Isidro Esnaola
Iritzi saileko erredaktorea, ekonomian espezializatua / Redactor de Opinión, especializado en economía

Bancos estadounidenses dejan la alianza pro neutralidad de carbono

Los seis grandes bancos estadounidenses han abandonado Net-Zero Banking Alliance (NZBA) en el plazo de un mes entre críticas de grupos ecologistas. Con todo, han manifestado que mantienen sus compromisos medioambientales. Detrás de la decisión parece estar la presión de los estados republicanos.

Activistas del movimiento Extinción Rebelión sostienen una pancarta frente al banco estadounidense JPMorgan en Glasgow
Activistas del movimiento Extinción Rebelión sostienen una pancarta frente al banco estadounidense JPMorgan en Glasgow (Christoph SOEDER | EUROPA PRESS)

Primero fue Goldman Sachs, en Navidades Wells Fargo, y con el año nuevo Citigroup y Bank of America. El segundo día del nuevo año, Morgan Stanley, y el siete de enero JPMorgan era el que se despedía de Net-Zero Banking Alliance (NZBA), un acuerdo respaldado por la ONU por el que los bancos se comprometen a alinear sus actividades financieras con el objetivo de lograr que los proyectos que financian sean cero emisiones netas en 2050.

En el plazo de un mes, los seis grandes bancos estadounidenses han abandonado esta alianza y lo han hecho, además, sin haber dado una razón clara. El más explícito fue, quizás, Goldman Sachs, que en su comunicado dijo «Tenemos la capacidad para alcanzar nuestras metas y apoyar los objetivos de sostenibilidad de nuestros clientes. Goldman Sachs también está muy centrado en unos estándares de sostenibilidad cada vez más elevados y los requisitos de información impuestos por los reguladores de todo el mundo».

Su director ejecutivo, David Solomon, dijo que el banco seguirá financiando y asesorando a los clientes del sector e invirtiendo en tecnologías de descarbonización. «Necesitamos hacer ambas cosas. No es una u otra, es una y otra».

Más parco fue Wells Fargo, que no dio ninguna razón para justificar la medida. El resto evitó dar una razón directa del abandono, pero todos recalcaron que seguían comprometidos en ayudar a sus clientes a realizar la transición hacia una economía baja en carbono y a publicitar sus planes, acciones y resultados.

Net-Zero Banking Alliance (NZBA) se formó en 2021 con el objeto de formalizar el compromiso del sector financiero con la descarbonización. En la actualidad participan 142 bancos de 44 países, que suman 64 billones de dólares en activos. El 80% son europeos y, tras el abandono de los seis grandes, los bancos estadounidenses más pequeños, Amalgamated Bank, Areti Bank y Climate First Bank continúan formando parte de la alianza.

Una oportunidad

Las organizaciones ecologistas han sido muy críticas con la presencia de los seis grandes en la Alianza. El director de Anthropocene Fixed Income Institute, Ulf  Erlandsson, dijo que algunos de estos bancos «pueden decir con bastante facilidad que ‘nada ha cambiado’, ya que todavía están en modo ganar-más-dinero-con-los-combustibles-fósiles». Un informe titulado “Banking on Climate Chaos” estima que esos seis bancos se encontraban entre los 20 principales prestamistas mundiales a empresas de combustibles fósiles.
 
Patrick McCully, analista de Reclaim Finance, señaló que a pesar de la retórica utilizada, ahora podrán reducir sus compromisos medioambientales. A su vez, Jeanne Martin, del grupo ShareAction, apuntaba que NZBA ya había modificado varias veces sus reglas para evitar que los grandes bancos la abandonaran, un esfuerzo que en última instancia ha resultado inútil. En este contexto, McCully aboga por que los bancos europeos –partidarios de reglas más estrictas– den un paso adelante y endurezcan los requisitos.

La larga sombra del Partido Republicano

A pesar de las críticas ecologistas, la principal razón del abandono de la Alianza parece ser la presión de los republicanos. El año pasado los responsables de Agricultura de doce estados gobernados por republicanos solicitaron información sobre el impacto de esos compromisos en las respectivas carteras crediticias agrícolas. Previamente, catorce fiscales generales de estados republicanos iniciaron una investigación para valorar si los objetivos climáticos de NZBA reducía el crédito a las compañías petroleras.

La intención republicana es utilizar torticeramente la legislación antimonopolio para revertir cualquier compromiso climático. Quieren convertir un código legal aprobado para restringir el poder de mercado de los oligopolios en un ariete contra objetivos de interés general.