
«¡Ni olvido ni perdón! ¡Al diablo con vuestras reparaciones!». Esta ha sido la respuesta dada por las activistas de Femen a la comisión de investigación propuesta por la Congregación de Betharram, responsable del colegio católico Notre-Dame de Betharram –ubicado en el Departamento francés del Bearn y al que asistían numerosos niños vascos–, que ha sido noticia después de que el pasado 19 de febrero tres hombres fueran arrestados, acusados de haber violado entre 1957 y 2004 a alumnos menores de edad.
Según ha informado este sábado Mediabask, las activistas han irrumpido mientras intervenía Jean-Marie Bacho, quien estaba acompañado de su hermano Laurent Bacho, antiguo vicario regional de la congregación. Al parecer, los religiosos intentaba explicar sus esfuerzos por «participar activamente en el reconocimiento de todas las víctimas» en un acto organizado en la Universidad de Baiona, donde ha echado a andar una comisión de investigación independiente presidida por el Instituto IFJD-Louis Joinet.
Queda por establecer quién presidirá la comisión, que tiene un año para elaborar un informe completo, y designar a las personas que formarán parte de la misma. Algo que podría resolverse la semana que viene. También se deberá nombrar a un observador que garantice la independencia de la comisión. Arnaud Gallais, cofundador de la asociación Mouv’enfants, rechazó esta tarea con el puño en alto.
La comisión tiene por objeto realizar un diagnóstico exhaustivo sobre las agresiones sexuales denunciadas en el centro, identificar las causas del carácter sistémico de los abusos, reconocer a las víctimas y desarrollar un proceso de reparación «ni a través de los tribunales ni ante la Comisión de Reconocimiento y Reparación (CRR)». «Todas las víctimas podrán ser escuchadas para contribuir al establecimiento de la verdad», ha asegurado Bacho, quien ha anunciado que los archivos de la congregación de Betharram quedarán a disposición de la comisión, incluyendo datos de los sacerdotes denunciados.
Una investigación independiente
Jean-Pierre Massias, presidente del Instituto IFJD-Louis Joinet, ha destacado la «independencia total» de la comisión. Y ha señalado que, «como garantía de objetividad», se ha convocado a sociólogos, historiadores y magistrados. El profesor de Derecho ha manifestado que esta comisión «no será un instrumento de blanqueo ni de rehabilitación», sino de comprensión. Otra condición impuesta por el instituto a la congregación es que el alcance de esta investigación no se limite a Betharram. Así, se prestará especial atención al trabajo de la congregación en la República Centroafricana y Tailandia.
Alexandre Pérez, miembro activo del colectivo de víctimas de Betharram, ha estado presente en la presentación de la comisión. «Es vuestro deber asumir esta responsabilidad», ha señalado, incidente en que la congregación debería asumir el coste del tratamiento psicológico reciido por las víctimas, así como los honorarios de los abogados. «Estas son líneas rojas para nosotros», ha advertido Perez.
Cabe señalar que un reportaje publicado en el portal ‘Mediapart’ señalaba que el actual primer ministro, François Bayrou, era conocedor de la situación en Betharramcuando fue ministro de Educación, cargo para el que fue nombrado en 1993. Se da la circunstancia de que dos hijos de Bayrou estudiaron en este centro y que su mujer ejerció como catequista en la misma.

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