El primer registro de la existencia de Bassahuri se remonta al 1025 y se localiza en la Reja del monasterio de San Millán de la Cogolla, en un documento administrativo sobre los núcleos que pagaban impuestos a este monasterio.

En 2025 esta pequeña localidad, situada en el municipio de Trebiñu, cumple mil años de historia documentada y la Asociación Cultural Baxauri ha organizado un programa de actos conmemorativos que se desarrollarán durante todo el año, según ha explicado a Efe su presidente, Alfredo Mendoza Ogueta.

El primero se ha desarrollado este sábado con la presentación del programa al completo, la proyección de vídeos con testimonios de personas mayores del pueblo y una charla sobre costumbres y curiosidades de la localidad a cargo del etnógrafo José Antonio González de Salazar.

A lo largo de este se limpiará parte del camino hacia Lagran, para recuperar la antigua vía que servía para llevar vino y aceite hasta la costa y regresar con grasa de ballena. Y se colocarán estacas en distintos parajes con sus nombres tradicionales, algunos ya prácticamente olvidados.

En abril se confeccionará un mapa toponímico con la intención de que quede «para la posteridad», y en mayo el miembro de Euskaltzaindia, Roberto González de Viñaspre, impartirá una charla sobre toponimia.

Para septiembre está previsto que varias personas del pueblo hagan una representación teatral con escenas sobre la vida de antaño en diferentes épocas y ese mismo mes se celebrará la «gran fiesta final», que consistirá en la representación de una obra de teatro y una comida popular.

Mendoza ha explicado que el pueblo tuvo durante siglos una economía basada en la ganadería, al estar entre bosques, aunque ahora se ha impuesto como la agricultura como principal actividad, sobre todo el cultivo de cereales y algo menos de patata.

Aunque es una localidad con poco menos de veinte habitantes, registra un importante incremento de población los fines de semana y a partir de la primavera, por segundas residencias. De hecho, en la programación de la asociación colaboran residentes censados y otros que acuden al pueblo de forma más ocasional.

Recuperación del carnaval

Todos ellos trabajan también en un proyecto para recuperar el carnaval tradicional de la localidad, que se perdió hace tantos años, que los más mayores solo han podido contar cómo eran estas celebraciones a través de lo que les contaron sus padres o abuelos, porque ellos no lo llegaron a conocer.

El representante de la asociación cree que es un modelo original de celebración que no se daba en otras localidades, con dos cuadrillas, una de mozos de más de 18 años y otra de ‘mediomozos’, que habían terminado la escuela, pero no habían cumplido 18 años.

Las dos cuadrillas pedían por el pueblo para una merienda y ofrecían representaciones improvisadas, al tiempo que rivalizaban, aunque siempre con los mozos en primer lugar y la segunda cuadrilla, limitándose a lo que les dejaban.

«El objetivo es el mismo que con la celebración del milenario, se trata de intentar que no se pierdan tradiciones, conocer mejor el pasado del pueblo e incluso recuperar algunas de esas tradiciones que ya han desaparecido», ha explicado Mendoza.