El Parlamento de Gasteiz ha aprobado con los votos de PP y Vox una proposición de ley de PNV y PSE de reforma de la Ley de Caza cuyo núcleo es que «quedan excluidas de la obligación de estar en posesión de la licencia de caza aquellas personas que no participen activamente en la acción cinegética y su participación se limite a acompañar a quienes ejerzan la acción de cazar conforme a lo establecido en la ley. Para ello se crea se define y se regula la figura del acompañante».

Al eliminar de la obligación de que los acompañantes tengan licencia de caza, se elimina también los límites de edad, lo que permitiría que niños y niñas puedan participar en batidas de caza si no portan arma. Ante ello, EH Bildu proponía establecer el mínimo de edad en los 16 años, y Sumar, en los 18. Lo que ha sido rechazado, acusándolos de demagógicos.

Es decir, el cambio legislativo solo afecta realmente a que cualquier persona de cualquier edad incluso bebés pueda participar en todo tipo de actividades de caza, incluso a batidas de caza mayor, bajo la responsabilidad de un mayor de edad, que ni siquiera tiene por qué ser su padre, madre o tutor legal.

Los partidos que han defendido este cambio argumentan la necesidad de favorecer el relevo generacional, puesto que entre 2011 y 2022 el número de licencias ha bajado de 40.138 a 31.383. Y han desgranado los beneficios de la caza para el equilibrio ecológico y el control de animales como los jabalíes.

Sin ocultar que la caza puede tener aspectos positivos, EH Bildu ha defendido que, como en la legislación actual, no pueda haber menores de 14 años en acciones de caza, que entre los 14 y los 16 años lo puedan hacer como hasta ahora con licencia de caza, y que a partir de los 16 años puedan acogerse a esa nueva figura de acompañarte. En el caso de Sumar, se opone a toda participación de menores de edad.

Sin atender al interés superior de la infancia

Tanto Itxaso Etxeberria, de EH Bildu, como Jon Hernández, de Sumar, han llamado la atención sobre que este cambio legal, centrado únicamente en la edad, va en contra del interés superior de los niños y niñas que se defiende en la legislación actual de protección de la infancia y la adolescencia.

Desde quienes han defendido el proyecto, y de forma textual por parte de Ana Morales, del PP, y Aritz Abaroa, del PNV, no votar a favor de su propuesta es «no apoyar el relevo generacional es dejar morir poco a poco la caza». Etxeberria, de EH Bildu, ha apuntado que la falta de relevo generacional está más relacionado con la carestía de la actividad y en el crecimiento de la conciencia ecologista y animalista.

EH Bildu y Sumar han criticado que PNV y PSE hayan presentado esta propuesta en lugar de hacerlo el Gobierno, lo que les evita presentar los informes pertinentes, y haya elegido el trámite de urgencia, lo que impide un debate amplio de la reforma legal. Itxaso Etxeberria ha hablado de «negligencia». El PP se ha jactado de haber sido quien llevó en su momento el debate al Parlamento y de que PNV y PSE se hayan puesto ahora al frente de la pancarta.

Sal gruesa en el debate

En el debate ha habido momentos de cierta sal gruesa. Amaia Martínez, de Vox, y que ha regentado dos armerías, una en Gasteiz y otra en Logroño, ha hecho una encendida defensa de los beneficios de que niñas, como su propia hija, tengan la oportunidad y la emoción de ir a cazar con sus progenitores. Tanto ella como Ana Morales del PP han criticado que se pretenda poner un límite de edad a la participación en la caza y se permita a menores abortar sin consentimiento paterno o materno.

También ha llamado la atención que el parlamentario del PNV, Aritz Abaroa, antes de que nadie sacara el tema, haya afirmado que en el Estado haya habido 322 menores afectados por accidentes de tráfico y haya preguntado a quienes se oponen a la reforma si también hay que prohibir que los niños y niñas se monten en los vehículos. Después, Jon Hernández, de Sumar, ha precisado que en el Estado hubo 32 fallecidos y 89 heridos en accidentes de caza. Y ha recordado el caso de la mujer muerta en Deba por un disparo en una batida de jabalíes.

La parlamentaria del PSE que ha defendido la reforma legal, Aroa Jilete, ha definido la caza como una «actividad esencial para el medio ambiente y la cohesión social».

La reforma ha salido adelante con el voto a favor de PNV, PSE, PP y Vox, y la oposición de EH Bildu y Sumar.