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La locura de Butarque acaba con un punto insuficiente para el Alavés (3-3)

Tres goles de penalti, parones interminables en el VAR, un gol anulado, más de 20 minutos en prolongaciones... El Alavés ha logrado adelantarse en un partido que se le ha complicado de inicio, pero no ha podido mantener la ventaja y seguirá una semana más en puestos de descenso.

El golazo e Jordán, que adelantaba al Alavés, no ha sido suficiente para sumar los tres puntos en Butarque.
El golazo e Jordán, que adelantaba al Alavés, no ha sido suficiente para sumar los tres puntos en Butarque. (AGENCIA LOF)

El Alavés sigue sin poder sacar la cabeza en la pelea por evitar el descenso. Hoy en Butarque ha podido dar un paso importante, cuando ha sido capaz de remontar un 2-1 en contra para adelantarse 2-3 gracias a dos goles de Joan Jordán en la reanudación, pero un tanto de Munir, posteriormente expulsado por dar un puñetazo a Mouriño, ha dejado el choque en tablas. Una semana más en el agujero y sin poder airear del todo un ambiente que se ha enrarecido en el entorno del club albiazul.

El enfrentamiento ha sido fiel reflejo de la agonía que supone vivir cada fin de semana peleando por la permanencia, una realidad que ambos tienen asumida pero que hace elevar la tensión en el campo de manera exponencial. Pese a ser solo la jornada 24, el choque se ha asemejado a esos en los que se decide el destino final de los equipos en la recta final de la temporada.

No ha podido comenzar peor el encuentro para el Alavés, al que a los cinco minutos de partido le señalaban un penalti en contra a instancias del VAR. En la jugada posterior a un saque de esquina, Moussa Diarra, que en ese momento miraba al balón, ha estirado el brazo en el segundo palo para impactar con la cara de Matija Nastasic. Que ese impacto fuera suficiente para derribar al serbio es bastante dudoso, pero una vez que González Fuertes ha sido llamado a la pantalla, el penalti estaba claro. Antonio Sivera le ha adivinado el lanzamiento a Dani Raba, pero el balón ha entrado como un misil en la portería.

Aunque el juego ha dejado mucho que desear, hay que reconocerle al Alavés la capacidad de levantarse tras cada golpe. En el minuto 26, Kike García, tan trabajador y voluntarioso como siempre, se ha beneficiado de un sutil toque de pecho de Carles Aleñá en la medialuna y de un mal balance defensivo del rival para quedarse solo en el área y definir por bajo.

En el intercambio de golpes, la alegría babazorra apenas ha durado cinco minutos, ya que en el 37 –ocho minutos después de que Diego García cayera en el área tras un leve contacto con el guardameta y otra profunda deliberación de González Fuertes– Raba volvía a lanzar otro penalti, que repitió destino con un resultado igualmente exitoso.

Hasta diez minutos de prolongación ha tenido esa primera mitad, que terminaba 1-2 y una sensación de caos generalizado que no se sabía muy bien a quién beneficiaba. Se podía intuir que fuera al conjunto local, por aquello de la tendencia casera de los colegiados, pero el Alavés ha salido con otra cara en la segunda mitad.

Ha podido influir en esa mejor imagen que, en una de las primeras acciones de la reanudación, ha llegado el tercer penalti, en este caso favorable al Alavés por mano de Seydouba Cissé en un salto cerca del borde del área. Lo ha tirado Joan Jordán con acierto para igualar la contienda.

El Leganés ha intentado reaccionar con un tiro al palo de Renato Tapia, pero justo después de esa ocasión, ha llegado el tercero del conjunto gasteiztarra gracias a una falta lateral tocada en corto a la frontal, desde donde de nuevo Jordán, con la colaboración de una zaga que miraba, ha ejecutado un disparo potente e impecable que se colaba por toda la escuadra.

El conjunto pepinero no ha tenido otro remedio que volcarse con todo al ataque, y el Alavés se ha visto obligado a defender. Primero ha llegado un gol anulado del equipo local, un testarazo de Sergio González anulado por claro fuera de juego. Pero unos minutos después ha sido Munir, ex del Alavés, el que ha marcado el gol del empate con un espléndido cabezazo a la altura del punto de penalti, guinda a un exquisito servicio de Valentin Rosier.

Como no podía ser de otra manera, el caos ha continuado hasta el pitido final, ya que el propio Munir ha visto la roja directa por propinar un puñetazo en la boca del estómago a Mouriño en una jugada a balón parado. La segunda mitad también se ha ido a los casi diez minutos de prolongación, el Alavés ha tenido una última oportunidad con un cabezazo de Abqar, pero los babazorros se han tenido que conformar con un punto que no basta para salir de los puestos de descenso.

Queja formal del club

Tras el partido, el Deportivo Alavés ha hecho público una nota en la que el club «manifiesta su total disconformidad con ciertas decisiones arbitrales que está sufriendo en la presente temporada», por lo que «trasladará una queja formal a los estamentos correspondientes».

«La aplicación de diferentes criterios arbitrales en jugadas clave de los partidos están condicionando gravemente los resultados de los mismos. Nuestro equipo, nuestra afición y nuestros valores merecen competir en condiciones de plena igualdad. Seguiremos luchando para defender el honor y el nombre del Deportivo Alavés y de nuestros aficionados», añade la nota.

Poco antes, en su rueda de prensa postpartido, Eduardo Coudet ha afirmado que «es difícil llegar al descanso con dos penaltis en contra porque nos viene penalizando mucho la interpretación del VAR». El entrenador alavesista ha añadido que «con el Betis nos cobraron un penalti a favor y se anuló; con el Girona lo mismo. El otro día nos cobran un penalti que puede ser, pero el nuestro también puede ser y no es; y hoy son finas, son interpretación».

«Son penaltis muy finos. Entiendo que hay un llamado del VAR, después de una interpretación. Pero cuando vienes en esta secuencia en la que las decisiones e interpretaciones no te vienen favoreciendo, también juega un factor psicológico para los futbolistas», ha opinado el técnico albiazul.

Y Carles Aleñá, jugador llegado en el mercado invernal, dijo en declaraciones a Movistar+ que «cada semana es lo mismo, el criterio es unas veces de una manera y otras de otra distinta. Nos tenemos que centrar en nuestro trabajo. Los árbitros y el VAR muchas veces se están cargando el fútbol, es un poco mi sensación, porque al mínimo contacto se quedan solo con una imagen y no con la jugada. Es muy difícil así pero hay que sobreponerse, no hay excusas. Somos los jugadores los que tenemos que sacarlo adelante con nuestra afición. Hay que seguir y darle una alegría a nuestra gente».