
El informe ‘Frozen lives: An Investigation into how Bulgarian authorities put the lives of people on the move at risk of death’ (Vidas congeladas: una investigación sobre cómo las autoridades búlgaras ponen en riesgo la vida de las personas que migran), recoge evidencias que demuestran que la Policía búlgara impidió que tres menores fueran rescatados, propiciando así que fallecieran de frío. El informe lo han realizado y publicado activistas de No Name Kitchen y Colletivo Rotte Balcaniche.
En el texto cuentan los hechos de manera cronológica y detallada, apoyándose en imágenes y testimonios. Los tres jóvenes de 17 años eran egipcios, Ahmed Samra, Ahmed Elawdan y Seifalla Elbeltagy, fueron hallados muertos por equipos de rescate voluntarios entre el 28 y el 29 de diciembre, tras varios intentos de rescate obstaculizados por la policía fronteriza, que llegó incluso a detener a los rescatistas.
Así, los autores del informe han dado por probado que se trata de un caso de «homicidio involuntario», al considerar que «hay pruebas que demuestran que la Policía fronteriza de Bulgaria conscientemente y deliberadamente bloqueó el acceso a grupos de rescate».
En la madrugada del 27 de diciembre de 2024, los equipos de rescate recibieron alertas de tres menores que se hallaban «en riesgo inminente de muerte» en una zona boscosa cercana a la frontera con Turquía. Recibieron, junto al aviso, un vídeo en el que dos de los jóvenes aparecían inconscientes, de modo que los activistas contactaron con el 112 a las 1.35.
Apenas media hora después, la Policía fronteriza paró y obligó a darse la vuelta a un equipo de rescate que se disponía a acercarse al punto en el que habían ubicado a los menores, hecho que se repitió una hora después. Ante la imposibilidad de acceder a los jóvenes, acudieron a los hospitales de la ciudad de Burgas, con la esperanza de que hubieran podido ser trasladados a alguno de ellos y descubrieron que no solo no habían sido rescatados, sino que no se había ordenado a ninguna ambulancia que fuera a atenderlos, pese a haber contactado con el 112 hasta en tres ocasiones.
Mientras se encontraban en los hospitales, los equipos de rescate recibieron otro vídeo en el que se veía a un menor inconsciente tirado en a nieve; ante esa situación, volvieron a intentar un rescate con dos equipos de rescate que trataron acercarse desde puntos diferentes, si bien ambos intentos fueron frustrados por la policía fronteriza.
En otro intento por rescatar a los tres menores, la Policía retuvo a varios rescatistas, además de registrarlos, tirar varias de sus pertenencias al bosque y hacerles andar 10 kilómetros hasta el municipio de Debelt escoltados por un 4x4.
Hallazgo de los cuerpos
Sin embargo, tal y como recoge el informe, los activistas no cejaron en su empeño y el primer equipo acudió al rescate de los chicos a las 17.30 del 27 de diciembre. Fue pasadas las 2.30 de la madrugada del día siguiente cuando encontraron el cuerpo de Ahmed Samra, con huellas de perros y botas a su alrededor, hecho que hace pensar a los activistas que la Policía ya había estado allí. Tras contactar con la Policía fronteriza, esta retuvo a los activistas durante 6 horas a la intemperie, hasta que fue retirado el cuerpo del joven.

Ese mismo día, al rededor de las 15.00, otro equipo de rescate halló el cuerpo de Ahmed Elawdan al lado de marcas recientes de algún vehículo. Tras el hallazgo, la Policía los retuvo durante unas tres horas.
No fue hasta el 29 de diciembre cuando dieron con el cuerpo del tercer menor, Seifalla Elbetagy, cuyo pie y parte de la cabeza habían sido comidos por algún animal. Los activistas denunciaron haber sido obligados a viajar con el cadáver en el maletero del vehículo policial, aún habiendo asientos libres en el mismo.
Así, en el informe consideran probado que la Policía había dado con los tres menores, si bien no pueden asegurar si estando vivos o muertos, y decidió deliberadamente dejarlos donde estaban. Es por ello que acusan directamente a las autoridades búlgaras de ser responsables de sus muertes.

Detención
Además de los hechos directamente relativos a la muerte de los tres jóvenes, el documento recoge episodios de acoso por parte de la Policía hacia los activistas.: uno de sus coches apareció destrozado a los pocos días y un equipo de rescate fue detenido el 28 de diciembre.
Fueron detenidos mientras prestaban asistencia a dos migrantes en estado crítico y la Policía retiró a los activistas sus teléfonos y pasaportes. Los retuvieron en la comisaría fronteriza de Kapitan Andreevo y una activista del grupo fue desnudada y registrada. Además, han denunciado que les tomaron huellas y fotografías de manera «ilegal». Los dejaron en libertad a las 23.00, una vez prestaron declaración individual.
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