Helvetia Anaitasuna no contará con Quique Domínguez la próxima campaña después de que el técnico gallego haya anunciado su decisión de no renovar tras cinco cursos dirigiendo al cuadro iruindarra, poniendo punto y final a su periplo al finalizar el presente ejercicio.

Acompañado de jugadores, cuerpo técnico y el presidente de la entidad, José Manuel Narvaiz, Domínguez ha trasladado que, al finalizar la presente temporada, acabará su etapa en el conjunto navarro, tiempo por delante en el que la afición seguro mostrará su cariño hacia el pontevedrés.

Con mucho trabajo por delante para dar la vuelta a la situación del equipo en la segunda vuelta que arrancará en febrero, la dirección deportiva del club deberá ponerse manos a la obra para buscar un sustituto de garantías que se asemeje, en cierto modo, al gran trabajo realizado por Domínguez desde su llegada.

Sustituyó a Iñaki Ániz en el verano de 2020 para dotar a su equipo de un carácter propio con el paso de los meses. Cómodas salvaciones dieron lugar a grandes momentos de balonmano, reconocidos por muchos entendidos de este deporte.

Sin embargo, este año las cosas no están yendo bien. El equipo es 14º con 8 puntos, a tan solo dos de la zona de descenso. La igualdad de la competición está castigando a un grupo de jugadores implicados con un míster que en verano sufrió la salida de pesos pesados como Antonio Bazán, Nico Bonanno, Edu Fernández o Juan Bar.

A pesar de ello, las opciones de solventar la situación son totales, por lo que la plantilla deberá permanecer unida, algo que es patente en el día a día y en las palabras que transmite el preparador.

Fruto de la tensión de la actual campaña, las lágrimas derramadas por Domínguez el pasado 20 de diciembre durante la rueda de prensa previa a la última cita del año en Cangas son el claro ejemplo de su compromiso con la entidad blanquiverde.