Agustin Goikoetxea
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

El Vaticano se limita a ordenar la expulsión del Opus Dei del pederasta del ‘caso Gaztelueta’

El Vaticano se limita a ordenar la expulsión del Opus Dei de José María Martínez Sanz, exdocente del colegio Gaztelueta, que fue condenado por la justicia ordinaria por abusos al alumno Juan Cuatrecasas Cuevas. El proceso canónico no se pronuncia sobre la persecución que padeció la víctima.

Responsables del colegio Gaztelueta, en 2018, cuando valoraron la sentencia de la justicia ordinaria.
Responsables del colegio Gaztelueta, en 2018, cuando valoraron la sentencia de la justicia ordinaria. (Aritz Loiola | FOKU)

El Vaticano ha ordenado al Opus Dei la expulsión de José María Martínez Sanz, el exprofesor de Gaztelueta condenado por la justicia ordinaria por abusos al alumno Juan Cuatrecasas Cuevas. El proceso canónico, abierto en agosto de 2022 por orden del Papa y que trató de sabotear este supernumerario de la Obra, se limita a instar a la asociación pública clerical a que no dé cabida en su seno al pederasta, pero nada menciona, según la familia, del «encubrimiento, complicidad y persecución a la víctima» y a sus allegados, lo que les ha llevado a calificar la decisión de «vergüenza».

En una resolución de 14 páginas, que se falló el 17 de diciembre y que fue comunicada a las partes este domingo, el delegado pontificio, el obispo de Teruel y Albarracín José Antonio Satué, y el notario José Luis Perucha concluyen que «los hechos probados, cometidos contra el menor de edad e imputables al acusado, constituyen una causa grave que justifican la expulsión de la Prelatura, según el artículo 30.1 del Código de Derecho Particular del Opus Dei».

Asimismo, la sentencia incide en la «especial gravedad» de esos hechos, «teniendo en cuenta la relación asimétrica que se establece entre docente y estudiante, entre el preceptor, que acompaña la vida académica y personal, y el alumno acompañado».

El delegado pontificio da por probado que José María Martínez Sanz, en su condición de preceptor de la víctima, «preguntó indebidamente sobre cuestiones sexuales» y que «alguna vez» le mostró en el ordenador de su despacho «imágenes de mujeres ligeras de ropa». También considera acreditado que el alumno sufrió tocamientos por parte del condenado «en diversas partes del cuerpo, incluidas sus partes íntimas» o que el profesor le exigió «posturas impropias».

Por contra, se pasan por alto otros episodios muy duros de las agresiones que sufrió el joven en el despacho del profesor de Gaztelueta.

En la extensa resolución se recoge cómo ni el Opus Dei ni el acusado han querido colaborar en el proceso, mencionando también los sucesivos intentos por parte del pederasta por boicotearlo, llegando a recusar al propio delegado pontificio.

El proceso administrativo penal canónico, abierto a instancia del Papa Francisco, no se adentra ni en el papel jugado por el dirección del colegio, que defendió a capa y espada la inocencia del pederasta, ni del propio Opus Dei.  En noviembre de 2018, tras la sentencia condenatoria de la Audiencia de Bizkaia, el colegio con el entonces director Imanol Goyarrola al frente salieron en defensa del condenado y ahora expulsado.

Tampoco determina la resolución canónica indemnización alguna para la víctima y su familia, que padecieron el hostigamiento de personas relacionadas con la Obra.

«Una vergüenza»

Para la familia Cuatrecasas Cuevas, que llevaba meses esperando que se hiciera pública la resolución vaticana, la sentencia canónica es «una vergüenza más» de las que han tenido que soportar desde que emprendieran la batalla hace catorce años para lograr que se hiciera justicia, castigando al profesor que abusó de su hijo y a aquellos que lo ampararon y luego les persiguieron.

«En la sentencia mienten», ha declarado a NAIZ Juan Cuatrecasas, muy preocupado por las consecuencias que este pronunciamiento de la Iglesia católica tenga en el estado de salud de su hijo Juan. «Yo después de esto, termino con la Iglesia. Es indignante y revictimizante», ha añadido en su primera valoración.

Para los Cuatrecasas Cuevas, la sentencia «va a destrozar a Juan» después de aguardar once años a que se castigara a quienes «nos destrozaron la vida». «La vía canónica no sirve para nada y lo que hace es revictimizar a las víctimas», han insistido, cansados de batallar y no obtener resultados.

No pasan por alto que se obvie en este pronunciamiento del Vativano el papel que han jugado personajes como Silverio Nieto, el cura de Almendralejo que fue el delegado pontificio en la fallida primera investigación del caso, salpicado por la trama policial de espionaje del caso Bárcenas; o el exprefecto Ladaria