembre. La entrada en masa de fondos de cobertura y su posterior salida, cuando a causa de la especulación los márgenes se redujeron, han destrozado el mercado. Los precios del cacao dependen ahora del vaivén de los movimientos especulativos.

La tendencia a simplificar las cosas ha llevado a que el actual encarecimiento del coste de la vida se adjudique al efecto de la guerra de Ucrania. Se olvida que tras el fin del confinamiento se produjeron importantes cuellos de botella en el transporte marítimo que trastocaron toda la cadena de suministros, lo que provocó un importante incremento de los precios que aprovecharon magistralmente las grandes corporaciones para ampliar sus márgenes de beneficio.
Además, el aumento de la inflación tiene otras fuentes más allá de la brecha entre la oferta y la demanda. El encarecimiento de la extracción de materias primas o los requerimientos de la transición energética también empujan los precios al alza; ahora bien, hay un factor al que no se le suele prestar mucha atención pero cuya influencia no deja de crecer: el cada vez más destacado papel que desempeñan los fondos de cobertura o, más en general, los fondos buitre en la fijación de precios. Y un buen ejemplo es el del mercado de cacao, que el pasado mes de diciembre apuntó un nuevo pico, después del registrado en abril.
Mercado de cacao
Históricamente, los mercados de productos agrarios han funcionado con contratos de futuros. Los frutos de la agricultura son estacionales, entre la siembra y la cosecha hay un considerable lapso de tiempo. Para asegurarse un precio mínimo de venta, los agricultores recurrían a contratos de futuros que les garantizaban una determinada cantidad frente a posibles caídas de precios.
De la misma forma, los distribuidores y la industria transformadora también estaban interesados en contratos a futuro que les ofrecieran un seguro frente a subidas desorbitadas de los precios. Si las condiciones del mercado cambiaban, siempre se podía anular el contrato comprando el opuesto y posteriormente adquirir uno nuevo.
En el mercado mundial de cacao, las cosechas de los tres últimos años han sido peores de lo esperado, lo que ha provocado un repunte en los precios. Sin embargo, tal y como muestra el gráfico adjunto, de un precio que estaba entre los 2.000 y 4.000 dólares la tonelada, el pasado mes de abril se alcanzaron los 11.000 dólares, cifra que se superó brevemente en diciembre. Esta multiplicación de los precios no se explica solamente por la mala cosecha, especialmente en un producto como el cacao, cuya demanda es muy sensible al precio: si sube mucho, enseguida se deja de comprar.
Fondos de cobertura
En este repunte tienen mucho que ver los fondos buitre. Los mercados de futuros estaban restringidos a los operadores del producto en cuestión, ya fuera cacao, café o trigo, es decir, a los productores, distribuidores y transformadores de esas materias primas agrícolas. De este modo, se limitaban los movimientos especulativos.
Con la globalización, todos estos mercados especializados se abrieron a toda clase de operadores y en ellos entraron con fuerza los fondos de cobertura con el único fin de especular.
Esta apertura se justificó con el argumento de que aumentaría la liquidez de los mercados, algo en principio positivo, ya que al haber más actores y más dinero involucrado era más fácil hacer y deshacer contratos de futuros y, por tanto, ajustar mucho más los precios a las expectativas de los agricultores, comerciales y transformadores de productos agrícolas.
En el mercado de cacao, por ejemplo, la participación de los fondos de cobertura alcanzó su máximo en mayo de 2023 con el 36%; esto es, algo más de una tercera parte del volumen total era simplemente especulación. Pero la teórica mejora enseguida dejó ver su reverso.
El aumento de la especulación multiplicó los vaivenes de los precios y con ellos el coste de la negociación. El alza y las caídas pronunciadas de precios obligaban a los especuladores realizar provisiones para cubrir las posibles pérdidas, lo que encarecía el proceso de negociación y mermaba considerablemente los beneficios. Lawrence Abrams, presidente de Absolute Return Capital Management en Chicago, declaró a Reuters que el costo de negociar un solo contrato de futuros de cacao se disparó en 2024 de 1.980 dólares en enero a 25.971 dólares en junio.
Salida de los fondos
Con esos gastos, a partir de mayo de 2023 comenzaron las salidas. Los fondos buitre buscan básicamente ganar dinero, y si no lo ganan, se van. Muchos de esos fondos han recortado considerablemente su exposición al mercado de cacao.
Así, por ejemplo, Aspect Capital, un fondo que utiliza algoritmos para especular, ha recortado su presencia en el mercado del cacao del 5% a solamente el 1%, una cantidad respetable en un fondo que maneja 9.300 millones de dólares. Un año más tarde, en mayo de 2024, la participación de los fondos era solo del 7%, el nivel más bajo en, al menos, una década.
El problema es que la retirada de estos fondos ha reducido notablemente el número de contratos de futuros que se celebran. Se ha registrado el número más bajo desde que se recopilan datos, es decir, desde 2014. Si se negocian menos contratos, eso significa que la liquidez del mercado también se ha reducido. Y con un mercado más pequeño crece la distancia entre los precios ofrecidos y demandados para los futuros, el llamado spread, lo que hace todavía más difícil cerrar operaciones.
En este contexto, la volatilidad, esto es, las oscilaciones de los precios, se ha disparado. Según los datos de la Bolsa de Londres, en mayo fue cinco veces mayor que el año anterior. Y las oscilaciones diarias ese mes se acercaron a los 800 dólares y fueron unas quince veces mayores que las del año anterior, según Reuters.
El mercado está roto
El resultado de dar vía libre a la entrada y salida de capital en el mercado de cacao ha sido una mayor volatilidad, una reducción de las operaciones y una disminución de la liquidez; es decir, ha roto el mercado. De hecho, el banco de inversión australiano especializado en materias primas, Macquarie, ha reconocido a Reuters que está vendiendo contratos a medida al margen de las bolsas organizadas. De este modo, el resultado de la libertad de circulación de capitales ha sido la ruptura del mercado: donde antes había cierta transparencia, estabilidad y liquidez, ahora hay opacidad, volatilidad y rigidez.
El CEO de la plataforma ChAI, Tristan Fletcher, reconoció a Bloomberg que los especuladores están entrando y saliendo muy rápidamente, lo que a su juicio significa que es muy probable que «el mercado oscile violentamente», y auguró que las «cicatrices de esta crisis serán visibles durante mucho tiempo».
Es muy dudoso que esta ruptura del mercado y los elevados precios actuales beneficien a los pequeños productores, que son la inmensa mayoría en la producción de cacao. Como reconoce la FAO, los campesinos apenas se llevan el 9% de lo que cuesta una tableta de chocolate. Esta situación beneficia a los especuladores y a los poderosos que tienen capacidad para diseñar sus propios contratos e imponérselos a los productores. Tampoco beneficia a los consumidores, que seguirán a merced de los elevados precios que fijen los especuladores.
Los precios y los fondos buitre
Lo ocurrido en el mercado del cacao muestra hasta qué punto los fondos de cobertura pueden alterar las reglas y los precios. Y es un esquema que se está repitiendo en otros mercados y con otros productos. Ya hay fondos de cobertura que invierten en aceite de oliva, por ejemplo. Arrancan olivares viejos para plantar olivos jóvenes con regadío. Esperan que la inversión permita obtener un mayor retorno, sin considerar las implicaciones medioambientales de extender el regadío en una situación de calentamiento global.
Lo mismo ocurre en el mercado de la vivienda. Los fondos de cobertura se han hecho con un número suficiente de inmuebles como para determinar precios de venta y alquileres. Desde el estallido de la burbuja han estado adquiriendo todo tipo de viviendas y acumulando poder, y ahora están en condiciones de dictar los precios. Es urgente limitar el poder de estos fondos.

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