Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Osasuna aspira a quebrar la improvisada línea defensiva de Ancelotti

Quebrar la improvisada zaga diseñada por Ancelotti. Ese es el objetivo de Osasuna frente al Real Madrid –El Sadar, sábado, 16.15, DAZN–, sabedor el cuadro rojillo de que es la línea merengue con mayor número de bajas. Los anfitriones no ganan en propio feudo a los blancos desde 2011.

Herrando, la novedad más importante del probable once de Vicente Moreno, bromea con Catena y Aimar en la últimas sesión rojilla.
Herrando, la novedad más importante del probable once de Vicente Moreno, bromea con Catena y Aimar en la últimas sesión rojilla. (Osasuna)

Mantenerse en la pugna por los puestos europeos aprovechándose de la improvisada línea defensiva madridista es el reto que persigue Osasuna en su duelo casero frente a los merengues, a quienes no vence en su estadio desde hace nada menos que 14 años.

Los blancos han tenido que sobrevivir deportivamente a las lesiones de larga duración de Militao y Carvajal. Además, ahora mismo también están en la enfermería Lucas Vázquez, David Alaba y Antonio Rüdiger. Todos ellos no se vestirán de corto en El Sadar.

Dichas bajas han obligado al técnico merengue, Carlo Ancelotti, a inventarse una zaga acomodando a centrocampistas todo terreno y otros con un perfil defensivo. Es el caso de Federico Valverde y de Aurélien Tchouameni, respectivamente.

El uruguayo repetirá en el lateral derecho –lo ha confirmado su entrenador–, donde viene realizando partidos destacados, demostrando su gran polivalencia. El normando, en cambio, ha alternado actuaciones sólidas con otras bastante más cuestionadas en el eje de la zaga.

Esas dudas y el que el encuentro en Iruñea esté insertado en medio de la eliminatoria europea que el Real Madrid está manteniendo contra el Manchester City –a priori, la mentalidad competitiva no será la misma– son circunstancias de las que Osasuna quiere sacar tajada para convertirlas en oportunidades.

Porque los rojillos no superan en El Sadar a un rival, al que siempre sabe mucho mejor ganar, desde enero de 2011. Solo tres empates y siete derrotas, algunas muy dolorosas, con goleadas incluidas, es el bagaje a partir de aquella fecha.

La escuadra navarra quiere variar esa dinámica, no solo por darle una importante alegría a su afición, sino porque sumar tres puntos ante un adversario de ese calibre supondría un enorme espaldarazo en la carrera por hacerse con un puesto que dé derecho a disputar competición continental.

Exigente oportunidad para Herrando

Los anfitriones también contarán con una importante baja en su retaguardia, ya que no estará el sancionado Enzo Boyomo, autor del gol del empate en el último envite disputado en Mallorca y uno de los mejores de su equipo en el campo bermellón.

La ausencia del francocamerunés será suplida con el concurso de Jorge Herrando. El canterano ha cumplido con creces cuando se lo ha requerido su míster, Vicente Moreno, mereciéndose más oportunidades, pero la apuesta por la dupla Catena-Boyomo le ha cerrado la puerta de la titularidad durante la presente campaña.

Será una prueba de nivel para el futbolista de Tiebas, que tendrá enfrente oponentes del calibre de Mbappé y Rodrigo, aunque a quien habrá que vigilar muy de cerca será a Vinicius –a no ser que Ancelotti reserve a alguno de ellos pendiente de la vuelta contra el City–, a quien se le da muy bien Osasuna.

El brasileño le ha marcado ocho goles en once partidos al conjunto rojillo –su mejor estadística particular–, infligiéndole un triplete en el 4-0 de la primera vuelta, el peor partido de los de Moreno, junto al disputado en Montilivi, de la presente campaña.

La buena noticia para el equipo local es que podrá disponer de más armas en ataque, con el regreso de Raúl que, a la sombra de Budimir, no está cuajando el mismo papel protagonista que tuvo el ejercicio pasado, aunque siempre cabe esperar que despierte su olfato goleador.

El bloque navarro encabeza el ránking de empates en Primera (10), un resultado que, «a nada que hubiésemos cambiado alguno de esos partidos por victorias, el salto de calidad sería brutal, y ahí nos hemos quedado un poco cortos. Somos conscientes de eso y queremos ganar», ha concedido el preparador valenciano.

En un choque de este calibre y tan especial, Moreno ha pedido el apoyo de la afición. «Vamos a necesitar que juguemos el partido como una familia, no solo los del césped, sino también los de la grada. Es un partido para disfrutarlo».

Un disfrute que será superior si la hinchada sale de su estadio con una sonrisa en la cara por haber doblegado a un adversario que no puede permitirse ningún fallo o estará en disposición de perder el liderato liguero.