«Estamos dejando que se alcancen nuevas cuotas de deshumanización»
Especializada en la cobertura de conflictos y su impacto en los derechos humanos, la periodista Nuria Tesón lleva 15 años como corresponsal en Oriente Medio. Ha sido una de las ponentes de la décima edición de Diálogos de Cocina, celebrado entre el 3 y 4 de marzo en el Basque Culinary Center.

«No creo que se pueda explicar el hambre, pero sí se pueden contar las historias de aquellos y aquellas que son sometidos a un genocidio y a quienes se mata de muchas maneras, entre las cuales está el hambre», afirma a NAIZ la periodista especializada en conflictos Nuria Tesón.
Radicada desde hace 15 años en Oriente Medio, fue una de las ponentes del congreso Diálogos de Cocina creado por Euro-Toques, de la mano del chef Andoni Luis Aduriz, y promovido junto con Mugaritz y Basque Culinary Center.
¿Qué hace una periodista especializada en conflictos en un congreso sobre cocina en el Basque Culinary Center?
La comida forma parte de nuestra cultura e identidad. En el caso de Gaza está muy claro cómo la ocupación ha condicionado lo que pueden o no pueden consumir los gazatíes incluso antes de esta última guerra, empezando por el límite de millas náuticas en las que pueden pescar.
Es importante que pongamos en valor este encuentro y que, desde una perspectiva humanista, nos juntemos para hablar de gastronomía, de cocina y de muchas otras cosas que a priori parece que no están conectadas; pero sentarte a compartir pan o una taza de té con personas que están lejos te ayuda a entender que estamos más cerca de lo que pensamos.
En su intervención habló sobre el hambre. El Ministerio de Desarrollo Social de Gaza ha alertado de que el bloqueo israelí a la entrada de ayuda humanitaria pone en riesgo de inanición y falta de medios ante el frío extremo a 289.824 niños y 139.764 ancianos ¿Cómo se explica con palabras qué es el hambre?
No creo que se pueda explicar el hambre, pero sí se pueden contar las historias de aquellos y aquellas que son sometidos a un genocidio y a quienes se mata de muchas maneras, entre las cuales está el hambre.
Nosotros pensamos que tenemos hambre tres veces al día cuando nos entra el gusanillo de querer comer. Pero cuando alguien te explica lo que es el hambre no te dice ‘no tengo nada en el estómago o siento que quiero comer algo’. Lo que te dice es ‘mis hijos no tienen qué comer.’
«No puedes simplemente presentar una información diciendo que el presidente de EEUU ha emitido un vídeo sin dar más contexto. Tiene que haber información y esta debe ser una información honesta, y, en cierta manera, editorializante»
Es muy difícil ponerle palabras al hambre, lo que hay que hacer es escuchar a esas personas, la situación en la que viven y lo que les ocasiona.
El hambre no es solo esa sensación en el estómago, es que los niños desarrollen enfermedades gastrointestinales, problemas de piel y otras dolencias que no tendrían si tuvieran acceso a una nutrición adecuada y al agua.
Narrar esas historias es contar el hambre, no tienes que decir cuánta hambre se siente, porque quienes no hemos padecido el hambre, no somos capaces de imaginarlo.
¿Cómo valora la cobertura de los conflictos armados? ¿Cree que se tiende a simplificarlos?
Hay medios y periodistas que hacemos un esfuerzo por explicar dando un contexto que permita a la gente comprender lo que está pasando ahora, de dónde vienen las cosas y qué es lo que está ocurriendo.
Y otros que por desconocimiento, por falta de experiencia o, simplemente, por desinterés, hacen la noticia del día y no se preocupan por mirar un poquito más allá. Lo que está pasando en Ucrania, por ejemplo, no empezó hace tres años o lo de Gaza hace 16 meses.
Es importante que expliquemos las causas para que la gente pueda tomar decisiones más informadas y entender que eso que ocurre de esa determinada manera es por una razón, y no porque sí.
No se trata solo de eliminar al pueblo palestino, de provocar una nueva Nakba, de desposeerles de su derecho a la tierra o a tener un Estado palestino. Hablamos de recursos, de identidad... y nuestra responsabilidad como periodistas es ser capaces de explicarlo. Coincido en que hay veces que se hace de manera superficial.
«El hambre no es solo esa sensación en el estómago, es que los niños desarrollen enfermedades gastrointestinales, problemas de piel y otras dolencias que no tendrían si tuvieran acceso a una nutrición adecuada»
La forma en la que nos informamos, y ahí pongo la responsabilidad en la audiencia, ha cambiado mucho; queremos información de consumo y que todo nos lo cuenten rápido. Los periodistas tenemos que aprender a contar cosas muy complejas de una forma mucho más atractiva para nuevas audiencias o para la gente más joven, pero sin perder la perspectiva de que hay que entrar en profundidades, y eso también requiere un esfuerzo por parte de las personas que se acercan a esa información de no quedarse en la superficie.
Recientemente ha circulado un vídeo hecho con inteligencia artificial en el que Donald Trump y Elon Musk muestran a la Franja de Gaza convertida en un enorme complejo turístico, obviando la destrucción total del territorio, los 48.392 fallecidos… ¿Darle cobertura es positivo o negativo?
La libertad de expresión debe existir, pero hay ciertos discursos que no se deberían amplificar. Creo que a los fascismos no hay que darles publicidad.
No obstante, hay cosas que son ineludibles. Si tienes a un presidente de Estados Unidos haciendo este tipo de cosas, lo que debes hacer es informar a la sociedad de forma que pueda tomar decisiones y actuar en consecuencia. No puedes simplemente presentar una información diciendo que el presidente de Estados Unidos ha emitido un vídeo sin dar más contexto.
Tiene que haber información y esta debe ser una información honesta, y, en cierta manera, diría que editorializante. Tienes que explicar por qué ese tipo de retórica es peligrosa y qué peligros implica que un presidente de un Estado supuestamente democrático esté actuando de una forma que se acerca más al fascismo que a la democracia.
En Gaza se han violado todas las líneas rojas del derecho humanitario internacional. ¿Cómo puede afectar esto a otros conflictos?
Estamos dejando que se alcancen nuevas cuotas de deshumanización. Hay ciertos momentos en la historia en los que debemos pararnos a pensar y plantearnos qué sociedad queremos tener, en qué mundo queremos vivir. Lo ocurrido en Gaza va a condicionar los conflictos futuros.
En los últimos años y, sobre todo, desde la guerra de Siria, donde era muy difícil acceder al país, se sentó el precedente de no permitir el acceso a los periodistas.
En Gaza ha vuelto a ocurrir. Las coberturas que hemos visto han sido gracias a los periodistas locales que han sido nuestros ojos y nuestros oídos allí y que han sido asesinados en gran número.
Más de 100 periodistas asesinados en Gaza desde el 7 de octubre de 2023. Hace unos años se daba por hecho que los periodistas teníamos que estar cubriendo los conflictos, ahora no.
¿Cómo valora la postura de Europa y de los países árabes frente al genocidio?
La postura de Europa es bastante vergonzosa. Debería no solo hacer declaraciones, sino tomar medidas económicas y diplomáticas contundentes contra el Estado ocupante de Israel.
Debería implementar de facto sus propias normas sobre exportación de armas cuando se utilizan contra población civil, algo que no está haciendo.
En el caso de los países árabes, aunque están intentando hacer su parte no permitiendo el intervencionismo extranjero, deberían de haber actuado antes y haberse mostrado mucho más contundentes con Israel en lugar de normalizar relaciones como estaba ocurriendo cuando empezó esta guerra en 2023.
¿Qué retos enfrenta como mujer y periodista independiente en Oriente Medio?
Los retos en Oriente Medio para una periodista freelance son muy parecidos a los que puede afrontar en otras partes del mundo. Por desgracia, todavía vivimos en una sociedad patriarcal.
En mi experiencia, la mayor parte de los desafíos como mujer han venido más desde los despachos en España y en otras redacciones de medios internacionales con los que he trabajado que de las calles en Oriente Medio.
Es verdad que te enfrentas a unos niveles mucho más altos de acoso sexual, de violencia machista, pero también me he sentido cuidada y protegida.
Como freelance los retos son distintos. Si dejamos aparte el tema de ser mujer, en los 15 años que llevo en Oriente Medio el periodismo se ha precarizado exponencialmente. Yo soy periodista independiente porque resido en Egipto; en España sería muy difícil por razones económicas.
«¿Quién dijo miedo?» ha sido el lema de esta segunda edición de Diálogos de Cocina. ¿Qué es el miedo para usted?
El miedo es un buen compañero y nos protege. Tenemos que acostumbrarnos a vivir con miedo porque vivimos en una sociedad en la que absolutamente todo puede pasar.
Pero no podemos dejar que el miedo nos disuada de las cosas que consideramos importantes; en mi caso, ser una herramienta que puede facilitar que las voces de esas mujeres y los niños, los más afectados por los conflictos, se amplifique y otras personas en otros lugares puedan empatizar, conmoverse e, incluso, actuar.
Actuar no quiere decir que tengas que ir allí, sino ser responsable, por ejemplo, a la hora de votar, eligiendo a aquellos que apuestan por un mundo en el que las fronteras sean flexibles y las personas puedan viajar y emigrar libremente, y en el que se protejan los derechos humanos. Por eso, mi miedo o el de aquellos que me quieren vale la pena.

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