«Pedimos al club garantías objetivas para animar sin ser sancionados ni amenazados»
Iñigo Cabacas Herri Harmaila explica a NAIZ la represión que lleva sufriendo desde hace unos años y afea la junta directiva del Athletic su actitud ante las continuas sanciones y multas «arbitrarias». Así, reivindican el carácter popular y reivindicativo de la grada de animación de San Mamés.

El ambiente en la grada de San Mamés anda revuelto en estos últimos meses. La continua persecución por parte de la Ertzaintza y la seguridad privada del Athletic a la grada popular, con multas y sanciones de por medio, llevó al colectivo Iñigo Cabacas Herri Harmaila a cesar en la dinamización de la animación, lo que no gustó a algunos sectores de la afición rojiblanca ni a algunos jugadores que parecen obviar la raíz del problema.
Desde ICHH denuncian un interés claro y arbitrario por parte del Departamento de Seguridad de Lakua contra el colectivo y aseguran que la actual directiva se está plegando a ello. Además, afean a la directiva la «falta de diálogo y voluntad» para encontrar una solución al problema.
De momento, desde ICHH ya han dado pasos para tratar de solucionar el conflicto, y en el partido de Europa League contra el Viktoria Plzen volvieron a animar durante los 90 minutos. Horas antes realizaron una kalejira reivindicativa y pidieron diálogo a la directiva.
Pello Magunagoikoetxea, miembro de ICHH y socio compromisario del Athletic, ha concedido una entrevista a NAIZ donde explica el carácter popular de la Herri Harmaila y las razones que han llevado a su colectivo a realizar esta protesta:
Llevan meses denunciando una situación de persecución hacia la Herri Harmaila. ¿Qué está pasando?
En realidad esta situación no es nueva. Desde que se creó la Herri Harmaila venimos sufriendo actos de represión, que en los últimos tiempos se ha acrecentado tanto cuantitativamente como cualitativamente en forma de sanciones arbitrarias, multas y amenazas.
Hay personas que han recibido propuestas de sanción sin especificar la razón. Otras veces vienen dadas por cuestiones como estar subido en una valla, estar ocupando una vía de evacuación como puede ser una escalera o porque haya habido bengalas en una kalejira en un recibimiento fuera del campo (imágenes que luego el Club utiliza para promocionarse). Y otras veces por cuestiones políticas como sacar una pancarta en solidaridad con el periodista Pablo González, la bandera del Donbass, la bandera palestina, el Arrano Beltza o el anagrama de la amnistía.
Nuestro colectivo ha estado durante los últimos años dinamizando la animación de forma acordada con el Club, pero ahora nos encontramos en un punto en que la mayoría de los miembros que ha estado activamente trabajando en ello estamos sancionados. En estas condiciones no podemos continuar dinamizando la animación.
Un punto de inflexión fue cuando el 4 de diciembre, al finalizar el partido contra el Real Madrid, los antidisturbios de la Ertzaintza llegaron a cargar dentro de San Mamés.
Anteriormente, ya habían entrado a hacer identificaciones y cacheos. Pero aquel día fueron a más. Todo empezó cuando la seguridad privada del club estaba identificando a unos menores en medio de la salida del campo, y mucha gente se paró a ver lo que sucedía y recriminar a los agentes de seguridad su actitud. Bajo el pretexto de que los prosegur se habían sentido intimidados, entró la Ertzaintza disolviendo a la gente a empujones que luego se transformaron en porrazos. Esto fue la gota que colmó el vaso, y más aún cuando vimos que el club no dijo nada al respecto.
«No somos una fanfarria que le haga el trabajo a la junta directiva de turno. Claro, esto no gusta a cierta gente que quiere tener todo controlado»
¿Por qué creen que se está dando esta situación? Señaláis que detrás de todo esto está el Departamento de Seguridad del Gobierno de Lakua a través de la Ertzaintza, y que la Junta Directiva del Athletic se «pliega» a sus demandas.
Al final, observamos que es una represión que está focalizada en un espacio y en un determinado grupo de personas. Hay otros grupos que han hecho ‘bengaleos’ toda la vida y nunca han sido sancionados. Hay una diferencia clara en como actúa el Departamento de Seguridad y la directiva del Athletic con unos grupos o con otros. Nuestro nombre en recuerdo de un aficionado que la Ertzaintza mató de un pelotazo es una de las razones por la que recibimos esa persecución de la policía.

La nuestra, como su nombre indica, es una grada popular y así aparecía cuando a través de la dinámica ‘San Mames Orroa!’ conseguimos llevar a la asamblea extraordinaria de compromisarios del Athletic este proyecto. Esto significa que la Herri Harmaila debe animar al Athletic, pero que también es un espacio para reivindicaciones sociales y políticas, como por ejemplo, que haya unas políticas de precios populares para qué las capas menos favorecidas de la sociedad puedan tener acceso a San Mamés. No somos una fanfarria que le haga el trabajo a la junta directiva de turno. Claro, esto no gusta a cierta gente que quiere tener todo controlado, como el Gobierno Vasco.
Hay cierta gente que responderá diciendo que la política tiene que quedar fuera de los campos de fútbol...
Eso es una estupidez. El fútbol, como deporte hegemónico en el mundo y en Euskal Herria, está rodeado de política como lo está básicamente todo en esta sociedad. El fútbol es una herramienta que da una visibilidad enorme y lo que dice cualquier futbolista tiene una repercusión enorme. Decir que la política es ajena al fútbol es ser un idiota o un mentiroso. Nuestro club hace política en casi todas las decisiones que toma: cuando decide tener los Gazte Abonos más caros del Estado está haciendo una política liberal economicista; cuando decide invitar a políticos a su palco está haciendo política; cuando decide apoyar el euskara, la Korrika o el 8 de Marzo (cuestiones de las que yo como socio compromisario del club estoy muy orgulloso) está haciendo política. Ellos hacen su propia política y no consideran que el resto de gente podamos hacer otra que ellos no controlen o no compartan.
«Pedimos al club que nos dé garantías objetivas poder desarrollar la animación sin estar perseguidos, sancionados o amenazados»
¿Ven que ha habido un cambio de posición ente la junta de Aitor Elizegi y la actual? ¿Cuál es la actual relación?
Nosotros no conocemos a todos los directivos y entendemos que como en todos los grupos de personas habrá diferentes opiniones o puntos de vista. Pero nosotros vemos que con la directiva de Aitor Elizegi, a pesar de no estar de acuerdo en muchas cosas, se respetaba la diferencia de opiniones y se entendía que el objetivo era remar en pos del Athletic y que para ello nos teníamos que ir respetando y buscando lugares de encuentro para seguir avanzando. Esta junta directiva lo que ha demostrado hasta ahora ha sido todo lo contrario, hasta llegar a un momento en el que apenas se presta a la interlocución. Resumiendo, esta directiva parece nos da por amortizados y quiere que desaparezcamos.
¿Cuáles son sus demandas?
Las personas que componemos la Iñigo Cabacas Herri Harmaila somos gente trabajadora y estudiantes que nos juntamos para animar al Athletic de la mejor forma posible. No sacamos ningún rédito económico por lo que hacemos, es más, nos cuesta mucho dinero. El Athletic ha contado con nosotros para que dinamicemos la animación, y eso se tiene que dar en un contexto de confianza.

Por ello, pedimos al club que nos dé un contexto con garantías objetivas y un mínimo respaldo para poder desarrollar nuestra actividad sin estar perseguidos, vilipendiados, sancionados o amenazados. Queremos tener la garantía de que vamos a tener un trato justo por parte de la Ertzaintza y de que no se nos va a sancionar arbitrariamente. ¿Qué supone eso? Que el club medie con los mandos de la Ertzaintza, que no haga una interpretación torticera de las normas, que se preocupe cuando algún aficionado es agredido o multado sin justificación… Si no tenemos esa garantía, no podemos seguir dinamizando la animación. Es algo que lo hacemos por amor a nuestro equipo, pero no es nuestra obligación.
«Hasta que nos hemos plantado no nos han hecho ni caso. Para nosotros es un tema muy traumático y nos supone un desgaste terrible»
¿Desde ICHH qué mensaje le quieren transmitir al resto de aficionados del Athletic?
Mucha gente nos echa en cara que dejemos de animar o que dejemos de dinamizar la animación. Tenemos que remarcar que llevamos años sufriendo esta represión y que no es la primera protesta pública ni privada que hacemos al respecto. Pero hasta que nos hemos plantado la gente no nos ha hecho ni caso. Para nosotros es un tema muy traumático, que nos genera muchas controversias y nos supone un desgaste terrible. Pero llegados a este punto es lo único que hemos encontrado para intentar que algo cambie. Consideramos que todo el mundo es necesario para crear el ambiente que todos queremos en San Mamés. Nosotros no salimos beneficiados con todo esto y, evidentemente, no queremos esta situación.

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